El gobierno de Estados Unidos está implementando nuevas restricciones a los inmigrantes tras el atentado en Washington D. C. (Foto: AFP)
El gobierno de Estados Unidos está implementando nuevas restricciones a los inmigrantes tras el atentado en Washington D. C. (Foto: AFP)

Estados Unidos ha tomado una serie de decisiones que afectan directamente a la población migrante, generando un ambiente de incertidumbre y preocupación. Entre estas nuevas medidas, destacan los recortes en los beneficios fiscales, la suspensión de solicitudes de asilo y la intensificación de restricciones a los migrantes provenientes de ciertos países. Estos cambios, impulsados por la administración de Donald Trump, se producen tras un atentado que dejó a dos miembros de la Guardia Nacional heridos en Washington D.C., un hecho que ha sido citado como la razón detrás de las nuevas políticas migratorias.

A través de estas medidas, el gobierno estadounidense presidido por Donald Trump busca reforzar la seguridad nacional y limitar la inmigración desde países considerados “de alto riesgo”. Sin embargo, estas acciones también han desatado una serie de debates sobre los derechos de los migrantes y el impacto en las familias que han construido su vida en Estados Unidos, pero que ahora se enfrentan a un panorama más complicado.

Dos soldados de la Guardia Nacional fueron heridos en un tiroteo en el centro de Washington D. C. el miércoles 26 de noviembre (Foto: AFP)
Dos soldados de la Guardia Nacional fueron heridos en un tiroteo en el centro de Washington D. C. el miércoles 26 de noviembre (Foto: AFP)

RECORTE DE BENEFICIOS FISCALES PARA INDOCUMENTADOS

Una de las decisiones más controversiales fue anunciada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien confirmó que el gobierno de Trump ha decidido recortar los beneficios fiscales para los migrantes indocumentados. Esta medida afectará a aquellos que no tengan la documentación necesaria para acceder a programas como el Crédito por Ingreso del Trabajo (EITC) y el Crédito Adicional por Hijos, entre otros.

De acuerdo con la administración, la razón detrás de este recorte es que los migrantes que se encuentran en el país de manera ilegal no deben beneficiarse de fondos destinados a los ciudadanos estadounidenses. Trump ha argumentado que, por ejemplo, un migrante con una ‘green card’ que gane US$30,000 al año podría recibir hasta US$50,000 en beneficios fiscales anuales, lo que considera una carga para el sistema económico del país. Este tipo de cambios afectará a miles de familias que, a pesar de su estatus migratorio, dependen de estos beneficios para cubrir necesidades básicas.

SUSPENSIÓN DE SOLICITUDES DE ASILO

La suspensión de solicitudes de asilo es otra medida que ha generado gran preocupación. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) ha anunciado que se detendrán todas las decisiones de asilo hasta que se pueda garantizar una revisión exhaustiva de los solicitantes. Esto implica que millones de personas que estaban esperando una respuesta para regularizar su situación legal en el país verán sus casos paralizados.

Según cifras de la organización American Immigration Council (AIC), hasta diciembre de 2024, alrededor de 1.5 millones de solicitudes de asilo permanecían pendientes. Esta situación es especialmente alarmante para quienes han huido de conflictos armados, persecución política o violencia en sus países de origen. La nueva medida, además, obliga a los solicitantes a esperar un tiempo indefinido mientras se lleva a cabo una “revisión rigurosa” de sus casos.

RESTRICCIONES A AFGANOS Y OTROS CIUDADANOS DE PAÍSES DE “ALTO RIESGO”

El ataque contra dos miembros de la Guardia Nacional en Washington, perpetrado por un hombre afgano, ha llevado a una serie de restricciones adicionales que afectan particularmente a los migrantes procedentes de Afganistán. En un contexto de creciente tensión, la administración Trump ha decidido suspender las solicitudes de inmigración para ciudadanos afganos, así como implementar una revisión de las tarjetas de residencia de aquellos que llegaron bajo el programa de reasentamiento de refugiados “Operation Allies Welcome” tras la retirada de las tropas estadounidenses en 2021.

Además de los afganos, otras nacionalidades también se han visto afectadas. Países como Venezuela, Cuba, Haití, Irán, Siria y Sudán, entre otros, han sido incluidos en una lista de naciones cuyos ciudadanos enfrentan restricciones adicionales para obtener visas o tarjetas de residencia. Esta medida está en línea con las políticas de seguridad nacional de la administración, que consideran que ciertos países representan riesgos para la seguridad del país.

REMESAS Y TEMAS DE DINERO

Otra medida que ha generado controversia es la nueva política de control sobre las remesas enviadas al extranjero. La Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) ha emitido alertas para que las empresas de envío de dinero vigilen las transferencias realizadas por migrantes indocumentados. El gobierno ha argumentado que estas remesas, que sumaron más de $72,000 millones en 2024, podrían ser utilizadas para financiar actividades ilícitas como el terrorismo o el narcotráfico.

A pesar de que la gran mayoría de las remesas tienen fines legítimos, el gobierno ha intensificado los controles y exige que las empresas de envío reporten cualquier actividad sospechosa. Esto afectará a miles de migrantes que dependen de estas transferencias para apoyar a sus familias en el extranjero, especialmente en países donde la situación económica y social es extremadamente difícil.

¿MEDIDA DE SEGURIDAD O GOLPE A LOS INMIGRANTES?

Estas medidas no solo son un reflejo de la política de seguridad nacional del presidente Trump, sino también de la creciente desconfianza hacia los migrantes, particularmente aquellos que provienen de países considerados de “alto riesgo”. La narrativa detrás de estas decisiones se centra en la necesidad de proteger a los ciudadanos estadounidenses, pero la realidad es que también están dejando a miles de personas atrapadas en situaciones precarias.

Para muchas familias migrantes, especialmente las que buscan asilo o la reunificación familiar, estas nuevas restricciones son un duro golpe. La imposibilidad de acceder a beneficios fiscales o la paralización de los procesos de asilo crea una sensación de incertidumbre sobre el futuro. Y mientras tanto, la administración de Trump continúa justificando sus acciones como parte de un esfuerzo para asegurar la integridad de las fronteras y garantizar la seguridad del país.

La pregunta que muchos se hacen ahora es qué puede seguir para los migrantes en Estados Unidos. La respuesta parece estar en una constante evolución, influenciada por los giros políticos y los acontecimientos de seguridad nacional. Las familias migrantes que esperaban una respuesta favorable a sus solicitudes de asilo o una mejora en sus condiciones fiscales podrían verse obligadas a esperar aún más tiempo, mientras que las restricciones a la inmigración se siguen aplicando sin cesar.

Aunque muchos defienden que estas medidas son necesarias para proteger la seguridad del país, también hay quienes sostienen que están criminalizando a los migrantes y afectando a comunidades que han contribuido significativamente a la economía estadounidense. Al final, lo que está en juego es más que la política migratoria; son las vidas de millones de personas que buscan un futuro mejor en una nación que, históricamente, ha sido vista como un refugio.

Todos los días, miles de inmigrantes, algunos con niños, buscan ingresar a Estados Unidos para tener un mejor futuro (Foto: AFP)
Todos los días, miles de inmigrantes, algunos con niños, buscan ingresar a Estados Unidos para tener un mejor futuro (Foto: AFP)