
Las medidas migratorias del presidente Donald Trump están afectando el mercado inmobiliario de Miami, dificultando la compra y el alquiler de viviendas para extranjeros. Esto representa una amenaza para uno de los pilares del crecimiento económico de la ciudad en los últimos cinco años.
Al igual que en otras zonas de EE.UU., Miami ya enfrentaba una desaceleración inmobiliaria provocada por tasas hipotecarias altas, precios récord, mayores costos de seguros y gastos de mantenimiento. A esto se suma la caída natural tras el auge de reubicaciones generado por la pandemia y que convirtió a la ciudad en una región muy apetecida.
Ahora, agentes inmobiliarios, compradores y prestamistas apuntan a una nueva dinámica: el temor de que ni siquiera los inmigrantes legales estén a salvo paraliza el mercado en una ciudad donde más de la mitad de los residentes son extranjeros.
Las ventas de viviendas cayeron más de 17% interanual en marzo en Miami, casi seis veces más que la media nacional, según Redfin Corp. Las propiedades permanecen en el mercado cerca de 100 días, más del doble que el promedio en EE.UU.

En el mercado de alquiler —que puede servir a personas indocumentadas y migrantes legales— los precios de apartamentos de un dormitorio bajaron 16% en un año, según datos de Zillow Rentals.
“Hay gente que tiene miedo: quiere comprar o alquilar, pero se pregunta: ‘¿Cómo voy a hacerlo si no sé si el año que viene, o la semana que viene, me van a renovar el visado?’”, dice Maruja Gil, agente inmobiliaria en Keller Williams Capital con casi 20 años de experiencia. “Eso afecta mucho a nuestro mercado”.
La promesa de Trump de lanzar la mayor campaña de deportaciones de la historia ya impacta al mercado inmobiliario en una de las ciudades más diversas de Estados Unidos.
A tres meses de asumir su segundo mandato, Trump ha impulsado la cancelación del estatus de protección temporal para miles de inmigrantes de Cuba, Haití, Venezuela y otros países.
Florida se ha puesto del lado del gobierno federal, al implementar uno de los programas de represión de migración más estrictos del país. En febrero, el gobernador Ron DeSantis firmó leyes que penalizan la entrada ilegal, asignan más fondos para aplicar la ley e incluso permiten la pena de muerte para inmigrantes indocumentados con delitos graves.
En días recientes, fuerzas estatales y federales han detenido a 1,120 inmigrantes sospechosos de cometer delitos en Florida.

Efecto dominó en el sector
El sector inmobiliario representa cerca de una cuarta parte de la economía de Florida, más que en cualquier otro estado, según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios. En el sur del estado hay unos 11,000 agentes, más que en Nueva York o Los Ángeles, pese a que ambas ciudades duplican su tamaño.
Pero el auge pospandemia ha cedido. Las ventas bajaron en marzo y el inventario alcanzó máximos históricos, según Redfin. La presión sobre los compradores inmigrantes agrava la situación, señalan expertos.
Un agente dijo que dos tercios de sus clientes en el lujoso distrito de Brickell han abandonado sus planes de compra. Otro dijo que la demanda no solo ha caído, sino que también crece la oferta porque algunos propietarios que no tienen residencia permanente buscan vender sus casas para comprar en Europa o América Latina.
Un abogado de inmigración dijo que ha visto menos extranjeros dispuestos a invertir el millón de dólares o más que se necesita para obtener una tarjeta de residencia para inversores.
“Están dando un paso atrás y esperando a ver cómo se desarrolla la situación”, dijo Peggy Olin, directora ejecutiva de OneWorld Properties, quien añadió que clientes de Francia y México han cancelado operaciones por temor a nuevas reglas migratorias. “Cada vez que Estados Unidos muestra algún tipo de incertidumbre o signos de problemas, el resto del mundo se detiene, especialmente si hay un componente de inversión”.
Las políticas también afectan al segmento más bajo del mercado. Muchos propietarios piden ahora pruebas de ciudadanía o visado de larga duración para arrendar una casa, algo poco común antes, cuando bastaba con un visado temporal o incluso se ignoraba la falta de documentos.
La administración Trump también ha restringido el acceso a hipotecas de la FHA —que representan 16% de los préstamos para viviendas unifamiliares— para quienes no tengan ciudadanía o residencia permanente. Antes, personas con estatus temporal podían calificar con puntajes de crédito más bajos y solo 3.5% de pago inicial.
“Esto ya está teniendo un impacto”, dijo Alexander José Gandarilla, director ejecutivo de iFinance Florida, en Coral Gables. “Y solo va a tener más”.
A esto se suma que los salarios en el área de Miami aumentaron solo un 1.2% en marzo con respecto al año anterior, en comparación con más del 7% en los últimos años, y la más débil entre las áreas metropolitanas más grandes del país, según datos del gobierno. El crecimiento del empleo en Miami también se ha rezagado tras un fuerte crecimiento postpandemia.
La cuestión es que las políticas de Trump socavan el tradicional estatus de EE.UU. como uno de los lugares más atractivos del mundo para invertir, según Chen Zhao, director de investigación económica de Redfin.
“Para un extranjero, EE.UU. no sería un lugar muy estable para invertir por el momento. Es un activo mucho menos atractivo”, dijo Zhao.