El mercado inmobiliario en regiones atraviesa una etapa de crecimiento marcada por la necesidad de formalización, planificación urbana y acceso a servicios básicos. En ese escenario, Shebrad ha consolidado un modelo centrado en habilitaciones urbanas con procesos de titulación acelerados, una propuesta que busca reducir las brechas de informalidad en ciudades como Tarapoto, Chachapoyas y Chiclayo. Su estrategia se apoya en ubicaciones con alto potencial de revalorización, cercanas a universidades, colegios y zonas de expansión urbana.
El dinamismo de la empresa se evidencia en su expansión hacia nuevas plazas, incluyendo su próxima llegada a Trujillo. Este crecimiento responde a una demanda creciente por proyectos formales que permitan a las familias acceder a un lote con seguridad jurídica en plazos más cortos que el promedio del mercado. En un entorno donde la titulación puede demorar años, Shebrad ofrece procesos de entre 12 a 18 meses, lo que facilita el acceso posterior a créditos hipotecarios y financiamiento para construcción.
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Habilitaciones orientadas a la rapidez en titulación
Uno de los pilares del modelo de Shebrad es la agilidad. “Las familias requieren seguridad jurídica en plazos razonables. Nuestro compromiso es entregar títulos entre 12 a 18 meses y estamos organizando toda la estructura interna para asegurarlo”, señala Misael Salón, gerente comercial de la empresa. Este enfoque permite dinamizar economías locales al acelerar la inversión en vivienda y construcción, especialmente en ciudades donde la demanda de formalización es alta y la oferta tradicional no cubre esa necesidad.
En Tarapoto, la compañía impulsa un proyecto orientado a segunda vivienda, dirigido a inversionistas que buscan zonas turísticas con buena conectividad. En Chachapoyas, desarrolla tanto proyectos residenciales como el primer complejo empresarial a gran escala en la ciudad, con lotes destinados a clínicas, servicios logísticos, almacenes e industria ligera. Este tipo de desarrollos complementa el crecimiento comercial y mejora la competitividad regional.
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Proyección regional y nuevos formatos de urbanización
Chiclayo representa uno de los mercados más dinámicos para Shebrad, con lotes desde 90 m² en su oferta actual. Para 2026, la empresa proyecta un nuevo formato que incorporará viviendas completas de uno y dos pisos, ampliando su alcance hacia soluciones habitacionales más integrales. Esta evolución responde a la demanda por proyectos listos para habitar, con estándares urbanísticos que faciliten la consolidación de comunidades formales en plazos más cortos.
Con este portafolio, Shebrad busca posicionarse como un actor clave dentro del desarrollo urbano sostenible en provincias. “Queremos que más familias puedan decir: compré, titulé y construí en menor tiempo. El orden urbano es clave para que las ciudades crezcan sosteniblemente”, añade Misael Salón. La empresa apunta a continuar expandiéndose, manteniendo su eje principal: habilitaciones formales que generen valor a largo plazo para propietarios y ciudades.


