El uso de fotografías y videos de clientes en redes sociales se ha convertido en una estrategia común para muchas empresas. Sin embargo, este enfoque conlleva riesgos legales significativos si no se cuenta con el consentimiento adecuado de las personas cuyas imágenes se utilizan.
Según la legislación peruana, el derecho a la imagen y el derecho a la privacidad están protegidos, lo que significa que el uso no autorizado de la imagen de una persona puede resultar en acciones legales en su contra. Sepa aquí todos los detalles.
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Uso de imagen en el Perú
En Perú, el uso de la imagen de una persona está regulado por la Constitución, que garantiza el derecho de cada individuo a decidir sobre su propia imagen.
Adicionalmente, el Código Civil establece que el uso de la imagen y la voz de una persona requiere su consentimiento previo, salvo en casos específicos como aquellos relacionados con la notoriedad en campos político, artístico, cultural o científico.
La Ley de Protección de Datos Personales, vigente desde hace más de diez años, establece requisitos específicos sobre el consentimiento para el uso de imágenes en contextos comerciales y publicitarios.
Esto implica que las empresas deben obtener autorización clara y explícita de los individuos cuyas imágenes desean utilizar.
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Consentimiento como punto clave
Bruno Mejía, Líder de Competencia y Mercados de EY Law, subrayó que el consentimiento era un aspecto fundamental en el uso de imágenes de clientes en redes sociales, ya que establecía la base legal para la utilización de datos personales. La obtención de un consentimiento adecuado no solo protegía a la empresa de posibles repercusiones legales, sino que también respetaba los derechos y la privacidad del cliente.
El consentimiento debía ser claro y explícito, lo que significaba que el cliente debía comprender plenamente cómo se utilizaría su imagen y con qué propósito. Esto era especialmente relevante en un entorno digital, donde las imágenes podían estar asociadas a datos sensibles. La transparencia en la comunicación sobre el uso de imágenes era esencial para generar confianza entre la empresa y sus clientes.
Además, el consentimiento debía ser obtenido antes de la difusión de la imagen. Si una empresa publicaba una imagen sin contar con el consentimiento previo, no podía justificar su uso legalmente, lo que podía dar lugar a sanciones y daños a la reputación de la empresa.
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Elementos en el formulario de consentimiento
Carol Quiroz, socia del Estudio Olaechea, destacó que era fundamental que el formulario de consentimiento incluyera la identificación de la empresa responsable que se beneficiaría del uso de la imagen. Además, era necesario señalar el banco de datos donde se almacenaría la información, cumpliendo así con la obligación administrativa que tenían las empresas.
También era importante especificar que el dato personal que se manejaba era la imagen y detallar por cuánto tiempo se mantendría almacenada o publicada. En el contexto digital, se debía mencionar con quién se podría compartir esta información, especialmente si la imagen se publicaría en un servidor ubicado en otro país o en redes sociales.
Finalmente, Quiroz sugirió dejar un punto de contacto en el formulario para que las personas pudieran comunicarse con la empresa si deseaban ejercer sus derechos de cancelación, oposición o revocación del consentimiento.
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Acciones en caso de uso no autorizado
En caso de que una imagen se utilice sin el consentimiento del cliente, Bruno Mejía enfatizó que el cliente tiene derecho a presentar una denuncia ante la Autoridad Nacional de Protección de Datos Personales. Sin embargo, él recomendó que es preferible intentar resolver estos temas directamente con la empresa antes de escalar a las autoridades.
Si una empresa utiliza una imagen sin contar con el consentimiento adecuado, debería cesar su publicación y ofrecer disculpas a la persona afectada.
Mejía también destacó que, si la empresa no tiene pruebas del consentimiento, lo más prudente sería que dejara de utilizar la imagen y se disculpara por el uso no autorizado. Este enfoque puede evitar que el asunto escale y permita a ambas partes llegar a una solución sin necesidad de intervención legal o administrativa.
Quiroz destacó el riesgo civil, señalando que las personas podrían sentirse afectadas si su imagen se presenta en un contexto que no les agrada, como en publicidad que contradice sus creencias o estilo de vida, lo que podría llevar a que demanden por daños morales. Además, podría haber consecuencias constitucionales, ya que alguien que no se sienta identificado con un producto podría iniciar un reclamo por daño a su reputación.
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Recomendaciones
Ambos expertos coinciden en que las empresas deben asegurarse de que su equipo de marketing esté bien informado sobre las regulaciones relacionadas con el uso de imágenes de clientes.
Es recomendable que las empresas implementen políticas de privacidad claras en sus sitios web y durante eventos donde se capturen imágenes, informando a los asistentes sobre la posible utilización de su imagen.
Asimismo, deben tener un consentimiento bien estructurado y obtenido antes de la difusión de cualquier imagen. Por otro lado, los ciudadanos deben ser conscientes de sus derechos y de la posibilidad de reclamar si consideran que su imagen ha sido utilizada sin autorización.
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Abogado especialista encargado de Enfoque Legal en Diario Gestión - Actualmente, ocupa la posición de analista legal en el área de Economía en el Diario Gestión.
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