
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, arremetió contra un alto funcionario comercial chino, afirmando que llegó recientemente a Washington sin invitación y se comportó de una manera “desquiciada” típica de los llamados diplomáticos “guerreros lobo” de Pekín.
Bessent afirmó que la visita de Li Chenggang a la capital estadounidense en agosto no fue a petición del gobierno de Trump. “Quizás el viceministro que se presentó aquí con un lenguaje muy incendiario el 28 de agosto se ha vuelto un rebelde”, dijo el jefe del Tesoro el miércoles en una conferencia de prensa.
“Este individuo fue muy irrespetuoso”, añadió, después de haberlo calificado previamente como “desquiciado” en otro evento de la CNBC. En esa ocasión, Bessent pronunció incorrectamente el nombre de pila de Li como “Kuanggong” y lo describió como una persona de “nivel inferior”, pese a que Li ostenta rango ministerial pleno en China.
Tras meses de una frágil estabilidad en la relación entre EE.UU. y China, las tensiones se reavivaron en las últimas semanas luego de que Washington ampliara algunas restricciones tecnológicas y propusiera gravámenes a los buques chinos que ingresan a puertos estadounidenses.
China respondió con medidas paralelas y anunció controles más estrictos a las exportaciones de tierras raras y otros materiales críticos.
El Ministerio de Comercio chino afirmó el jueves que Bessent “distorsionó gravemente” los hechos. Li viajó a EE.UU. para dar seguimiento a conversaciones previas entre los presidentes Xi Jinping y Donald Trump, y presentó la postura de China sobre la investigación estadounidense a la industria naviera, señaló la portavoz He Yongqian en una rueda de prensa.
China ha mantenido comunicación con EE.UU. recientemente y ha presentado propuestas, pero este ha mostrado una actitud “negativa”, dijo, lo que obliga a China a adoptar contramedidas.
Li, de 58 años, fue nombrado viceministro de Comercio y enviado comercial de China en abril, poco después de que Trump anunciara sus elevadísimos aranceles del “Día de la Liberación”. Junto con el principal negociador comercial de Pekín, He Lifeng, Li ha encabezado varias rondas de conversaciones entre las dos mayores economías del mundo.
A fines de agosto, el Ministerio de Comercio informó que Li había viajado a Washington, donde se reunió con funcionarios de los departamentos de Tesoro, Comercio y Comercio Internacional. Durante esa visita, destacó los “principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación de beneficio mutuo”, según el comunicado.
Bessent ofreció una versión distinta. El jefe del Tesoro afirmó que Li advirtió que China “causaría un caos global” si EE.UU. seguía adelante con sus planes de imponer tasas portuarias a los barcos chinos. “Tal vez piensa que es un guerrero lobo”, comentó, aludiendo al término usado para describir a los diplomáticos chinos agresivos.
En una conferencia de prensa separada el jueves, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, dijo que la posición del país en materia de comercio ha sido “coherente y clara”.
“EE.UU. debería trabajar con China para resolver los temas relevantes mediante el diálogo y la consulta sobre la base de la igualdad, el respeto mutuo y la reciprocidad, en lugar de recurrir repetidamente a la presión y las amenazas”, dijo.
Al criticar a Li, Bessent apuntó contra uno de los expertos comerciales más experimentados y respetados de China. El viceministro tiene una maestría en Derecho por la Universidad de Hamburgo, en Alemania.
“Bessent quiere enviarle un mensaje a Xi de que debería dar marcha atrás con los recientes controles a las exportaciones si quiere alcanzar un acuerdo con el presidente Trump”, afirmó Neil Thomas, investigador del Asia Society Policy Institute’s Center for China Analysis.
Li también se desempeñó como representante de Pekín ante la Organización Mundial del Comercio en Ginebra, desde febrero de 2021 hasta su nombramiento en abril. Es un negociador duro pero paciente, según recuerda Keith Rockwell, ex portavoz de la OMC que trató con Li durante su paso por la organización.
También se ha ganado fama de ser un interlocutor ingenioso y sólido en materia sustantiva, especialmente cuando lideró las negociaciones de China con el gobierno de Barack Obama para lograr un tratado bilateral de inversión.
“Sabía de lo que hablaba y no permitía que EE.UU. lo intimidara”, dijo Rockwell a Bloomberg News a principios de este año.
“Los funcionarios chinos rara vez se rebelan, y quienes lo hacen suelen quedarse sin trabajo, especialmente bajo el mando de Xi Jinping, cuyo poder está muy centralizado”, agregó Thomas. “Por eso es muy poco probable que las acciones de Li fueran algo distinto a lo aprobado por Xi en Pekín”.