
El 4 de septiembre de 2025, a los 91 años, falleció Giorgio Armani, figura que trascendió la moda y redefinió la idea de lujo en el mundo. Su ausencia deja un hueco inmenso en la industria textil y en el escenario global del diseño. Más que creador de prendas inolvidables o responsable de desfiles históricos, Armani fue un visionario que revolucionó la moda desde sus cimientos. Su trayectoria vital resulta tan cautivadora como el legado empresarial y estético que construyó, donde la sobriedad, la elegancia italiana y la perfección formal se convirtieron en signos inconfundibles de su nombre.
La noticia fue confirmada a través de un comunicado del Grupo Armani, en el que se aseguró que el diseñador falleció de manera pacífica, rodeado de sus seres queridos, y trabajando hasta sus últimos días. Creo que la mayoría ha crecido viendo cómo su nombre aparecía en cada alfombra roja importante y cómo grandes estrellas de Hollywood lucían sus diseños. Pero también llama la atención el otro lado de la noticia: la enorme fortuna que acumuló a lo largo de los años y cómo planeó su sucesión, teniendo en cuenta que no tiene hijos.
LA ENORME FORTUNA DE GIORGIO ARMANI
De acuerdo con la revista Forbes, Giorgio Armani tenía un patrimonio neto de US$12,100 millones al momento de su fallecimiento. Era uno de los diseñadores más ricos del mundo, y lo más impresionante es que era el único accionista de su empresa, Giorgio Armani S.p.A., lo que le permitía un control total sobre todas las decisiones, algo bastante inusual en el mundo corporativo de hoy.
Su imperio no solo abarcaba moda de alta gama. Armani también incursionó en la música, el deporte, la hotelería de lujo y los bienes raíces. Era propietario del club de baloncesto Olimpia Milano, tenía inversiones en hoteles exclusivos en Italia, controlaba propiedades en lugares clave del mundo y era dueño de un yate de 60 metros. Su visión de marca iba mucho más allá de la pasarela.

¿QUIÉN HEREDARÁ LA FORTUNA DE GIORGIO ARMANI?
Una de las preguntas más repetidas tras su muerte es quién heredará su enorme fortuna. Giorgio Armani no tuvo hijos, y durante años mantuvo un perfil muy reservado sobre su vida privada. Sin embargo, en una entrevista que ofreció al Financial Times poco antes de su fallecimiento, dejó claro que había diseñado un plan de sucesión cuidadosamente estructurado.
En sus propias palabras: “Mis planes de sucesión consisten en una transición gradual de las responsabilidades que siempre he asumido a mis seres más cercanos... como Leo Dell’Orco, los miembros de mi familia y todo el equipo de trabajo”. Armani hablaba en serio cuando decía que su empresa era como una familia, y confió su legado a quienes estuvieron a su lado durante décadas.
¿Quién es Leo Dell’Orco?
Si no estás familiarizado con el nombre, te explico. Leo Dell’Orco fue durante mucho tiempo el director de diseño de la línea masculina de Armani, y uno de los colaboradores más cercanos del diseñador. También se le considera parte del círculo íntimo del fundador, y su presencia en el día a día del negocio lo convirtió en una figura clave dentro de la estructura interna de la compañía.
Todo indica que Dell’Orco tendrá un papel central en el futuro de la empresa, junto a otros miembros de la familia y ejecutivos que ya venían asumiendo roles estratégicos en la firma. Es decir, Armani dejó todo bien organizado para que su marca no pierda identidad, incluso sin él al mando.
La familia también estará al frente
Aunque no se conocen todos los nombres exactos, se sabe que miembros de la familia Armani también estarán involucrados en la herencia del diseñador, tanto en lo personal como en lo empresarial. Entre ellos estarían sobrinos, primos y otros familiares cercanos que ya tenían funciones dentro de la compañía.
Este modelo de gestión familiar y cercana parece alinearse perfectamente con la filosofía de Giorgio Armani, quien siempre evitó que su empresa fuera absorbida por gigantes corporativos o por fondos de inversión, como ha ocurrido con otras marcas de lujo.
¿QUÉ PASARÁ CON EL GRUPO ARMANI AHORA?
El futuro de Giorgio Armani S.p.A. parece estar asegurado a corto y mediano plazo. La compañía ya contaba con una estructura operativa sólida, con divisiones bien definidas para sus distintas marcas: Giorgio Armani, Emporio Armani, Armani Exchange, Armani Privé, y otras subsidiarias del grupo.
Además, el propio Armani se encargó de que el ADN de su firma estuviera claro: elegancia sin excesos, líneas limpias, y una estética atemporal. Esa visión, que tantas veces fue imitada pero nunca igualada, seguirá guiando el rumbo de la empresa en los próximos años.







