
Fue la primera siderúrgica de capital privado en el Perú y ahora tienen casi S/ 5,000 millones en ventas anules. Aceros Arequipa ha recorrido una trayectoria de más de seis décadas que refleja la evolución de la siderurgia en el país y su consolidación como líder en el mercado nacional. Desde sus inicios en Arequipa hasta su actual presencia internacional, la compañía ha afrontado desafíos, impulsado su capacidad productiva y fortalecido su posición mediante inversiones estratégicas, adquisiciones y una visión enfocada en la expansión. Esta es su historia.
Nos remontamos a la década de 1940. Durante el gobierno de Manuel Prado, se encargó a la firma H.A. Brassert la realización de estudios técnicos para evaluar la viabilidad de establecer una planta siderúrgica nacional que cubriera la demanda interna.
Los resultados de estos estudios señalaron a Chimbote como la ubicación más adecuada para dicha planta, debido a su proximidad al proyecto hidroeléctrico del Cañón del Pato y al futuro puerto.
Durante los años 50 y 60, el auge del acero como industria estratégica motivó a numerosos gobiernos en el mundo a desarrollar sus propias siderúrgicas.
En el caso de Perú, en 1956 y bajo el liderazgo del presidente Manuel Odría, se creó la Sociedad de Gestión de la Planta Siderúrgica de Chimbote y de la Central Hidroeléctrica del Cañón del Pato (SOGESA), la cual, con el tiempo, adoptaría el nombre de Siderperú.
En ese contexto de industrialización, en 1964, el empresario Ricardo Cillóniz Oberti fundó Aceros Arequipa, marcando un hito como pionero de la siderurgia privada en el Perú.

La empresa inició sus operaciones en la ciudad de Arequipa con apenas 69 trabajadores, enfocándose en la producción de barras lisas de acero como sus primeros productos. En 1966, la empresa invierte S/ 50 millones en la construcción del parque industrial de Arequipa, allí estableció su primera planta de laminación.
En 1970, compra de un lote en el parque internacional de la Industria y Comercio de Lima y Callao, destinado para depósito de la producción de Arequipa. Hoy, dicha instalación se dedica a la fabricación de tubos de acero.
Más adelante, en 1974, dio su primer paso hacia la internacionalización al ingresar al mercado boliviano. Con los años, Ricardo Cillóniz se consolidó como una figura central en la compañía. No solo fue el fundador de Aceros Arequipa, sino también el impulsor de la creación de la Corporación Aceros Arequipa. En esta última, formó parte del directorio durante 34 años consecutivos y asumió la presidencia por un periodo de ocho años.
Su visión estratégica y capacidad de adaptación al mercado fueron fundamentales para que la empresa se posicionara rápidamente como el principal abastecedor de productos siderúrgicos a nivel nacional.
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La fusión que dio origen a una corporación y marcó un punto de quiebre en Aceros Arequipa
Tras casi 20 años después de su fundación, la empresa decidió iniciar su expansión. En 1983, inaugura su segunda planta de laminación en Pisco (Ica). Así, diversificó su producción con la fabricación de barras corrugadas y alambrón para la construcción.
Para ese entonces, ya contaba con una plantilla superior a los 250 trabajadores y alcanzaba una producción anual de 65,000 toneladas.
Más adelante, en 1988, Aceros Arequipa se fusionó con Laminadora del Pacífico S.A., de esa manera logró ampliar su portafolio de productos y consolidar su liderazgo en el sector. Sin embargo, el verdadero impulso para la compañía llegó en 1997, cuando se fusionó con Aceros Calibrados S.A., dando origen a la Corporación Aceros Arequipa S.A.
Esta decisión estratégica permitió que, en 1998, lograran superar las 200,000 toneladas de producción de acero, y cinco años más tarde alcanzaron un récord de 300,000 toneladas anuales. En ese mismo año, Ricardo Cillóniz fallece, luego de haber dirigido la empresa durante 34 años.
Años más tarde, en noviembre de 2016, la compañía enfrentó una situación adversa al anunciar el cierre definitivo de su planta de producción en Arequipa.
La medida respondió a la “competencia desleal” generada por importaciones a precios de dumping provenientes de China. Desde entonces, toda la producción se concentró en la planta de Ica, mientras que la sede del sur fue reconvertida en un importante centro de distribución.

