
De la gestión de la alimentación, transporte y otras actividades de tres hijos en edad escolar en el hogar, a la oficina para liderar la administración de grandes portafolios de financiamiento para empresas y corporaciones. Así transcurre la rutina diaria de Sandra Bianco, economista de la Universidad del Pacífico con 21 años de experiencia y que ahora se desempeña como gerente general adjunto Banca Empresas y Corporativa en BBVA Perú, tras haber asumido riesgos y desafiado el temor de dificultades en el ascenso laboral para abrazar la decisión de ser madre. Conozca su historia, en el marco del Día de la Madre.
¿Cómo surgió su inclinación hacia el sector financiero?
Mi papá fue comerciante, tuvo una empresa, mi mamá fue ama de casa. Creo que el factor clave ha sido mis padres, y en especial mi mamá, una mujer luchadora, que siempre desde muy chiquita nos aconsejaba que era importante estudiar, tener una carrera universitaria, una vida profesional y ser muy independiente, formarse. Y si uno no tiene la oportunidad, están herramientas para buscar, ¿no? Trabajar para costearte la universidad, con trabajo, estudios, pues yo te diría que el primer factor fue mi familia, el impulso de mis padres, de mi mamá, en la importancia de formarse, de tener una profesión, y yo creo que eso es uno de los factores claves.
¿Qué negocio tenía su papá?
Ellos tenían una panadería, y luego mi papá en mi infancia tuvo que viajar a Tacna, porque ahí tenían un negocio familiar, tenían unos hostales, y él entra a la administración. Entonces, mi papá iba a Tacna tres meses, regresaba nuevamente acá, entonces de alguna manera vi esa lucha constante.
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¿De ahí nació su interés por la economía?
Sí, sí, totalmente. A ver, yo también he sido comerciante desde muy pequeña, me recurseaba vendiendo en el colegio panes con pollo, trabajé desde muy pequeña también para poder pagar parte de mi universidad, entonces eso me ha ayudado muchísimo a que la mentalidad desde uno, si uno puede, están las herramientas, ¿no? Por eso yo te digo, ¿no? Están las herramientas, o sea, no hay excusa para no estudiar. Y mucha gente, estudiantes, universitarios, y la realidad del país es que hoy los estudiantes se pagan sus estudios trabajando, sea en las universidades, en los institutos, entonces ese es un impulso que te llama a salir adelante, a sacrificarte, a retarte, a lograr los objetivos.
Mi papá me orientó mucho a qué carrera estudiar, teníamos conversaciones a partir de tercero de secundaria muy alineadas a la profesión. En secundaria uno no sabe y de alguna manera toma una decisión, y bueno, y ahí decidí estudiar Economía, por la amplitud de la carrera, por la diversidad de opciones.
La vida académica y una carrera en ascenso
¿En qué universidad estudió?
En la Universidad del Pacífico. Salí del colegio en 1996 y el siguiente año empecé la carrera. Eran momentos complicados, al menos mi generación ha vivido el terrorismo, la escasez de alimentos.
¿Y cómo ha sido su carrera en el sector financiero?
Tengo 21 años de experiencia profesional, todos en la banca, de los cuales 18 años son en BBVA, y diría que la gran satisfacción ha sido la formación, ya no solo académica, sino el aprovechar las oportunidades que te puede dar la organización.
¿Qué cargos ha ocupado?
Yo empecé estando en el mundo de Global Markets (mercados globales), fui trader, fui sales, estuve en el área de estructuración, tuve la oportunidad de trabajar fuera durante un año y medio. Luego, después de 12 años, tenía la vacante de la Gerencia General de BBVA Fondos de Asset Management, y postulé a esa posición y el banco me dio esa oportunidad, estuve ahí dos años y medio, luego paso a un área de gerencia, de segmento de personas; y después, el gran reto que me tocó, me promocionan al Comité de Dirección, pero para liderar el área de Talento y cultura. Mi formación era totalmente de ventas, de sales, y me dan el reto de liderar el área de talento y cultura. Estuve ahí cuatro años, que justo fue cuando empezamos la transformación cultural del banco, para posicionarnos en el segmento retail, de las nuevas capacidades, el engagement de los colaboradores, y para mí fue un aprendizaje, tanto así que hice una maestría de liderazgo positivo. Volví al negocio hace tres años, y hoy lidero un negocio muy relevante para el banco, para el sistema financiero, que es la banca, empresa e instituciones, manejo casi 400 personas, manejamos 6,000 grupos económicos. Esos saltos me han ayudado mucho a formarme, a evolucionar yo misma, a capacitarme, y a ver los puntos de vista de diferentes lados, yo creo que eso es lo más rico.
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En todo este tiempo, ¿cuáles han sido los principales retos?
Primero, y más aún porque soy mamá de tres hijos. Yo creo que lo primero viene de uno asumir los riesgos. O sea, tienes que aprovechar las oportunidades. Yo he tenido casos en que he estado embarazada y postulaba a posiciones. Que muchas veces eso no sucede porque uno va postergando eso, ¿no? Por eso cuando uno ve las estadísticas y se habla mucho del techo de cristal, en los puestos gerenciales no suben tantas mujeres porque justamente esa carrera de formación para tomar decisiones gerenciales se puede retrasar o paralizar por la lactancia, por la maternidad. Entonces, para mí siempre ha sido muy, muy importante en mi carrera profesional y yo en cada decisión que he tomado he asumido riesgos.
