
El sábado 6 de septiembre de 2025 se efectuará en Chile el segundo cambio de hora del año, dando inicio al horario de verano en la mayor parte del país. Esa noche, cuando el reloj marque las 23:59, deberá adelantarse 60 minutos, por lo que los chilenos perderán una hora de sueño en la mayoría de las regiones.
Este ajuste puede parecer sencillo, pero la realidad es que perder una hora de sueño en primavera puede provocar somnolencia, privación del sueño y afectar tu rendimiento durante días o incluso semanas. Por eso, contar con estrategias para adaptarse es fundamental.

Consejos de expertos para la transición al horario de verano
Según Rachel Ziegler, MD, especialista en medicina del sueño en Fairmont, Minnesota, para Mayo Clinic Health System, hay varias formas de minimizar los efectos del cambio de hora:
- Ajustes graduales en la hora de acostarse. Comienza a acostarte 15 minutos antes varios días antes del cambio de hora y aumenta otros 15 minutos cada dos noches. Es importante esforzarse por descansar bien la semana previa al ajuste.
- Siestas cortas y estratégicas. Si sientes sueño el domingo después del cambio, puedes tomar una siesta corta de 15 a 20 minutos a primera hora de la tarde. Evita dormir demasiado cerca de la hora de acostarte para no afectar el sueño nocturno.
- Evalúa cómo te afecta la siesta. Algunas personas pueden dormir la siesta sin problemas, mientras que otras pueden notar dificultades para conciliar el sueño por la noche. Aprende a usar la siesta a tu favor.
- Evita dormir más de la cuenta por la mañana. Aunque parezca tentador recuperar la hora perdida, no prolongar el sueño matutino ayuda a que tu cuerpo se adapte más rápido.
- Mantén horarios consistentes. Acostarte y despertarte a la misma hora todos los días, incluidos los fines de semana, ayuda a regular tu ciclo de sueño y facilita las mañanas.
Independientemente de la época del año, dormir adecuadamente es esencial para mantener la salud física y mental.

Beneficios de un buen sueño y riesgos de la privación
Dormir lo suficiente no solo combate la somnolencia del cambio de hora; tiene impactos profundos en nuestra salud:
- Aprendizaje y memoria: El sueño permite al cerebro procesar nuevas experiencias y conocimientos, mejorando la comprensión y la memoria.
- Metabolismo y control del peso: Dormir regula las hormonas que controlan el apetito, evitando que la falta de sueño aumente el hambre y favorezca el sobrepeso.
- Salud cardiovascular: Trastornos del sueño, como la apnea, se relacionan con hipertensión, arritmias y aumento de hormonas del estrés.
- Estado de ánimo: Dormir poco genera irritabilidad y puede contribuir a problemas crónicos como depresión o ansiedad.
- Sistema inmunitario: Durante el sueño, el cuerpo libera proteínas llamadas citocinas, que combaten infecciones y reducen la inflamación. Dormir poco debilita esta defensa natural.
- Seguridad y rendimiento: La falta de sueño afecta la percepción y el juicio, disminuye la productividad y aumenta el riesgo de accidentes, incluso mortales al conducir con somnolencia.