
La minería peruana se encuentra en un momento decisivo: mientras gana protagonismo en la transición energética global enfrenta también la realidad de gestionar las transiciones laborales cuando un proyecto culmina su ciclo. En esta edición de 20 en empleabilidad, Jimena Díaz, gerente de consultoría de LHH DBM Perú, nos habla de la importancia de abordar la dimensión de la transición laboral en este sector.
Señala que el cierre de una mina es un evento complejo que impacta en cientos de trabajadores y las comunidades que dependen de su actividad. En este contexto, la sostenibilidad del sector no solo se debe medir en términos ambientales o económicos, sino también en cómo se acompaña a las personas en esos momentos de cambio.
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Explicó que, en el sector minero, las transiciones laborales se presentan de manera distinta según el perfil. Por un lado, están los profesionales que acceden a procesos individuales que les permiten evaluar sus trayectorias, identificar nuevas oportunidades y dar el salto hacia otros sectores. Y por el otro lado, están los grupos numerosos de trabajadores operativos, donde el reto es distinto.
Agregó que, en ambos casos, la transición laboral en minería no se limita a buscar un nuevo empleo, sino que constituye un proceso de construcción más profundo, de adaptación, aprendizaje y recuperación de la confianza. “Invertir en estos procesos no es solo un gesto socialmente responsable, sino una estrategia clave para proteger el capital humano y fortalecer la licencia social de la industria”, puntualizó Díaz.