
Los recortes previstos en la capacidad de vuelos de Estados Unidos darán a muchos viajeros menos de 24 horas para saber si su viaje ha sido cancelado, lo que podría provocar más trastornos en un sector aéreo ya afectado por el cierre gubernamental más largo de la historia.
El Departamento de Transporte de EE.UU. y la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) anunciaron el miércoles que ordenarán a las aerolíneas reducir un 10% la capacidad de vuelos en 40 aeropuertos principales, con el fin de aliviar la presión sobre el sistema de aviación durante el cierre en curso.
Sin embargo, los detalles sobre la medida, revelados por el secretario de Transporte, Sean Duffy, y el administrador de la FAA, Bryan Bedford, siguen siendo escasos. Personas familiarizadas con la posición del gobierno advirtieron que nada es definitivo hasta que se publique una orden oficial.
Algunos aspectos del plan comienzan a conocerse. Se ha comunicado a las aerolíneas que los recortes deberán aplicarse entre las 6:00 y las 22:00 horas, según fuentes que pidieron no ser identificadas porque la información aún no se ha hecho pública.
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Los funcionarios también informaron a las compañías que los recortes empezarían con un 4% el viernes y aumentarían gradualmente hasta alcanzar el 10% la próxima semana. Los vuelos internacionales quedarían exentos de la medida, aunque los detalles podrían cambiar.
Representantes de la FAA y del Departamento de Transporte no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Las cuatro aerolíneas más grandes —American Airlines Group Inc., Delta Air Lines Inc., Southwest Airlines Co. y United Airlines Holdings Inc.— serán las más afectadas en noviembre y diciembre, según un informe de Sheila Kahyaoglu, analista de Jefferies.
El recorte del 10% implicará que las compañías reduzcan su capacidad total de asientos en aproximadamente un 6%.
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“Esperamos que la gran mayoría de los viajes de nuestros clientes no se vean afectados y que los vuelos internacionales de larga distancia se mantengan según lo previsto”, afirmó American Airlines en un comunicado.
“A medida que se produzcan cambios en los horarios, nos pondremos en contacto de forma proactiva con los clientes a quienes les impacte”, agregó.
United Airlines también indicó que concentrará las reducciones en vuelos regionales y nacionales que no conecten con sus principales centros de operaciones.
Legisladores opinan
El gobierno busca actuar con rapidez porque ya ha detectado signos de fatiga en el sistema de aviación estadounidense a medida que se prolonga el cierre, dijo Bedford durante la rueda de prensa del miércoles.
Legisladores de ambos partidos comenzaron a pronunciarse tras el anuncio.
“Cerrar partes de nuestro Sistema Nacional del Espacio Aéreo es una medida drástica y sin precedentes que exige más transparencia”, dijo el congresista Rick Larsen, principal demócrata del Comité de Transporte e Infraestructura de la Cámara de Representantes. Solicitó a la FAA que publique de inmediato la evaluación de riesgos y los datos usados para tomar la decisión.
El senador Ted Cruz, presidente republicano del Comité de Comercio del Senado, elogió la medida durante una audiencia no relacionada el jueves, calificándola como necesaria para garantizar la seguridad de los pasajeros.
Desde que comenzó el cierre presupuestario el 1 de octubre, la FAA ha tenido que ralentizar el tráfico aéreo en varios aeropuertos de Estados Unidos debido a la creciente escasez de personal de controladores aéreos.
Más de 13,000 controladores se han visto obligados a trabajar sin cobrar, lo que ha provocado un desgaste tanto emocional como económico. Estos cierres suelen coincidir con un aumento de las ausencias por enfermedad, tanto de controladores como de agentes de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), que también trabajan sin remuneración.
Duffy afirmó que, normalmente, solo el 5% de los retrasos se debe a problemas de personal, pero desde que comenzó el cierre esa cifra se ha mantenido muy por encima.
Chris Sununu, presidente y director ejecutivo del grupo comercial Airlines for America, señaló en un comunicado el miércoles que más de 3.4 millones de pasajeros se han visto afectados por retrasos y cancelaciones derivados de la falta de personal. Advirtió además que los problemas podrían empeorar a medida que se acerque la ajetreada temporada de viajes por Acción de Gracias.







