
Al comenzar a ver “Las guerreras k-pop” en Netflix, no imaginaba gran cosa. Creí que sería otra animación pasajera, entretenida pero fácil de olvidar. Sin embargo, la historia y la música resultaron mucho más sólidas de lo que esperaba. La sorpresa fue enorme: no solo me atrapó a mí, sino también a millones de personas alrededor del mundo. Más de 230 millones la reprodujeron —y muchos repitieron la experiencia—, lo que la catapultó al primer lugar de las producciones más vistas de Netflix, dejando atrás a éxitos como “Alerta Roja”, protagonizada por Dwayne Johnson, Gal Gadot y Ryan Reynolds.
Lo curioso, y acá viene lo más interesante, es que “Las guerreras k-pop” era originalmente un proyecto de Sony Pictures, y ellos decidieron venderla a Netflix antes del estreno. Sí, como lo lees. El estudio pensó que no funcionaría. ¿El resultado? La empresa de streaming tiene en sus manos un fenómeno global y Sony, aunque ganó dinero, seguro se está lamentando de no haber creído en el potencial de este musical animado dirigido por Chris Appelhans y Maggie Kang.

¿QUÉ FUE LO QUE HIZO SONY PICTURES?
La historia detrás del éxito tiene una lección clara: subestimar una buena historia puede salir caro. Sony tenía los derechos de “Las guerreras k-pop”, pero al analizar el proyecto, llegaron a la conclusión de que no tenía muchas posibilidades en taquilla. Pensaron que una película animada, con una directora debutante y sin grandes nombres en el reparto (aunque sí con talento: Arden Cho, May Hong, Ji-young Yoo), no competiría bien en un mercado difícil incluso para gigantes como Pixar.
Así que tomaron una decisión arriesgada: ceder el control total a Netflix, que se encargó de financiar el presupuesto completo (US$100 millones) y, además, pagó US$25 millones extra como compensación. Sony conservó un porcentaje de las ganancias, pero perdió el liderazgo creativo y comercial de lo que terminó siendo un verdadero boom.
NETFLIX CONVIRTIÓ UN “NO” EN UN ÉXITO SIN PRECEDENTES
La jugada de Netflix fue, sin exagerar, un golazo. No solo logró un récord histórico de visualizaciones, sino que impulsó un fenómeno cultural que traspasó pantallas. La película tuvo su estreno en cines con funciones agotadas, merch oficial, y una banda sonora que arrasa en Billboard, con cuatro canciones simultáneas en el Top 10 del Hot 100. Es un nivel de impacto que muy pocas películas animadas han logrado en los últimos años.
Y sí, el universo de “Las guerreras k-pop” recién está comenzando. Según Deadline, Netflix ya está en conversaciones para desarrollar una secuela, lo que confirma que la historia de Rumi, Mira y Zoey todavía tiene mucho por contar. Es muy probable que este proyecto se transforme en una franquicia.

¿REALMENTE FUE UN ERROR PARA SONY?
Económicamente hablando, no todo es tan oscuro para Sony. De hecho, según varios analistas, el estudio obtendrá entre un 20% y un 30% de ganancia, muy por encima del promedio habitual de la industria (que ronda entre el 10% y 12%). Además, también están recibiendo ingresos por las ventas de la banda sonora, que ha sido un fenómeno en plataformas como Spotify y Apple Music.
Pero el tema acá no es solo dinero. Lo que muchos en la industria cuestionan es la pérdida del control creativo y comercial sobre una propiedad que hoy es una mina de oro. De haber apostado por ella, Sony podría haber construido su propia franquicia animada global, algo que, sinceramente, le hace falta para competir con gigantes como Disney o Illumination.
¿POR QUÉ FUNCIONÓ TAN BIEN “LAS GUERRERAS K-POP”?
Creo que el secreto del éxito está en la mezcla perfecta: una animación vibrante, una historia emocionalmente poderosa y, sobre todo, una conexión directa con la cultura del K-pop, que hoy es una fuerza imparable a nivel global. La película no solo entretiene: también celebra la música, la identidad y la resiliencia de una generación que quiere ser escuchada.
Y el momento no pudo ser mejor. Con el auge del contenido asiático en plataformas de streaming y el apetito global por productos como “Squid Game”, “NewJeans” o BLACKPINK, “Las guerreras k-pop” llegó como un soplo de aire fresco, con una propuesta 100% actual.
