
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) anunció que tomarán medidas para evitar que Petroperú deje de seguir generándole gastos al Estado, pero ¿hacia dónde debería apuntar una futura reestructuración?
Para el expresidente del directorio de Petroperú, Carlos Paredes, en primer lugar la reestructuración de Petroperú no debería ser conducida por la propia empresa ante los resultados deficientes de quienes han estado al mando.
“La responsabilidad de esta reestructuración no puede estar en manos de Petroperú. No nos hemos dado cuenta, pero le hemos encargado la responsabilidad de reestructuración a la gente que nos ha metido en este problema. Tienes que darle el liderazgo de la reestructuración a otra institución. Me parece que lo razonable es dárselo a alguien que promueve la inversión como Proinversión”, dijo a RPP.
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Esta falta de confianza en un proceso conducido por el mismo directorio se debe a lo que califican como “opacidad informativa”. Recientemente la titular del MEF, Denisse Miralles, advirtió que no se ha brindado la información completa sobre la situación real de la compañía.
En ese sentido, Paredes resaltó la necesidad de un equipo que no tenga vínculos con las gestiones anteriores. Por ejemplo, el nuevo gerente general, Gustavo Villa, había sido señalado como parte del entorno de confianza de Óscar Vera, exgerente general de la petrolea estatal.
“Lo que hay que hacer es cambiar a la gente que está tomando las decisiones. Tienes que traer una nueva gobernanza, gente especializada en procesos de reestructuración”, indicó.
Esta nueva gobernanza, sostuvo, debería separar las unidades de negocio, como la refinería, el oleoducto y las plantas de almacenamiento, para evitar que sigan generando pérdidas.
Asimismo, sugiere que el Gobierno evalúe la creación de incentivos -tipo “colaborador eficaz”- para que los funcionarios puedan revelar irregularidades sin temor a represalias.
Además, consideró que la reestructuración debería incluir medidas drásticas de austeridad, como la reducción de personal excedente y la venta de activos no estratégicos, incluyendo el edificio principal de la compañía ubicado en San Isidro.








