
De un taller improvisado en una cochera a exportar millones de prendas al año: la historia de Topitop resume más de cuatro décadas de crecimiento sostenido, con presencia en casi todo el país y envíos a mercados como Estados Unidos, Europa y Sudamérica. Hoy, la firma produce más de 2.5 millones de piezas mensuales y viste a marcas globales de prestigio.
La historia comienza con Aquilino Flores, un emprendedor que nació en Huancavelica y que, los 12 años, tras el fallecimiento de su papá y quedarse a cargo de sus hermanos, viajó a Pisco para trabajar en el apañamiento de algodón.
“El falleció de mi padre, cuando era pequeño, fue un golpe muy duro porque yo era el mayor de mis hermanos. Así que como todo migrante provinciano, decidí venir a la capital para trabajar”, dijo alguna vez Aquilino.

La historia detrás del gigante textil
En 1960, ya instalado en Lima, desempeñó diversos oficios, desde lavar autos hasta vender caramelos en la calle en los alrededores del Mercado Central.
“Cuando llegué a la ciudad, todo me parecía grande, no como en mi tierra. Comencé a ganarme la vida lavando autos y vendiendo golosinas. Me iba muy bien, siempre trataba de hacer bien mi trabajo para que los dueños de los autos me recomendaran”, contó Aquilino en una ocasión.
De hecho, fue uno de los dueños de esos autos que limpiaba quien le propuso vender polos: le entregó veinte unidades que logró venderlas todas en un solo día.
Fue esa oportunidad y su habilidad la que le permitió identificar una oportunidad en el negocio textil. Para 1970 había adquirido sus primeras máquinas de coser en un pequeño taller de confección en un cochera.
LEA TAMBIÉN: La marca de lujo Hugo Boss contempla expandirse en la capital, ¿qué zonas mira?
Topitop: a la conquista de Estados Unidos
Con el tiempo, Aquilino trajo a sus hermanos Manuel, Carlos, Marcos y Armando desde Huancavelica a Lima para incorporarlos al negocio. Juntos comenzaron a trabajar de manera informal, pero con alta calidad en sus prendas.

Sin embargo, el gran salto de su negocio llegó cuando un comerciante de Desaguadero, en la frontera con Bolivia, le encargó camisetas estampadas por un valor de US$ 10,000, según un artículo de Daniel Córdova, exdecano de la Facultad de Economía de la UPC.
A inicios de los años 80, el crecimiento de la empresa de Aquilino continuaba pese a los conflictos sociales de la época como el terrorismo. En 1983, los hermanos Flores formalizaron su emprendimiento y fundaron Topy Top, enfocada en ofrecer moda a buen precio y con calidad.
En 1986 inauguró sus tres primeras tiendas Topy Top en Lima, logrando un éxito inmediato que lo llevó a expandirse a Trujillo, Piura y Arequipa. A mediados de los años 90 puso en marcha su primera planta modelo en San Juan de Lurigancho, con capacidad para producir entre 40,000 y 50,000 prendas diarias destinadas a la exportación.

Posteriormente, en 1996 comenzó a exportar a mercados de la región como Argentina, Paraguay, Chile, Brasil, Ecuador y Colombia, así como a reconocidas cadenas internacionales como GAP y Old Navy.
Un año después, la empresa se fusionó con Creaciones Flores S.R.L. y adoptó la denominación Topy Top S.A. En el 2000 incorporó a Perú Color Star S.A. mediante una fusión por absorción.
Para 2005 ya se había posicionado como la primera empresa peruana en exportar productos textiles al extranjero, según información de la compañía. En 2007 adoptó el nombre comercial Topitop y consolidó su expansión en todo el país.
LEA TAMBIÉN: Alberto Ackerman: De una tienda en Miraflores a revolucionar la moda masculina con John Holden
De Huancavelica al mundo: Topitop conquista Estados Unidos
La firma peruana se mantiene como el principal exportador de la industria textil en el país. Por ejemplo, entre enero y abril de este año lideró el ranking de exportaciones del sector, con envíos por US$ 34.3 millones, un 41,97% más que en el mismo periodo de 2024 (US$ 24.2 millones).
El 50% de sus exportaciones se dirige a Estados Unidos, el 30% a Europa, principalmente Alemania, Francia e Inglaterra; el 15% a Sudamérica y el 5% a Asia. "EE.UU. es un mercado inmenso con mucho potencial para seguir creciendo. Estamos dándole mayor peso a la innovación y utilizando telas diferenciadas en nuestras confecciones”, indicó Sigrid Rivas, gerente comercial de la compañía para la Asociación de Exportadores (ADEX).

Entre sus principales clientes se puede mencionar a reconocidas marcas de prestigio mundial, como Hugo Boss, Lacoste, Travis Mathew, Kith, Life is Good, entre otras.
Actualmente cuenta con más de 70 tiendas en casi todos los departamentos, de las cuales 63 están ubicadas en Lima. Además, tiene dos plantas en Lima en Chincha (Ica). Su capacidad de producción es de 2,500,000 piezas mensuales. Sus ventas anuales superan los US$ 100 millones.
Más sobre Topitop
- En el 2019, en medio de la pandemia por el COVID-19, la empresa familiar de los hermanos Flores tuvo un desafío por delante con el cierre de seis de sus tiendas. Asimismo, tuvieron que adaptarse a las plataformas digitales para sostener las ventas de sus productos.
- Para el 2020, gracias al lanzamiento de su plataforma de comercio electrónico, Topitop alcanzó un crecimiento del 450% en los últimos años.
- La línea casual de Topitop está compuesta por t-shirts, polos, joggers, shorts, vestidos, faldas y otras prendas para varones, mujeres y niños. En el caso de su línea deportiva, elabora ropa con condiciones especiales como transporte de humedad, protección UV, tejido antimicrobiano, entre otras.
- Este año anunciaron que incorporarán mayor valor agregado a sus prendas, con el objetivo de incrementar su penetración en el mercado de Estados Unidos. "Las mejoras se realizan en prendas como los t-shirts (camisetas), a través de las incorporaciones de componentes sostenibles como el cáñamo, fibra de algas o de maíz", dijo la ejecutiva comercial.
LEA TAMBIÉN: Chincha, la provincia peruana que confecciona para marcas top como Lacoste y Lululemon

Periodista de Negocios. Es bachiller en Ciencias de la Comunicación. Inició su carrera en Diario El Gobierno y desde 2023 trabaja en Diario Gestión, donde se ha especializado en temas industriales, tecnológicos y educativos. Ha ganado el premio Periodista "Revelación 2024" en ciberseguridad de ESET Perú.