
Lo que comenzó —para algunos— como un meme e incluso un concurso sin mayor trascendencia terminó desatando un auténtico fanatismo en redes sociales. El “Mundial de Desayunos”, organizado por el streamer español Ibai, no solo alcanzó picos de audiencia y logró la participación de presidentes, sino que también ha impactado en la economía de los negocios que venden el tradicional desayuno dominguero peruano: el pan con chicharrón.
Tras imponerse a los chilaquiles de México, el encebollado de Ecuador y la marraqueta con palta de Chile, Perú avanzó a la final del concurso virtual para enfrentarse a la arepa venezolana.
Mientras la votación continúa, la demanda del pan con chicharrón a través de aplicativos de delivery se disparó 40% en las últimas semanas. Restaurantes y hoteles también han incrementado sus pedidos, y en las principales granjas de porcino la compra de esta carne subió entre 5% y 10% respecto a una semana normal, según Ana María Trelles, presidenta de la Asociación Peruana de Porcicultores.
Pedro Baltazar, chef de la chicharronería Kio, confirma que sus ventas aumentaron en un 30% gracias al “Mundial de Desayunos”.
La fiebre por este emblemático plato peruano no se queda ahí. Varias chicharronerías se han unido para preparar el pan con chicharrón más grande del país, de 12 metros de largo, que será presentado en la Plaza del distrito de Magdalena. Sin embargo, el cariño por este desayuno —que suele acompañarse con café y tamal verde— no es reciente: desde el 2011, cada tercer sábado de junio se celebra en Perú el Día Nacional del Chicharrón.
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El chicharrón que conquista hoteles y restaurantes
Usualmente, el 30% de la producción nacional de porcino se destina al canal Horeca (hoteles, restaurantes y catering); sin embargo, en las últimas dos semanas —impulsado por el “Mundial de Desayunos”— esa participación subió al 40%, señala la presidenta de la Asociación Peruana de Porcicultores. El resto se distribuye entre la fabricación de embutidos y el consumo directo. Por ahora, ningún kilo de porcino se exporta, pero el sector espera iniciar envíos en 2027, con destinos potenciales como Singapur, Corea del Sur o China.
El pan con chicharrón, que por años se consolidó en barrios tradicionales como Surco Viejo y Magdalena, ha conquistado también las bandejas de hoteles y cadenas de restaurantes en zonas más prósperas. Blanca Chávez, vocera de la Asociación Peruana de Hoteles, Restaurantes y Afines (Ahora), asegura que la mayoría de los hoteles de cuatro y cinco estrellas —especialmente en Lima— lo han incorporado tanto en sus buffets como en las cartas de restaurantes y espacios turísticos.
En cuanto al impacto del torneo virtual, Chávez destacó que el boom en redes sociales ha incrementado la demanda y visibilidad del pan con chicharrón, sobre todo en localidades como Mala y Huaral. “He conversado con vendedoras de pan con chicharrón en esas zonas y me cuentan que la gente se está volviendo loca. Las ventas se han disparado. Ahí es puro chicharrón”, comentó.
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La representante gremial también mencionó que en Lima el producto ya está consolidado en los hoteles tipo buffet y se espera que, con la popularidad que otorga el concurso, su presencia formal en la carta de hoteles y restaurantes aumente, incentivada por la demanda de turistas interesados en la gastronomía peruana.
Tras el impulso mediático del concurso y dada la expectativa de triunfo peruano, la mayoría de los establecimientos que todavía no ofrecen el pan con chicharrón lo incluirían en su carta, aspirando a que alcance el mismo rango de identidad que posee el ceviche como embajador de la gastronomía nacional.
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El panorama de Casa Andina
Pero, más allá de una votación en redes sociales, ¿qué nos deja realmente el “Mundial de Desayunos”? Indiscutiblemente, el éxito de un producto que ha logrado un rápido crecimiento en ventas, reforzado su identidad cultural, ganado reconocimiento de marca y fidelizado a sus consumidores.