A pesar de que te puede costar mucho al principio, es ganadora para uno porque aprendes, te forma en carácter, puedes influir cuando eres líder. Y aunque a uno no lo ve tan visible, eso tiene un poder muy, muy relevante en una organización.
Además, debes rodearte de un entorno y personas que te reten, que sean positivas contigo. De nada te va a servir si en el hogar no creen que la mujer pueda estudiar una carrera profesional. Y también pedir ayuda a tus líderes, personas que han pasado por procesos. Siempre hay una experiencia y hay una cosa muy relevante que depende de la organización. O sea, yo creo que independientemente del sector económico, financiero, todos los sectores para una mamá que trabaja en una empresa son muy similares. La organización tiene que transformarse culturalmente justamente para dar estas facilidades, para que tenga una mamá, para que la mujer crezca.
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Una mamá en la cima del sector financiero
Ahora muchas mujeres deciden postergar la maternidad o no ser madres...
Hay que ser flexibles también en las decisiones de uno y es aceptable todas las decisiones. En mi caso, yo sí tenía la visión de tener una familia, de tener tres hijos también, me hubiese encantado tener más, pero ya no, el cuerpo ya no me daba, pero sí fue un proyecto de vida mía y de pareja, ¿no? Sí te digo, las generaciones han cambiado. O sea, yo me casé a los 27 años, mi primer hijo lo tuve a los 30 y de ahí después de dos años nadie se casaba. Es una opción ser madre, como no es una opción, respetar esa opción, pero en mi caso quería una familia, gracias a Dios la tengo y era parte de mi decisión mía y de mi esposo.
Para mí era muy importante mi carrera profesional y ser ejemplo para mis hijos también. Todo es perseverancia, ambición, pensar fuera de la caja, ser resiliente y bueno, rodearte de gente, buscar ayuda también, consejos, y que la organización tenga esa apertura, para también hacer promociones muy meritocráticas como en BBVA.
¿Cómo ha podido equilibrar estos dos roles?
Yo admiro a todas las mujeres porque, muy aparte del trabajo, estamos planificando, dejando los menús, los almuerzos, gestionando los recojos de los colegios, si hacen los chicos deportes, planificando todo. Somos madres, esposas, amigas. Yo creo que esa es la gran fortaleza de la mujer. Podemos hacer muchas cosas a la vez y creo que eso nos ayuda a cumplir estos roles tan amplios.
¿Cuál es la clave?
Rodearte de un equipo. En mi familia, yo tengo mi esposo que me ha acompañado, me ha aconsejado, me ha retado, ha creído en mí, yo creo en él y yo creo que esa es la base también. Segundo, mis suegros y mis papás me han acompañado desde chiquitos en el cuidado de mis hijos. Y mis jefes, que de alguna manera me ayudan con la rutina. Para alcanzar grandes retos como los que he tenido es importante la diversidad en el equipo y que te rodees de un súper equipo de alto rendimiento, que te ayude con esos retos que yo he tenido.
En contraste, ¿la decisión de postergar la maternidad a qué se podría atribuir?
Yo no postergué mi maternidad, pero sí suele suceder dos cosas, que no sé cuál va primero. Las personas postergan su maternidad para después y tienen menos hijos y eso es por un tema de decisión también laboral, porque las mujeres, al menos con las que he conversado, piensan llegar a ser gerentes y después de ahí irte a ser mamá. O también pasa que postergas tu promoción para tener hijos, porque no quieres más responsabilidad, porque es suficiente ya con el hijo que tienes y la responsabilidad de la casa. Hay miedo a perder la presencialidad en la casa, miedo a que te va a demandar mucho tiempo. Y ya cuando postergas tu promoción, ya es ahí cuando ves menos mujeres en posiciones de gerentes.
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Nuevos desafíos
¿Qué proyectos lidera ahora en el BBVA?
Estoy por cumplir tres años en Banca, Empresas e Instituciones. Y el reto de hace tres años, justamente, es transformar la banca con una visión 360. Transformar la banca desde productos, procesos, talento, políticas, con el objetivo de brindarle al cliente una atención cercana y advisory. Posicionarnos de una manera muy agresiva en el segmento de banca, empresas e instituciones y con mucha cercanía en los clientes.
Es importante, por ejemplo, en el proceso de reclutamiento que hayan hombres y mujeres en la terna. Estamos en curso en este gran reto que abarca no solamente negocio, personas, procesos, productos.
En dicho segmento, ¿ya han podido avanzar de manera importante?
En el segmento de grandes empresas, sí venimos ganando cuota de manera muy importante. En el segmento corporativo, estamos en un crecimiento muy importante. El primer trimestre ha sido súper positivo.
La confianza del empresario está en los mejores niveles, la confianza del consumidor también. Se ve inversiones en casi todos los segmentos. Los segmentos de turismo, hoteles, transportes se vienen reactivando. Entonces, sí se ve hoy un crecimiento que no lo veías el año pasado y somos muy positivos en este año poder acompañar este crecimiento de las empresas.
Las empresas, si el año pasado o el anteaño postergaron ciertos capex porque las tasas estaban muy altas, hoy con las caídas de tasas vienen adelantando sus capex. Hay un entorno positivo que hay que aprovechar.