
Te miras al espejo una mañana. La agenda sin reuniones: no hay reuniones, llamadas ni informes pendientes. Nadie te espera en una oficina. La rutina cambió, pero tú no. O, quizá, no te has dado cuenta. Así comienza la etapa post-laboral para muchos ejecutivos brillantes: una desconcertante mezcla de libertad y vacío. Tras años al mando, el retiro laboral irrumpe sin previo aviso en la película que protagonizabas y dirigías. El problema es claro: no te preparaste para ser algo más. Y ahora, en este nuevo guion, no sabes cuál es tu papel.
Aquí, un recorrido por los frentes que tiemblan cuando el retiro laboral no fue planeado con la misma excelencia con la que se condujo la vida ejecutiva:
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Economía: el ingreso cesó, los hábitos no
Ganar bien por décadas no implica saber manejar el dinero fuera del flujo laboral. Muchos ejecutivos olviden la planificación financiera cuando hay bonanza. ¿Tu patrimonio está diseñado para sostener 25 o 30 años más de vida activa? ¿O confiaste en que “siempre habrá algo entre manos”? El retiro sin estrategia financiera se convierte en una lenta erosión. No es solo cuánto tienes, sino cómo gastas, inviertes y si construiste ingresos pasivos, o si dependerás de pensiones que nunca revisaste con lupa.
Identidad: el cargo quedó en la tarjeta
Cuando dejas de ser CEO o CFO, ¿quién eres? El aplauso cesa, la silla con tu nombre desaparece y nadie pide tu opinión. Muchos caen en un duelo invisible: ya no se sienten útiles, validados ni reconocidos. La pregunta es brutal: ¿te construiste como persona o solo como profesional? Si nunca cultivaste otra versión de ti mismo, el silencio posterior será ensordecedor.
Salud física y mental: la factura que el cuerpo cobra
El estrés era tu combustible, las comidas rápidas tu aliada, los cócteles tu networking, los madrugones tu método de productividad. El chequeo médico siempre postergado. Pero ese tiempo llega y el cuerpo pasa factura. La mente también sufre. Muchos ejecutivos desarrollan depresión o ansiedad en el retiro. ¿La razón? Su vida giraba en torno a su utilidad. El vacío del “no hacer” se transforma en la sensación de “no valer”.
Recreación: un terreno desconocido
¿Tienes hobbies reales o solo viajabas por vacaciones familiares? ¿Sabes qué disfrutas más allá del trabajo? El ocio planificado y creativo es parte esencial del bienestar. Si no lo entrenaste, te sentirás perdido. No se trata de ver series sin fin, sino de darle propósito al tiempo libre. ¿Te preparaste para ello o lo llenas con cursos desconectados de tu vida?
Vida social: el teléfono deja de sonar
Como ejecutivo, eras solicitado en almuerzos y eventos. Pero al dejar de definir presupuestos, muchos “contactos” desaparecen. Cuando llamabas para una reunión, se la daban al gerente que representabas. Ahora la historia cambia. ¿Cultivaste amistades o solo proveedores y subordinados? La soledad post-laboral es más común —y dura— de lo que se cree.
Vínculos familiares y amicales: la distancia que sembraste
Construiste una carrera brillante, pero una relación distante. Tus hijos no saben cómo conectar contigo. Tu pareja, relegada por años a la sombra de tu trabajo, ahora no sabe cómo convivir contigo tanto tiempo .Y tú tampoco sabes cómo estar presente sin una agenda. El éxito profesional a menudo se pagó con vínculos postergados.
Propósito, aprendizaje y contribución: ¿para qué levantarse ahora?
El verdadero drama no es dejar de trabajar, sino no tener un nuevo “para qué”.
- Propósito: fuera del trabajo, ¿qué le da sentido a tu día si ya no es la oficina?, ¿o tu sentido de vida era exclusivamente lo que hacías de lunes a viernes? Sin un propósito, la apatía y hasta la depresión se instalan.
- Aprendizaje: ¿sigues siendo curioso? El mundo avanza, si no te actualizas, la brecha generacional será abismal.
- Contribución: retirarse no elimina la necesidad de ser útil. ¿Cómo seguirás aportando valor a tu comunidad?
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Un llamado a la acción
Este escenario no tiene por qué ser el tuyo. Si te resuena, entiende que la preparación para el retiro no es un lujo: es una necesidad vital. No es solo sobre el dinero, sino sobre tu bienestar, tu identidad y tu felicidad. Deja de creer que puedes improvisar el futuro es urgente.
La puerta de la oficina ya se cerró, pero la de una nueva vida plena sigue abierta. ¿Tienes el mapa para cruzarla? Si no, es hora de trazarlo con ayuda especializada, antes de que el eco del silencio sea lo único que te acompañe.
El retiro necesita un plan serio y la humildad de aceptar que el éxito pasado no garantiza un futuro pleno. Así como te preparaste con profesores en la universidad, hoy necesitas guías para tu nueva etapa. Si aún estás en edad ejecutiva, ¡comienza hoy! Y si ya te retiraste, ¡con mayor razón!

Director de Empresas, socio-fundador de Phoenix Group