
La confianza del sector privado en el Perú, en general, empieza a mostrar señales de retroceso, en un contexto donde se acercan cada vez más las elecciones generales del 2026 e inciden otros factores.
Una reciente encuesta realizada por Vistage Perú —que recoge trimestre a trimestre la opinión de gerentes generales y dueños de empresa—, compartida en exclusiva para Gestión, evidenció una nueva y segunda caída en el ánimo del empresariado, pero con indicadores en los que aún son optimistas.
Al segundo trimestre de este año, el índice de confianza se ubicó en 125 puntos. “Aunque supone una corrección frente al pico de 138 puntos alcanzado en el primer trimestre, sigue siendo un nivel elevado. En perspectiva, el índice ha subido de 68 en 2022 a más de 120 puntos sostenidamente desde inicios de 2024″, explicó Raúl Gonzales, Gerente General de Vistage Perú.
Jorge Luis Ojeda, docente de la Facultad de Negocios de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), señaló que la vivencia de un año preelectoral genera un estrés que traspasa a todos los rubros. “No se sabe quiénes serán los nuevos candidatos, cuáles serán sus propuestas, sus tendencias políticas y económicas”, indicó.

Compartiendo este primer factor, Jorge Guillén, profesor de finanzas de la ESAN, observó que el panorama para las elecciones generales se presenta altamente atomizado y sin alternativas claras que puedan posicionarse como “buenos candidatos”. Esto afecta el ánimo de inversión.
A esto sumó que también incide en una reducción del alto optimismo empresarial el rol que el Poder Ejecutivo y el Congreso de la República tienen.
“Respondería también a la incertidumbre de lo que hagan desde el Estado, como el aumento del sueldo mínimo. Los congresistas no siempre tienen buenas ideas y propuestas. Se suma que no se reduce la delincuencia”, indicó.
Aún así, este “estrés” por la campaña parece no estar marcando la expectativa en todos los indicadores para los próximos 12 meses.
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¿Optimismo “sorpresivo” de las empresas?
Aunque se tiene, en general, un menor optimismo del empresariado, segmentado por indicadores se observan resultados importantes. Incluso, estos son más positivos que la percepción sobre la macroeconomía.
Según la encuesta de Vistage Perú, un 76% de los empresarios espera que la facturación de su empresa aumente en los próximos 12 meses, es decir, cerca de 8 de cada 10 de los encuestados.

“Más allá del dato numérico, el índice refleja el pulso de quienes están al frente de las decisiones en las empresas medianas del país. Y coincide, en buena medida, con lo que escuchamos en nuestras conversaciones regulares con líderes empresariales: inquietud por la seguridad ciudadana, la estabilidad institucional y las reglas de juego, junto con una mirada práctica sobre cómo seguir adaptándose, gestionando riesgos y encontrando espacios para crecer”, señaló Gonzales, de Vistage Perú.
Para Guillén, este resultado -que consideró- “sorpresivo” podría responder, en parte, a un escenario de alto gasto público y donde son muchas las empresas que son proveedoras del Estado.
“Puede que haya ciertas esperanzas en el gasto público, pues muchas contratan con el Estado mediante el Organismo Especializado para las Contrataciones Públicas Eficientes (OECE), Perú Compras, entre otros”, indicó.
El profesor de ESAN refirió que los sectores beneficiados, principalmente, serían los que tienen relación a productos alimenticios. Además, se alcanzarían empresas de diferentes tamaños, no solo las grandes.
Continuando esta perspectiva, aunque en menor medida, un 64% del empresariado percibe que la rentabilidad de su empresa mejorará.

