En un contexto donde las marcas emergentes enfrentan altas tasas de rotación y validación temprana, Mosqueira cerró su primer año de operaciones con indicadores comerciales y estratégicos que reflejan un proceso estructurado de entrada al mercado. Fundada en 2024, la empresa inició como una propuesta enfocada en moda premium, con énfasis en procesos, materiales y experiencia de cliente, incorporando desde el inicio una visión empresarial de largo plazo.
Durante su primer ciclo, la marca definió a la moda como el punto de partida para un modelo de negocio más amplio. Su hoja de ruta contempla, a futuro, la creación de unidades vinculadas a sectores como inmobiliario, hospitalidad y gastronomía, bajo una misma lógica corporativa orientada a innovación, estandarización y escalabilidad regional.
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Validación comercial a través de MVPs
El ingreso de Mosqueira al mercado se dio mediante una estrategia de validación progresiva. En 2024, la empresa lanzó su primer MVP masculino compuesto por 1,200 prendas confeccionadas en algodón pima peruano. La proyección inicial de ventas fue del 45%, cifra que se elevó hasta un 70%, permitiendo confirmar la aceptación del producto y la propuesta de valor.
En 2025, la compañía replicó el modelo en el segmento femenino con un segundo MVP de 900 prendas distribuidas en ocho modelos. En este caso, la proyección de venta fue del 35%, alcanzando un 79% en octubre y un 92% acumulado al cierre del periodo. Estos resultados llevaron al lanzamiento oficial de su primera colección completa para hombres y mujeres el 15 de diciembre, marcando el inicio de su estrategia para alcanzar el product–market fit (PMF), proyectado hacia finales de 2027.
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Tecnología aplicada y proyección empresarial
Uno de los ejes diferenciadores del primer año de Mosqueira ha sido la incorporación de tecnología propia. La empresa desarrolló “Vanessa”, una asistente virtual con rostro humano aplicada al sector moda, concebida como una herramienta para optimizar la atención al cliente, escalar procesos y recopilar información para la toma de decisiones. El desarrollo implicó una inversión aproximada de US$ 20,000 y actualmente se encuentra en proceso de optimización para una versión mejorada.
En términos financieros, el crecimiento ha sido progresivo. Entre septiembre y diciembre de 2024, la marca registró ventas por S/17,000. En 2025, la facturación superó los S/185,000, con proyecciones para 2026 que contemplan un escenario esperado de S/375,000 y uno optimista de hasta S/546,000. Paralelamente, la empresa ha enfrentado desafíos como el acceso a proveedores de algodón pima peruano y la educación del consumidor sobre estándares de calidad, además del desarrollo tecnológico desde cero.
De cara a los próximos años, Mosqueira enfoca sus esfuerzos en fortalecer su oferta, optimizar la experiencia de cliente, consolidar su infraestructura tecnológica y avanzar en la creación de su futura unidad inmobiliaria. Con su primera colección en el mercado y una estrategia definida, la marca busca consolidarse como un proyecto empresarial que integra moda, tecnología y gestión desde una perspectiva de crecimiento sostenible.


