
Durante las últimas semanas, el debate sobre el uso de los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) volvió a cobrar fuerza en Estados Unidos. El tema ha generado inquietud porque los cambios propuestos podrían modificar la forma en que ciertos beneficiarios acceden a comida preparada, algo especialmente importante para quienes no tienen la posibilidad de cocinar o viven en situaciones de vivienda inestable.
El impulso de esta discusión viene de la nueva iniciativa presentada por la senadora de Iowa, Joni Ernst, conocida como McStopping Chains from Using SNAP EBT to Make Entrees (McSCUSE ME). Esta propuesta apunta directamente al Programa de Comidas en Restaurantes (RMP), que permite usar tarjetas EBT en establecimientos aprobados para adquirir comidas listas para consumir.

LOS ESTADOS QUE PODRÍAN EXPERIMENTAR CAMBIOS
Actualmente, el RMP opera en los siguientes estados:
- Arizona
- California
- Illinois
- Maryland
- Massachusetts
- Michigan
- Nueva York
- Rhode Island
- Virginia
Además, Oregón está desarrollando un programa piloto. En estos nueve estados es donde el impacto sería más evidente si la legislación avanza, ya que concentran la mayor actividad del programa.
¿QUÉ PLANTEA LA LEY MCSCUSE ME?
La iniciativa busca redefinir quién puede ofrecer comidas bajo el RMP. La propuesta incluye:
- Limitar proveedores a supermercados y comercios minoristas con opciones preparadas consideradas saludables.
- Excluir a cadenas de comida rápida y restaurantes de servicio rápido.
- Mantener la elegibilidad de personas mayores, con discapacidad y personas sin hogar.
- Eliminar la elegibilidad automática del cónyuge del beneficiario.
- Exigir informes anuales sobre el funcionamiento del programa.
¿POR QUÉ ESTOS ESTADOS ESTÁN BAJO ESPECIAL ATENCIÓN?
Los datos recientes han puesto el tema en el centro del debate federal. Según cifras citadas por la senadora Ernst, en los últimos dos años se gastaron US$524 millones en el RMP, “casi exclusivamente en comida rápida”. Solo California superó los US$475 millones entre 2023 y 2025, mientras que estados como Arizona, Nueva York y Michigan también reportaron gastos considerables. Este nivel de uso explica por qué los cambios se enfocan principalmente en estos territorios.
RESTRICCIONES QUE ALGUNOS ESTADOS YA HABÍAN EMPEZADO A APLICAR
Paralelamente, varios gobiernos estatales comenzaron a restringir el uso de SNAP para comprar ciertos productos como bebidas azucaradas o refrigerios catalogados como “comida chatarra”. Esto muestra una tendencia hacia controles más estrictos sobre cómo se usan los beneficios.
IMPACTO POTENCIAL EN COMUNIDADES INMIGRANTES
En zonas con alta presencia migrante —como Los Ángeles, Chicago, Nueva York, Phoenix o Detroit— el RMP se ha convertido en una alternativa importante para personas con dificultades para cocinar o con horarios laborales extensos. Si se limita la participación de restaurantes autorizados, muchos usuarios podrían enfrentar menos opciones disponibles, mayor dificultad para encontrar proveedores cercanos, más gastos de transporte, menor flexibilidad para acceder a comidas calientes, etc.
¿QUÉ PODRÍA OCURRIR A PARTIR DE AHORA?
El proyecto será presentado al Senado, donde podría recibir ajustes o avanzar hacia una votación. Si se aprueba, los estados tendrían que reorganizar su lista de proveedores, actualizar sus reglamentos y cumplir con nuevos requisitos federales de informes y supervisión.