¿Se reflejará en el empleo?
Estas perspectivas tienen un reflejo directo en el empleo: un 58% de empresarios considera que el número total de empleados aumentará hasta el siguiente año.
Sin embargo, a decir de Ojeda, considerando la incertidumbre del año previo a las elecciones, los empleos que se generen, en primer lugar, no serían de larga duración.
“Va a ser difícil ver contratos de largo plazo, pero también es un tema concreto que hay un interés en contratar más trabajadores ante la necesidad de una mayor facturación estimada. Esto sí va vinculado directamente a más personal”, comentó.
El académico de la UPC agregó que esta necesidad laboral se mantendría hacia finales de este año, considerando el avance de otros indicadores de la economía. Sin embargo, habría limitantes en su calidad.
“Probablemente, no se crezca tanto en empleos formales, como en informales. Como se vaya desenvolviendo la parte política [las elecciones], se consolidará este mayor empleo”, argumentó.

¿Qué se percibe sobre la economía peruana?
La encuesta de Vistage Perú también recogió perspectivas empresariales sobre las condiciones económicas. Así, en casi similar proporción, los encuestados creen que la actividad, respecto al año anterior, ha mejorado (45%) y se mantuvo igual (44%). Solo un 11% percibió un deterioro de las condiciones.
Ahora bien, sobre su dinamismo en los próximos 12 meses, la mayoría (55%) mencionó que se mantendría en los actuales niveles. Solo un 36% tiene espera observar mejoras y menos de un 10%, que empeore.
Guillén refirió que si bien el país viene registrando crecimientos de alrededor de 3%, termina siendo insuficiente para el avance de los indicadores de desarrollo, uno de ellos el empleo y de calidad. “Se debe crecer 4%, de lo contrario no hay variaciones significativas”, comentó.

Coincidiendo con estas percepciones, menos de la mitad de los empresarios considera probable aumentar la inversión en activos fijo en su empresa (47%). En menor proporción esperan que permanezca igual (42%). Apenas un 11% cree de que disminuirá.
En este punto, Guillén indicó que es relevante plantear una comparación entre la perspectiva sobre invertir en activos fijos y contratar personal: la diferencia está en el horizonte de rentabilidad, de largo y corto plazo.
“Lo que veo es que hay una confianza, sin exagerar, reflejada en algunas respuestas de la encuesta. En detalle sobre los activos, no hay una desconfianza como tal y quienes creen que se reducirá son minoritarios. Cuando se compran activos no es para resultados solo en el siguiente trimestre, sino una perspectiva anual”, mencionó.
Ante la brecha entre las perspectivas de las condiciones sobre la economía y directamente de los negocios, Guillén señaló que responde a que hay una visión más pesimista entre lo que está fuera y dentro del control de uno.
“Cuando vemos el avance de la economía, somos más fatalistas. Pero cuando vemos el desarrollo de nuestros negocios, esperamos que resulte bien”, precisó.
Confianza en contexto: invertir con criterio en tiempos de incertidumbre
Por Raúl Gonzales, Gerente General de Vistage Perú

Es importante no interpretar estos resultados como una mirada despreocupada del entorno. Las respuestas a la encuesta, al igual que los comentarios que escuchamos en nuestras reuniones con miembros de Vistage, dejan claro que los riesgos están presentes. Pero también dejan ver una actitud: la de quienes apuestan por el crecimiento y toman decisiones con visión de largo plazo.
El índice no refleja una visión ingenua, sino la capacidad de actuar en medio de la complejidad. La confianza, en este caso, no es optimismo sin fundamento, sino una expresión concreta de liderazgo: una disposición a seguir invirtiendo, mejorando procesos, formando equipos y buscando oportunidades.
No mide expectativas abstractas, sino intenciones reales de quienes gestionan empresas todos los días. Y el mensaje que deja este segundo trimestre es claro: hay una porción importante del empresariado peruano que, aun reconociendo los riesgos, está eligiendo avanzar. Con cautela, pero también con convicción.
Desde Vistage, seguiremos acompañando ese camino con espacios de intercambio, perspectiva y comunidad. Porque sabemos que, en contextos como el nuestro, la confianza no se impone desde fuera: se construye desde adentro.

Bachiller en Comunicación y Periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), especializado en economía, negocios, mercado laboral, políticas públicas, tributario, procesos concursales.