
Los colapsos en Estados Unidos de la firma de créditos para automóviles Tricolor Holdings y del proveedor de autopartes First Brands Group han provocado nervios en el mercado de créditos. El jefe del mayor banco de EE.UU. hizo poco para calmar los ánimos.
“Se me encienden las antenas cuando suceden cosas así”, dijo Jamie Dimon, director ejecutivo de JPMorgan Chase & Co., durante una llamada con analistas. “Probablemente no debería decir esto, pero cuando ves una cucaracha, es probable que haya más. Todos deberían estar advertidos”.
Las dos quiebras sacudieron los mercados de crédito, en particular porque muchas empresas se han estado endeudando a un ritmo récord y otorgando a los inversionistas retornos extraordinarios.
Dimon, que acaba de presentar resultados que ponen a su banco en camino a otro año récord, advirtió que podría haber más dolor de lo habitual cuando la economía se debilite.
“Sospecho que, cuando llegue una contracción, veremos pérdidas crediticias superiores a las normales en ciertas categorías”, señaló. “Miren el precio de las BDC y de sus fondos de crédito privado que cotizan en bolsa, y hagan los deberes”, añadió, en referencia a las business development companies o BDC, vehículos públicos que mantienen inversiones en deuda privada.

Los inversionistas han estado abandonando las BDC, consideradas un reflejo del mercado de crédito privado de US$ 1.7 billones, luego que redujeran las distribuciones a sus accionistas.
Eso ha abierto una brecha cada vez mayor entre el mercado accionario general y las acciones de BDC de crédito privado. El mes pasado, el Blackstone Private Credit Fund, el mayor del sector, con US$ 75,000 millones en activos, anunció una reducción de sus pagos a los accionistas.
Los bancos han estado asignando cada vez más de sus carteras a financiar a actores del mercado privado, los cuales han estado invadiendo el territorio tradicional de los bancos comerciales.
El director financiero Jeremy Barnum y su par de Wells Fargo, Michael Santomassimo, buscaron calmar a los analistas al decir que gran parte de su exposición corresponde a grandes y consolidados participantes del crédito privado.

Aun así, Dimon hizo una advertencia.
“Espero que esté un poco peor de lo que otros esperan, porque no conocemos todos los estándares de suscripción que usaron estas firmas”, dijo. “Saben lo que hacen, llevan mucho tiempo en esto, pero no todos son muy inteligentes”.
La directora ejecutiva de Citigroup, Jane Fraser, sostuvo que el crecimiento de la economía estadounidense sigue firme, aunque señaló que algunos sectores están empezando a enfriarse. Indicó que el banco vigila de cerca el mercado laboral de Estados Unidos, en línea con la advertencia de Dimon, quien reiteró su preocupación por el riesgo de una inflación persistente.
“Solo porque todo esté bien ahora, no significa que vaya a seguir así para siempre”, afirmó Barnum durante la llamada sobre resultados de JPMorgan.
Aun así, el colapso repentino de Tricolor, que obligó a JPMorgan a asumir una pérdida de US$ 170 millones, es una luz amarilla para incluso los inversionistas más optimistas.
“No es nuestro mejor momento”, reconoció Dimon.