La jubilación marca un cambio significativo en la vida. Tras décadas de trabajo y logros, muchas personas enfrentan una sensación de pérdida de identidad al dejar de laborar. Este periodo trae retos en varias dimensiones, pero una preparación adecuada en los años previos puede convertirlo en una etapa plena.
Impacto de la jubilación en la identidad personal
Para muchos, el trabajo es parte fundamental de su identidad: representa una fuente de ingresos, un espacio de reconocimiento, interacción social y sentido de utilidad. Al jubilarse, se pierde la estructura diaria, la regularidad del ingreso asegurado, la variedad de constantes de invitaciones, lo que puede derivar en aislamiento, sensación inutilidad o depresión.
Según un estudio de Phoenix Group (elaborado por GRM), el 70% de los ejecutivos ignora en qué ocuparse al jubilarse y el 80% no define su presupuesto. Además, el 63% de gerentes generales y encargados de recursos humanos opina que sus ejecutivos no tendrían estabilidad económica en la etapa postlaboral.
Para evitar estos problemas, conviene planificar con varios años de anticipación, abordando diversas áreas usando una metodología y herramientas:
Salud física y mental
El bienestar físico es clave para disfrutar la etapa postlaboral. Hábitos saludables, chequeos regulares desde la mediana edad y ejercicio contribuyen a mantener autonomía. También es vital la salud mental: meditación, aficiones y una actitud positiva ayudan a enfrentar esta nueva fase con entusiasmo. Por supuesto que definir la cobertura de un seguro de salud es parte de esta dimensión.
Planificación financiera
La estabilidad económica es fundamental. Ahorrar, invertir inteligentemente, reducir deudas desde la juventud y planificar sus rendimientos ayuda a llegar al retiro con tranquilidad. Es recomendable diversificar ingresos, invertir de manera inteligente y reducir deudas antes de jubilarse. La guía de un experto financiero ayuda a tomar decisiones acertadas sobre el retiro.
El mencionado estudio de Phoenix Group, indica que el 73% de los gerentes jubilados afirma que le faltó preparar algún aspecto (financiero, salud, profesional, social, etc.), y de ellos, el 91% tuvo que reducir gastos.
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Actualización y continuidad profesional
La jubilación no implica el fin del crecimiento. Consultorías, directorios, voluntariados o emprendimientos permiten mantener una jubilación activa, sin la presión laboral. Mantenerse actualizado fortalece la autoestima y extiende la vida útil en la empresa.
Del estudio de Phoenix Group se desprende que el 87% de los ejecutivos en actividad y el 97% de los gerentes jubilados consideran muy importante contar con una metodología profesional para planificar y desarrollar su retiro.
Redes sociales interpersonales
El trabajo es fuente de interacciones laborales. Sin otros vínculos, el retiro puede conducir al aislamiento. Participar en grupos de interés, clubes de lectura, actividades recreativas o voluntariados ayuda a mantenerse socialmente activo e integrado.
Recreación y ocio
La jubilación brinda tiempo para el disfrute. Viajar, hacer deportes o desarrollar talentos dormidos contribuye al bienestar emocional y promueve una madurez saludable.
Vínculos amicales y familiares
La intensidad ejecutiva lleva a descuidar las relaciones cercanas. Es esencial mantener y fortalecer vínculos familiares y amicales con anticipación. Dedicar tiempo a la pareja, hijos, nietos y amigos enriquece la vida y provee un apoyo valioso.
Conclusión
La jubilación es desafiante si no se planifica con tiempo. Al atender salud, finanzas, vida social y ocio con suficiente antelación, se transforma en una etapa de crecimiento y plenitud. Prepararse no solo significa dejar de trabajar, sino construir una vida sólida financieramente, activa de manera profesional independiente y rica en experiencias, relaciones, salud y bienestar.
Según las estadísticas, el 74% de gerentes jubilados se retiró antes de la edad que pensaba, con un promedio de retiro de 50 años. Esto demuestra la importancia de una planificación oportuna para lograr una transición exitosa. Afortunadamente, hoy ya existe un modelo, como el de Phoenix, que permite diseñar y desarrollar una jubilación activa con anticipación.
Por: Jaime Aguirre Guarderas, director de empresas y socio fundador de Phoenix Group
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