El mercado de la dermocosmética en Perú se encuentra en una etapa de crecimiento, marcado por la entrada de marcas internacionales que apuestan por innovación, respaldo clínico y un consumidor cada vez más informado. En este escenario, Labo Suisse Perú, representada por el Grupo Farmacéutico San Pedro S.A.C., ha consolidado su presencia con productos como Fillerina y Crescina, tratamientos no invasivos para el cuidado de la piel y el cabello.
La llegada de la marca al país no estuvo exenta de retos. El proceso regulatorio local tomó más de dos años, debido a los estrictos requisitos de registros sanitarios y a la necesidad de modificar empaques y claims para adecuarse a la normativa peruana. “Fuimos perseverantes para obtener la aprobación, sabíamos que el esfuerzo valía la pena porque el consumidor peruano busca productos seguros y con evidencia clínica”, explica Samantha Torres, gerente comercial y de marketing de Labo Suisse Perú.
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Estrategia multicanal y expansión en retail
La estrategia comercial en Perú se centra en tres canales: e-commerce, retail y médico. Aunque los productos no requieren receta, la compañía considera esencial el aval de especialistas, por lo que promueve capacitaciones y trabaja con médicos para reforzar la credibilidad de sus fórmulas.
En retail, Labo Suisse Perú ha logrado ingresar a cadenas de cosmética y grandes superficies, además de inaugurar su módulo propios en el centro comercial Jockey Plaza. Estas inversiones, que no estaban contempladas en un inicio, responden al rápido crecimiento y aceptación de la marca en el mercado limeño. Actualmente, la empresa ya tiene presencia en provincias estratégicas como Trujillo, Arequipa y Cusco, además de contar con una página web que fortalece su operación digital y los acerca a más clientes en todo el país. A futuro, su objetivo es seguir expandiendo su presencia a más provincias, consolidando así un modelo de crecimiento descentralizado y omnicanal.
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Tecnología patentada y diferenciación en el mercado
Uno de los principales diferenciales de la compañía es su tecnología de absorción progresiva, desarrollada durante tres décadas y patentada en 2015. Esta innovación exclusiva permite que los activos actúen de manera gradual y efectiva en la piel y el cabello, generando resultados comprobados. “Nuestro portafolio actual en Perú incluye 17 productos, pero la casa matriz en Suiza cuenta con más de 50. Queremos ampliar esa oferta y lograr la misma visibilidad que tenemos en otros mercados”, señala Samantha Torres.
Entre los productos bandera destacan Fillerina, tratamiento que combina 12 tipos de ácido hialurónico en un formato no invasivo para el rejuvenecimiento facial, y Crescina, que no solo detiene la caída del cabello, sino que estimula la regeneración capilar al activar el folículo piloso, una propuesta inédita frente a otras opciones disponibles en el país.
Más allá de la innovación, la empresa enfatiza su compromiso cultural y empresarial. “No vendemos solo dermocosmético, sino también bienestar, autoestima y calidad de vida. Ese es nuestro compromiso con los clientes”, concluye Samantha Torres. Con una estrategia de marketing 360°, que combina influencers, embajadores de marca y educación médica, Labo Suisse Perú busca consolidarse como un actor clave en la dermocosmética peruana, integrando ciencia, tecnología y cercanía con el consumidor.


