
Con la llegada del otoño y el aumento de la humedad, secar la ropa se convierte en una tarea más complicada. Las prendas tardan más en secarse y, si el aire no circula bien, pueden terminar con ese desagradable olor a humedad que ni el mejor suavizante consigue disimular. Sin embargo, evitarlo no es tan difícil si se siguen unos pasos básicos y se aplica un sencillo truco doméstico que deja la ropa con un perfume duradero.
Según explican los expertos en limpieza del hogar, los malos olores suelen aparecer cuando la ropa no se seca del todo o se mantiene húmeda durante demasiado tiempo. El exceso de suavizante, la falta de ventilación o dejar la colada dentro de la lavadora más de la cuenta son algunos de los errores más frecuentes.
Ventila y sacude antes de secar
Antes de tender la ropa, conviene sacudir bien cada prenda para eliminar la humedad superficial y las arrugas. Cuanto más extendidas estén, más rápido se evaporará el agua. Si se seca en interior, es importante colocar el tendedero junto a una ventana abierta o usar un deshumidificador para acelerar el proceso y evitar el olor a cerrado.
Si se usa secadora, se recomienda limpiar el filtro de pelusas tras cada uso. Un filtro sucio reduce la circulación del aire caliente y puede hacer que la ropa tarde más en secarse, además de generar un olor desagradable dentro del tambor.
Evita el exceso de suavizante y la humedad
Aunque el suavizante aporta aroma, abusar de él tiene el efecto contrario: deja residuos en las fibras y atrapa la humedad. Los especialistas recomiendan usar solo la dosis indicada y, de vez en cuando, sustituirlo por vinagre blanco, que elimina los restos de jabón y neutraliza los olores.
También conviene no amontonar la ropa al tenderla ni colocarla demasiado cerca del suelo o de fuentes de vapor como la cocina o el baño. Cuanto más seco esté el ambiente, más limpia olerá al final del secado.
El truco de la toallita en la secadora
Entre los métodos caseros más eficaces destaca el de Concepción Sánchez (@decorandoelinterior_), experta en hogar, que propone introducir una toallita perfumada en la secadora para que la ropa salga con un aroma fresco y duradero.
El truco consiste en preparar previamente las toallitas en casa: basta con colocarlas en un recipiente con suavizante o perfumador textil y dejar que se impregnen durante unas horas. Después, se guarda cada toallita en un envase cerrado y se utiliza una por ciclo de secado. Según explica la experta, “es mano de santo para que la ropa huela bien y conserve el aroma durante días”.
Para quienes no usan secadora, el mismo principio puede aplicarse con un spray textil perfumado hecho en casa. Su preparación es sencilla: solo hay que llenar un pulverizador con tres cuartos de agua, añadir un cuarto de perfumador textil y completar con un par de chorros de alcohol para fijar el aroma. Bastará con agitarlo antes de usarlo y pulverizar ligeramente las prendas antes de plancharlas o guardarlas. El resultado: un olor fresco y duradero que se mantiene durante días.
Además, mantener limpia la lavadora es esencial: el tambor, la goma y el cajetín del detergente acumulan residuos que pueden transferirse a la ropa.