El fenómeno ha sido aprovechado desde distintos frentes. Instituciones públicas y privadas, así como personajes influyentes, se han sumado a una masiva campaña para impulsar los votos a favor del emblemático pan con chicharrón.
Este boom ha reforzado el sentido de identidad más allá de las redes, con un impacto directo en hoteles y restaurantes, donde la demanda de este plato se ha incrementado. Así lo señala también Juan Stoessel, CEO de la cadena Casa Andina, quien estima que la participación peruana en el concurso incrementará aún más la demanda de este desayuno tradicional.
“El visitante extranjero suele inclinarse por platos peruanos más reconocidos, como el lomo saltado o el ají de gallina. En cambio, en hoteles de Chincha, Paracas y algunos destinos de la zona andina, el público nacional sí pide pan con chicharrón, especialmente los fines de semana”.
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Stoessel asegura que hay comentarios en el sector sobre un aumento en la demanda. De hecho, estimó que, si el desayuno peruano gana el concurso, explotará “boom” que podría trasladar al plato fuera del contexto de desayuno y expandirse a otros momentos del día.
Precisó que el chicharrón requiere preparación previa, por lo que los hoteles deben estar listos ante la posibilidad de un pico de pedidos.
“Creo que ya se podría poner también en toda la carta de sándwiches. Ahora se sirve en un buffet, en el desayuno, pero en algunas cartas sí lo tenemos para pedirlo a la carta. Lo que vamos haciendo nosotros es lo que nuestros huéspedes nos solicitan. Hoy ya tenemos muchas cartas en los platos más vendidos, más solicitados y obviamente son los que nunca dejamos de dar”, acotó.
El ejecutivo destacó que un aumento significativo en la demanda del pan con chicharrón traería beneficios especialmente a pequeñas y medianas empresas proveedoras del sector (mypes), como panaderías, proveedores de cebolla, camote, cerdo, etc.
Esto ve como una oportunidad positiva para apoyar a estos negocios, aunque depende de la capacidad de cada proveedor.
“Todo lo que puede ser ayudar primero a las mypes un trabajo que hacemos muchísimo. Tratamos justamente de beneficiar a estos negocios, aunque no siempre se puede. Depende del producto que vendan. Pero este es un claro ejemplo que las mypes podrían salir beneficiadas”, puntualizó.

Incremento de ventas
De acuerdo con el Ministerio de la Producción (Produce), el 40% de los establecimientos que venden pan con chicharrón se ubica en la capital, mientras que Cusco y Puno presentan una menor porción del total.
Las ventas de las chicharronerías formales suman S/ 244 millones anuales, lo que representa el 0.7% del sector restaurantes y el 0.02% del PBI peruano. ¿Este año se tendría un nuevo récord?
Jorge Carrillo, especialista en finanzas de Pacífico Business School, indicó que los restaurantes de ventas de sándwiches criollos estiman un posible incremento de ventas entre 10% y 20%. Según el especialista, el efecto es más marcado se registraría en chicharronerías muy especializadas, donde podría alcanzarse un aumento de 20% a 30% en las ventas.
¿Un ‘boom’ que promovería la formalización?
Con respecto al sector informal, Carrillo Acosta sostuvo que la tendencia puede motivar a que negocios pequeños o informales consideren la posibilidad de formalizarse para aprovechar el crecimiento de ventas.
“Podría ser una motivación para, a partir de este boom y de las mejores ventas que van a salir, pensar ya en la formalización. Más allá de eso, nuevamente, hay un tema de salud que habría que ver si las empresas informales cuidan”, dijo.
“El cerdo es un producto que en algún momento ha tenido algunos problemas de salubridad. Entonces, para tener una mayor tranquilidad de cara al público, sí podría ser una buena oportunidad para empezar a formalizarse”, puntualizó.

Bachiller en Periodismo por la Universidad Jaime Bausate y Meza, con seis años de experiencia en prensa radial, escrita, digital e instituciones públicas.