
La demanda de viviendas sostenibles dejó de ser una tendencia: ahora se ha convertido en una presión real sobre el mercado inmobiliario peruano. Solo en Lima, la búsqueda de hogares con características verdes aumentó en más de 80% entre 2023 y 2025, según el estudio Insight Hunting SEO de la consultora Impulso.
En ese sentido, mientras el Estado actualiza bonos y empuja estándares más estrictos, el sector privado intenta responder con nuevos proyectos ecoamigables. ¿Cuál es la radiografía completa?
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Viviendas sostenibles con bonos
El reto es averiguar si la oferta disponible en el país logra coincidir con la velocidad del interés ciudadano. Las colocaciones sostenibles en el Crédito MiVivienda representan el 67% del total de desembolsos a nivel nacional, así lo detalló, para Gestión, el Fondo MiVivienda.
Esta preferencia recibe un nombre específico: Créditos MiVivienda Verde. “El 76% de estos se concentran en Lima y Callao, seguido de Lambayeque, Piura, La Libertad con el 7%, 6% y 4%, respectivamente. [...] Cabe resaltar que en zonas como San Martín y Cusco ya se viene concitando el interés de promotores inmobiliarios”, precisaron.
Al cierre de octubre, se han financiado más de 5,000 viviendas ecoamigables a través del Crédito MiVivienda (CMV) y del Servicio de Crédito Complementario (CRC). En comparación con el mismo periodo del año 2024, este resultado representa un incremento del 4%.
“Este crecimiento responde a la actualización del Bono del Buen Pagador, la incorporación de nuevos proyectos sostenibles certificados y una mayor articulación con las instituciones financieras intermediarias y promotores inmobiliarios, factores que en conjunto han contribuido a mantener un desempeño positivo”, añadieron.

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¿Y el sector privado?
Y como la demanda de viviendas ecoamigables escapa de Lima, Gestión conversó con Green Dreams, una empresa que vende terrenos en proyectos residenciales sostenibles ubicados en Yanashpa, a 35 minutos de Tarapoto.
Esta compañía solicita que cada comprador cumpla con un Código de Construcción Sostenible. Dicho manual define desde materiales permitidos —con baja huella de carbono, por ejemplo— hasta parámetros de diseño que reduzcan el consumo energético y aprovechen el clima de la zona. Es decir, se trata de un esfuerzo por asegurar que la expansión inmobiliaria en la selva no replique los errores de la construcción convencional.
El modelo incluye, además, la corroboración de que los propietarios cumplen con los criterios de sostenibilidad: ventilación cruzada, alturas mínimas, colores que mitiguen carga térmica, distancias adecuadas entre viviendas para permitir flujo natural de aire y un sistema de recolección de agua de lluvia.
Asimismo, la operadora capacita a los constructores para adaptarlos a los estándares exigidos, lo que contribuye a profesionalizar la cadena.
Desde Green Dreams señalaron que más del 90% de compradores buscan explícitamente construir de manera sostenible. En lo que va del 2025, han vendido más de 60 lotes, con entre 10% y 15% de propietarios que han iniciado obra este mismo año.

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Las consideraciones del comprador
Green Dreams puntualizó que la demanda está impulsada por nuevos hábitos: jóvenes que planifican migrar hacia zonas de paisajes verdes gracias al teletrabajo, compradores que priorizan segundas viviendas fuera de ciudades congestionadas y, por último, usuarios que ven en este tipo de proyectos una forma de inversión.
Como el concepto de sostenibilidad implica durabilidad, al igual que la compañía privada, el Fondo MiVivienda contempla la verificación y el monitoreo de los proyectos inmobiliarios con dichas características.
Por ello, al cierre del año 2025, proyecta la colocación de más de 5,500 créditos destinados a la adquisición de viviendas certificadas como sostenibles. “Para el 2026, se espera un incremento del 10%”, aseguraron.
Si bien algunos atributos de sostenibilidad pueden representar una inversión inicial mayor para el promotor inmobiliario —especialmente cuando se comparan con edificaciones que no integran criterios sostenibles—, hay beneficios significativos para el cliente final tanto en confort como en los ahorros derivados del uso eficiente de recursos a lo largo del ciclo de vida del inmueble.
“Es importante señalar que cuando un proyecto es concebido desde el inicio bajo un enfoque sostenible, los incrementos de costo son menores”, recordaron desde el Fondo Mivivienda.

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Los desafíos en marcha
Tanto el sector público como el privado coinciden en que la construcción sostenible ha ido ganando relevancia y es una prioridad para un número creciente de desarrolladores; sin embargo, una de las principales barreras para acelerar su adopción es el acceso al financiamiento, especialmente en segmentos donde la capacidad de pago es más sensible a las variaciones del mercado.
“De igual modo, muchos potenciales compradores no comprenden los beneficios tangibles de una vivienda sostenible, como el ahorro de agua, energía y mantenimiento; más bien la perciben solo como una opción más cara”, indicó el FMV.
Ambos lados de la oferta subrayaron, además, que la certificación sostenible valida los atributos de la edificación, lo cual, a largo plazo, contribuye a incrementar la eficiencia y el desempeño del proyecto.
Otra barrera tiene que ver con la informalidad, explicó Guido Valdivia, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de la Construcción del Perú (Capeco): “¿Existe capacidad en el sector inmobiliario? Existe. ¿Para las viviendas sostenibles puntualmente? No hay vivienda más insostenible que la informal. Eso es lo primero. Nuestro principal problema para adquirir sostenibilidad es la informalidad, porque la informalidad mata: medio millón de casas se puede caer con un sismo; además es carísimo".
Fue incisivo: “Si hablamos de sostenibilidad en términos de utilizar los recursos eficientes, como darle agua a una vivienda informal, puede costar entre S/50,000 y S/80,000 por familia. Es imposible, y el agua es un recurso absolutamente vinculado a la sostenibilidad”.
En esa línea, Capeco tiene una sugerencia bajo la manga: “Se ha demostrado, a través de Mivivienda Verde, que la vivienda sostenible funciona perfectamente. Capeco está proponiendo también que haya Techo Propio Verde”.


Redactora de Economía en diario Gestión. Periodista piurana con seis años de experiencia profesional en el rubro.








