
Una mujer de Midlothian, Virginia, decidió convertir su golpe de suerte en un acto de generosidad. Carrie Edwards ganó la lotería y anunció que donará cada centavo de su premio a causas benéficas.
Edwards acertó cuatro de los primeros cinco números, además del Powerball, en el sorteo del 8 de septiembre. Aunque el premio original era de 50.000 dólares, ella había pagado un dólar extra por la opción Power Play, lo que triplicó sus ganancias hasta alcanzar los 150.000 dólares.
Lo curioso es cómo eligió los números. Edwards contó que usó la aplicación de ChatGPT en su teléfono para ayudarla a decidir. “Le dije: ‘ChatGPT, háblame… ¿tienes números para mí?’”, recordó durante una conferencia de prensa.

Dos días después, mientras estaba en una reunión, recibió una notificación en su celular: “Por favor, recoja sus ganancias de lotería”. Al principio pensó que se trataba de una estafa. “Pensé: ‘Yo sé que no gané’”, relató, pero tras verificar la información, confirmó que era cierto y que su vida acababa de cambiar.
“En cuanto esa bendición divina llegó a mí, supe exactamente qué debía hacer con el dinero. Supe que tenía que regalarlo todo, porque he sido muy bendecida y quiero que esto sea un ejemplo de cómo otras personas, cuando son bendecidas, pueden bendecir a los demás”, explicó.
Fiel a su promesa, Edwards dividirá los 150.000 dólares entre tres organizaciones que le resultan significativas. La primera es la Association for Frontotemporal Degeneration (AFTD), dedicada a la investigación de una enfermedad que provoca demencia temprana y que en 2024 le arrebató a su esposo.

La segunda es Shalom Farms, una granja regenerativa en Richmond enfocada en la justicia alimentaria. “Es la mejor organización, porque entienden que, en el fondo, todos somos responsables de ayudarnos unos a otros en esta vida, de ayudar a la comunidad y a quienes no tienen lo que nosotros tenemos. Eso es algo en lo que se enfocan a través de su programa de justicia y equidad alimentaria”, dijo.
La tercera es la Navy-Marine Corps Relief Society, una causa “muy cercana a su corazón” porque su padre, piloto de combate, la apoyó durante toda su vida.
Antes de entregar el dinero, Edwards explicó lo agradecida que se siente. “Porque es una ganancia inesperada, y sin duda va a ayudar a quienes lo necesitan”, expresó.