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Aceros Arequipa se convierte en una empresa global con presencia en Estados Unidos y Asia
Pese a ser un año marcado por la crisis, en 2020, en plena pandemia, la compañía concretó su primera exportación de 40,000 toneladas de acero a China, marcando un hito para la siderurgia peruana. Al año siguiente, amplió su presencia en Asia con el envío de 150,000 toneladas de laminillo a Malasia, consolidando así su presencia en el mercado asiático.
Entre 2021 y 2023 invirtió US$ 38 millones en un centro de distribución y steel center (centro de acero) en Lurín en un terreno de 25 hectáreas. Además, como parte de su plan de expansión, inauguró en 2022 una planta de tubos y perfiles en Bolivia, con una inversión de US$ 15 millones. “Con este enfoque de inversiones hemos logrado ampliar un 50% nuestra capacidad de producción”, dijo la firma.
Hoy en día, Aceros Arequipa no solo se consolida como el principal proveedor de acero en el Perú, sino que también ha expandido su presencia a nivel internacional. En Bolivia cuenta con una planta de tubos y conformados, además de operaciones comerciales que abarcan patios de chatarra, almacenes y oficinas en Estados Unidos, Colombia, Ecuador y Chile.
Sus principales segmentos de mercado incluyen la construcción, el sector inmobiliario, la industria y la minería. En su complejo siderúrgico ubicado en la provincia de Pisco han logrado un nivel de producción de más de 1’170,00 toneladas métricas de barras de acero anual.
Entre los principales accionistas de la empresa figuran Ricardo y Reneé Cillóniz Champin, hijos del fundador, así como los hermanos Peschiera Alfaro, los Montori Alfaro y otros inversionistas.

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Más sobre Aceros Arequipa
Ganancias. La utilidad neta de la compañía durante el 2024 fue 2.4 veces mayor a la registrada durante el 2023 alcanzando un valor de S/ 196 millones.
Producción. Actualmente, la compañía alcanza una producción anual de 1’350,000 toneladas de acero y emplea a 1,800 personas en todo el territorio nacional.
Plantas. Aceros Arequipa tiene plantas de producción en Pisco y Lima, donde produce barras de acero, tubos, clavos, alambres, entre otros productos. Mientras que en las ciudades de Piura, Trujillo, Arequipa y Callao tienen almacenes y patios de chatarra.
Crecimiento financiero. Las ventas de la siderúrgica durante el 2024 fueron S/ 4,749 millones, la utilidad bruta S/ 772 millones (+55 % vs 2023) y el EBITDA y la utilidad neta S/ 654 y S/ 200 millones respectivamente reflejando crecimientos de 50% y 200% respectivamente en comparación con el 2023.
Inversiones. En 2024, la siderúrgica invirtió cerca de S/ 343 millones en el parque de metálicos, la planta de alambre recocido de 45,000 t/año y la planta de clavos de 15,000 t/año, un horno vertical de doble cuba, la instalación del tren laminador 3 en Pisco, que aumentó su capacidad en 330,000 t/año para perfiles y barras corrugadas.
Consumidor industrial. La siderúrgica es uno de los principales consumidores de chatarra reciclada de la costa oeste del Pacífico, desde Canadá hasta Chile.
Proyectos. El acero de la siderúrgica fue utilizado en el proyectos de infraestructura como el aeropuerto internacional de Chinchero en Cusco, el proyecto Colegios Bicentenarios y el proyecto de mitigación en la quebrada Huaycoloro en Lima.
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Periodista de Negocios. Es bachiller en Ciencias de la Comunicación. Inició su carrera en Diario El Gobierno y desde 2023 trabaja en Diario Gestión, donde se ha especializado en temas industriales, tecnológicos y educativos. Ha ganado el premio Periodista "Revelación 2024" en ciberseguridad de ESET Perú.