
El cierre del gobierno federal ha dejado a más de 42 millones de estadounidenses afectados por la suspensión de los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP). Para muchos, la pérdida de esta ayuda esencial se ha convertido en una prueba difícil, marcada por la incertidumbre, el estrés y la urgencia de llevar comida a la mesa.
Pero, aunque el panorama parezca complicado, hay caminos y recursos disponibles. De hecho, distintos estados, bancos de alimentos, organizaciones sin fines de lucro y hasta empresas privadas están tomando medidas de emergencia para evitar que las familias pasen hambre. Si tú o alguien que conoces está enfrentando esta situación, aquí te cuento qué puedes hacer para no quedarte sin alimentos mientras se resuelve la suspensión de los beneficios de SNAP.

¿QUÉ HACER ANTE LA SUSPENSIÓN DE LOS BENEFICIOS SNAP?
1. Busca un banco de alimentos cercano
Lo primero que te recomiendo es que te acerques a un banco de alimentos (food bank). En todo el país, organizaciones como Capital Area Food Bank, LifeNet4Families y Second Harvest Food Bank están aumentando sus operaciones ante la crisis. Puedes encontrar uno cerca de ti usando plataformas como FindHelp.org, donde solo necesitas ingresar tu código postal, o el directorio de Feeding America, que agrupa cientos de bancos de alimentos locales.
Algunos bancos de alimentos aceptan donaciones en efectivo o en especie, así que si conoces a alguien que quiera ayudar, esa también es una buena forma de contribuir.

2. Aprovecha los fondos de emergencia estatales
Muchos estados están activando fondos de emergencia para cubrir, al menos parcialmente, la falta de beneficios federales. Por ejemplo, Maine, New Hampshire y Washington han aumentado su apoyo directo a los bancos de alimentos, mientras que Delaware y Louisiana están ofreciendo ayuda financiera temporal. Otros, como Vermont, Rhode Island y Ohio, han optado por combinar ambas estrategias.
Si vives en un estado como Florida, donde aún no se ha anunciado un plan formal, te conviene estar pendiente de los comunicados del gobierno local o de los representantes estatales.
3. Recurre a organizaciones y empresas privadas
En momentos como este, el sector privado también está haciendo su parte. La app Propel, que gestiona millones de cuentas de tarjetas EBT, se asoció con la organización GiveDirectly para entregar asistencia económica directa a los usuarios más afectados.
Además, Bank of America anunció una donación de US$5 millones a casi 100 organizaciones dedicadas a combatir el hambre. Otras empresas como Albertsons y H-E-B están acelerando el envío de fondos a programas comunitarios de alimentos, mientras que la firma financiera SpringFour trabaja con bancos como Fifth Third y BMO para ofrecer ayuda en comida, servicios públicos y alquiler.
4. Usa aplicaciones que ofrecen descuentos o entregas gratuitas
Varias aplicaciones están activando campañas especiales para los beneficiarios de SNAP. Instacart ofrece un 50% de descuento en pedidos de comestibles y expandió su programa Community Carts a más de 300 bancos de alimentos.
Por su parte, DoorDash lanzó el programa Emergency Food Response, con el que planea entregar un millón de comidas gratuitas y eliminar tarifas en 300,000 pedidos de comestibles usando el código SNAPDD.
5. Apóyate en redes de ayuda comunitaria
En muchas comunidades, los grupos de ayuda mutua han sido una salvación. Plataformas como Mutual Aid Hub o Fridge Finder te permiten localizar refrigeradores comunitarios, cocinas solidarias o huertos urbanos cercanos. También existe la Free Formula Exchange, que conecta a padres que necesitan fórmula infantil con donantes.
Ciudades como Houston, Tampa Bay o Northwest Arkansas ya tienen varias iniciativas locales funcionando, y son una opción inmediata mientras se restablecen los beneficios.






