
En el episodio final de “Monster: La historia de Ed Gein” de Netflix, la sorpresa llega con la aparición de varios asesinos aterradores; sin embargo, quien más inquietud y curiosidad despierta es Richard Speck, interpretado por Tobias Jelinek. Aunque ocupa un papel secundario, la serie lo retrata como alguien que sentía una clara admiración por Ed Gein.
En la pantalla vemos su representación como una especie de interno de una cárcel con senos de mujer y que intercambia favores sexuales a cambio de dinero o droga, lo cual ha sido algo controversial y que no pasa desapercibido. Todo eso hace que el público se pregunte si eso es cierto. Incluso, en la serie, se sugiere que le escribía cartas desde la cárcel a Ed Gein. Pero, ¿qué hay de cierto en eso? ¿Y quién fue realmente este hombre conocido como el “Birdman”?
La serie original de Ryan Murphy combina hechos reales con elementos de ficción para explorar el legado oscuro de asesinos como Ed Gein, que inspiraron a personajes del cine como Norman Bates y Leatherface. Sin embargo, cuando aparece alguien como Richard Speck —con su propia historia aterradora y absolutamente real—, es inevitable querer saber más. Yo también me hice esa pregunta: ¿quién fue este hombre que cometió uno de los asesinatos masivos más impactantes del siglo XX en Estados Unidos?
¿QUIÉN ES RICHARD SPECK?
Richard Speck nació el 6 de diciembre de 1941 en Kirkwood, Illinois, justo un día antes del ataque a Pearl Harbor, y creció entre la pobreza, el abuso y una cadena interminable de malas decisiones. Pero nada podría haber anticipado lo que sucedería el 14 de julio de 1966, cuando irrumpió en una casa en Chicago y asesinó brutalmente a ocho estudiantes de enfermería.
Fue un crimen atroz, que conmocionó no solo a la ciudad sino a todo el país. Solo una joven, Corazón Amurao, logró sobrevivir escondiéndose debajo de una cama. Fue ella quien después daría la descripción clave para capturar a Speck.
Durante los días posteriores al crimen, Speck intentó quitarse la vida en un hotel, pero fue atendido por un médico que notó algo muy particular: un tatuaje en su brazo que decía “Born to Raise Hell” (“Nacido para desatar el infierno”). Ese detalle, ya mencionado en los informes policiales, fue suficiente para confirmar su identidad.
William Martin, fiscal del condado de Cook, resumió el impacto del caso en una frase: “Fue el fin de una era de inocencia”. Después del caso Speck, la sensación de seguridad en lugares como hospitales, residencias estudiantiles o vecindarios tranquilos simplemente desapareció.

¿POR QUÉ LE DECÍAN EL “HOMBRE PÁJARO”?
Este apodo, que en inglés era “Birdman”, lo recibió años después, ya estando en prisión. El motivo parece casi una ironía trágica. Según relató John E. Douglas, el célebre criminólogo del FBI y coautor del libro “Mindhunter”, Speck encontró un pequeño gorrión herido que entró a su celda. Lo cuidó durante un tiempo, hasta que un guardia le recordó que no podía tener mascotas.
La reacción de Speck fue cruel y definitiva: arrojó al pájaro a un ventilador. “Si no puedo tenerlo yo, nadie puede”, le dijo al guardia. Esa escena, narrada años más tarde, dejó claro que la violencia no se había quedado en la calle. Estaba impregnada en su personalidad.
¿SPECK REALMENTE LE ESCRIBIÓ CARTAS A ED GEIN?
La escena de “Monster: The Ed Gein Story”, en la que Richard Speck aparece escribiéndole cartas a Gein es poderosa, pero no está basada en hechos confirmados. Según el sitio Biography y otras fuentes de archivo, no existe evidencia real de que ambos asesinos hayan intercambiado correspondencia.
En realidad, se trata de una secuencia ficticia utilizada por Ryan Murphy para mostrar cómo el legado de Gein inspiró de forma enferma a otros criminales. En palabras del propio productor, “muchas criaturas oscuras —como Speck o Ted Bundy— estaban obsesionadas con Ed Gein por las razones equivocadas".

S️PECK PASÓ TODA SU VIDA EN PRISIÓN
Speck fue juzgado en 1967 y condenado a la pena de muerte, pero en 1972, la Corte Suprema de Estados Unidos declaró inconstitucional la pena capital, lo que redujo su sentencia a ocho cadenas perpetuas consecutivas.
Desde entonces, pasó el resto de su vida en el Centro Correccional de Stateville, en Crest Hill, Illinois. Durante su tiempo en la cárcel, no mostró señales de arrepentimiento y llegó incluso a participar en grabaciones ilícitas donde se lo veía usando drogas y jactándose de su impunidad.
Speck solicitó la libertad condicional en siete ocasiones, pero en todas fue denegada. Las familias de las víctimas, activistas y la opinión pública presionaron fuertemente para que permaneciera tras las rejas. Nadie estaba dispuesto a permitir que un asesino de su calibre regresara a la sociedad.
La serie provocó la siguiente pregunta en los televidentes: ¿el asesino tenía senos de mujer? La respuesta es sí, pero no por implantes o algo similar. De acuerdo con información especializada que se puede hallar en diferentes portales de noticias, Speck tomó hormonas femeninas en la cárcel, las cuales ingresaron a dichas instalaciones de forma ilegal. Su intención era convertirse en alguien más atractivo para los otros presos y prostituirse.
De esta manera, Richard Speck murió en prisión el 5 de diciembre de 1991, un día antes de cumplir 50 años. La causa fue un presunto ataque al corazón. Y aunque su fallecimiento puso punto final a una historia llena de violencia, su legado —si se puede llamar así— sigue presente cada vez que se revisa la historia de los crímenes más atroces cometidos en Estados Unidos.

¿Te apasionan las series y películas? Sigue nuestro canal en WhatsApp para recibir las novedades más comentadas directamente en tu celular 👉Únete aquí.