
Cada vez más estadounidenses se están retrasando en el pago de sus autos. La proporción de prestatarios de alto riesgo con al menos 60 días de atraso en sus préstamos para automóviles subió a 6.65% en octubre, el nivel más alto desde que existen registros, en 1994, según Fitch Ratings.
Con las persistentes presiones inflacionarias y el regreso de los pagos de préstamos estudiantiles, millones de propietarios de vehículos tienen dificultades para cumplir con sus cuotas mensuales. Es la señal más reciente de debilidad en la economía de Estados Unidos, mientras la Reserva Federal evalúa el rumbo de futuros recortes de tasas de interés.
Estas grietas en la salud del consumidor quedaron expuestas en septiembre, cuando Tricolor Holdings —concesionario de autos usados y prestamista subprime— se declaró en bancarrota de forma repentina. El hecho obligó a una reevaluación entre las principales instituciones financieras con exposición a prestatarios de alto riesgo.

Las dificultades podrían intensificarse a medida que el crecimiento económico se enfría y el mercado laboral se debilita. En las elecciones de la semana pasada, la asequibilidad y el costo de vida fueron los temas más importantes para los votantes, con encuestas que muestran que los estadounidenses mantienen una visión pesimista sobre la economía.
La proporción de consumidores en la categoría de crédito más riesgosa ha aumentado este año, alcanzando niveles no vistos desde 2019, según TransUnion. Los prestatarios subprime representaron 14.4% de los consumidores monitoreados en el tercer trimestre, frente a 13.9% en el mismo período del año anterior.
Presión financiera
Miriam Neal, en Atlanta, es una de las muchas personas que luchan por cubrir todos sus gastos. La joven de 29 años perdió su empleo como investigadora en diciembre y no pudo pagar su auto, que fue embargado. Gracias a una campaña en GoFundMe que inició en julio, pudo recuperarlo, pero aún apenas puede afrontar las cuotas.
“Ha sido un poco difícil mantenerlo, entre el seguro, el mantenimiento y el préstamo”, dijo Neal. “Normalmente pago con unos 30 días de retraso”.

Aún no ha conseguido trabajo y tuvo que mudarse de nuevo con sus padres mientras conduce para Amazon Flex para ganar algo de dinero. Estima que gana unos US$ 100 al día, insuficientes para cubrir todas sus facturas.
Conseguir un empleo estable se ha vuelto más complicado, con indicadores que muestran una contratación débil y menor demanda de trabajadores. Empresas como Starbucks Corp., Target Corp. y Amazon.com Inc. han anunciado despidos recientemente, mientras que un informe mostró casi un millón de recortes de empleo en Estados Unidos hasta octubre, el total más alto para ese periodo desde 2020.
Difícil ponerse al día
Los consumidores también enfrentan precios de autos elevados y costos de financiamiento más altos, lo que hace que muchos deban más de lo que valen sus vehículos.
En el tercer trimestre, más de 28% de los autos entregados como parte de nuevas compras tenían capital negativo, el nivel más alto desde inicios de 2021, según Edmunds.com. Al mismo tiempo, el precio promedio de un auto nuevo superó por primera vez los US$ 50,000.
Para los prestatarios más riesgosos, las tasas de interés agravan aún más sus problemas financieros. Datos de Experian muestran que la tasa promedio para consumidores de crédito con altísimo riesgo —con puntajes entre 300 y 500— fue de 16% para autos nuevos y 21.6% para usados en el segundo trimestre.
Megan Langhoff, de 34 años, en Genoa City, Wisconsin, paga una tasa de 29.5% por el préstamo de su Kia Optima 2014, lo que le deja una cuota mensual de US$ 483. Dijo que la tasa era de 32% cuando compró el auto, aunque no se dio cuenta hasta revisar la letra pequeña del contrato en su casa.
“Mi capital prácticamente no ha bajado en dos años”, dijo Langhoff, quien trabaja como gerente en McDonald’s. “Porque cuando te atrasas, vienen las multas, y es muy difícil ponerse al día.”








