Un tractor circula entre el barro tras las inundaciones en Bahía Blanca el pasado 8 de marzo. (Foto: AFP)
Un tractor circula entre el barro tras las inundaciones en Bahía Blanca el pasado 8 de marzo. (Foto: AFP)

Socorristas continúan este lunes la búsqueda de sobrevivientes del inédito temporal que sumergió la ciudad argentina de Bahía Blanca, azotada feroces lluvias que dejan 16 muertos, un centenar de desaparecidos y pérdidas millonarias.

Casi un millar de víctimas sigue albergada en una docena de centros de acogida, mientras maquinaria pesada remueve los escombros en una lenta reconstrucción de esta ciudad costera de 350.000 habitantes, 600 km al sur de la capital argentina.

Hasta ahora, los forenses identificaron a 15 de los 16 fallecidos.

Clubes de fútbol y otras entidades civiles recolectan donaciones en la capital argentina para enviarlas en un tren solidario que parte este lunes.

Fotografía que muestra personas saliendo de una inundación este sábado en Bahía Blanca (Argentina).  (Foto: EFE)
Fotografía que muestra personas saliendo de una inundación este sábado en Bahía Blanca (Argentina). (Foto: EFE)

“El agua descendió en todos lados” en el ejido de la ciudad, aunque siguen anegadas localidades vecinas, dijo a radio AM750 el ministro de Seguridad de Buenos Aries, Javier Alonso.

Entre los desaparecidos figuran dos hermanas de 1 y 5 años que fueron arrastradas por la corriente junto a su madre, sobreviviente de la tragedia.

El cuerpo de un hombre que intentó socorrerlas fue hallado el domingo y es una de las víctimas ya identificadas, según reportes policiales que cita la prensa local.

Alonso señaló que las niñas son las únicas personas “reportadas como desparecidas ante la fiscalía”.

Las autoridades confían en que del centenar de desaparecidos, gran parte son “producto de gente desencontrada”.

“Hay 269 escuelas y necesitamos que reabran lo antes posible. De las primeras 100 que relevamos, 32 no tuvieron daños, en 45 hay que hacer limpieza y 23 tienen daños graves y habrá que hacer obras. Todo esto lleva tiempo”, dijo Alonso.

Hay sectores de la ciudad donde aún “hay metro y medio de barro” describió el funcionario.

Unos 200 bomberos se sumaron a las tareas de limpieza y casi 800 policías a las de seguridad, ante el temor de saqueos.

En shock

Atareados con los trabajos para volver a poner sus casas en pie, los vecinos siguen en shock.

“Empezó a llover cerca de las tres y media (del viernes). Fue terrible porque empezó a venir agua, estaban todas las calles del centro desbordadas. Cuando paró de llover un poco, al mediodía, empezó a venir el agua marrón”, relató a la AFP Guillermo Busteros que habita a 3 kilómetros del canal Maldonado, cuyo desborde empeoró la tragedia.

Todavía “no hay colectivos, no hay bancos y si tenés que comprar lo tenés que hacer en efectivo porque no hay sistema (...) de noche la policía patrulla con helicópteros y reflectores”, dijo Busteros que vive en un barrio todavía sin electricidad.

Otra vecina, Pamela Pacheco, piensa que “a la ciudad le va a costar muchísimo recuperarse”. Ya en diciembre de 2023 un tornado dejó 13 muertos y daños millonarios de infraestructura.

“Ya tuvimos un temporal de viento, hace poco caída de granizo tremenda, ahora con la inundación, sinceramente no hay casa que resista, en la periferia la mayoría son ranchitos, muy precarias y algunas hoy ya no existen”, refirió.

Solidaridad

Organizaciones civiles, entre ellas clubes de fútbol, lanzaron campañas de donaciones para los damnificados y el gobierno ha dispuesto tres días de duelo nacional por la tragedia.

“Tenemos tres habitaciones repletas con decenas de bolsas con donaciones”, dijo a la AFP Simón Oliak, directivo del club Atlanta, en la capital argentina.

En los pasillos se acumulan camas, colchones, mesas, sillas y “cantidad impresionante de bidones” de agua”, señaló Oliak.

Desde el domingo han recibido donaciones sin cesar. Las envían socios del club, pero también iglesias y escuelas.

“Ha tomado una magnitud que no era esperada, esto muestra que la solidaridad acá sigue en pie. Pueden habernos quitado muchas cosas, pero la solidaridad no nos la pueden quitar”, dijo este veterano dirigente de Atlanta de 86 años.

Sin precedentes

Argentina ha recibido, entre otros, condolencias del Papa Francisco, hospitalizado en el Vaticano por una neumonía, quien expresó que está “cerca del sufrimiento” de las víctimas de Bahía Blanca.

La tormenta, la peor de la historia de Bahía Blanca, causó daños por unos 400 millones de dólares, según un balance preliminar.

El gobierno nacional autorizó una ayuda extraordinaria de 10.000 millones de pesos (unos 9,2 millones de dólares).

En los barrios donde el agua bajó, afloraron un tendal de escombros, muebles dañados y automóviles apilados.

El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, calificó lo sucedido como “una catástrofe sin precedentes”.

Enfermeras salvaron a 15 recién nacidos

Al menos quince bebés salvaron sus vidas gracias a la rápida reacción de las enfermeras del hospital Penna de Bahía Blanca, en Argentina, que los trasladaron, en sus brazos, a los pisos superiores del edificio cuando se desató una gran tormenta que anegó la ciudad e inundó el centro sanitario.}

”Metí a una bebé de un kilo en el ambo (uniforme) para que no pierda el calor, porque se estaba enfriando”, contó Luciana Marrero, una de las enfermeras.

Sonia Scardapane, otra enfermera, explicó que las trabajadoras se dividieron en grupos para salvar a los menores, uno de ellos se dirigió al lugar donde estaban las madres internadas para ayudarlas a llevarse a los bebés.

Agregó que en la planta que se inundó “había bebés en cunitas, otros en incubadora y otros con oxígeno”.

Las imágenes del rescate se difundieron en las redes sociales y mostraron a las enfermeras con los bebés en sus brazos, con respiradores y cables de monitoreo. Los subieron por las escaleras porque no había suministro eléctrico y los ascensores estaban fuera de servicio.

”La prioridad siempre son los bebés. Yo no sabía cómo estaba mi familia, como el resto de los que estábamos ahí”, dijo Luciana Marrero, al añadir: “Nos pusimos en el lugar de esa mamá que no pudo llegar hasta la neo”.

Las profesionales trabajaron durante 18 horas consecutivas hasta que culminaron el traslado de los bebés, sanos y salvos, a otro centro.”La sala de neonatología (del hospital Penna) está totalmente destruida. El agua bajó y ahora queda limpiar, acomodar y ver qué se puede salvar. El agua no nos dio tiempo a rescatar absolutamente nada”, aseguró Scardapane este lunes, cuando pudieron acceder al lugar.

Las enfermeras pidieron colaboración para poder reconstruir el hospital: “Nuestro sueño es volver a nuestra neo en pie”.

(Con información de AFP y EFE)