
El presidente estadounidense Donald Trump dijo que trataría de trasladar los partidos de la Copa Mundial de 2026 fuera de Boston y los Juegos Olímpicos de 2028 fuera de Los Ángeles si consideraba que las ciudades no estaban debidamente preparadas o si las condiciones no eran seguras.
El área metropolitana de Boston acogerá siete partidos de la Copa Mundial el próximo verano en el estadio Gillette. Trump dijo que llamaría al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y le pediría que trasladara esos partidos si las políticas de la ciudad bajo la alcaldesa Michelle Wu, demócrata, creaban problemas de seguridad.
Respondía así a una pregunta que hacía referencia a la reciente oleada de lo que se ha denominado “toma de las calles” en Massachusetts, donde multitudes o grupos de vehículos han bloqueado carreteras y creado disturbios.
“Me encanta la gente de Boston. Sé que las entradas para los partidos están agotadas, pero su alcaldesa no es buena”, dijo Trump durante un almuerzo bilateral con el presidente argentino Javier Milei el martes.

“Creo que está perjudicando a Boston. La respuesta es sí: si alguien está haciendo un mal trabajo y creo que hay condiciones inseguras, llamaría a Gianni, el presidente de la FIFA, que es fenomenal, y le diría: traslademos los partidos a otro lugar”.
Trump invitó al presidente de la FIFA a la firma de un acuerdo esta semana para detener la guerra en Gaza y ha recibido a Infantino en la Casa Blanca en múltiples ocasiones.
Trump dijo que haría una solicitud similar para trasladar los Juegos Olímpicos si fuera necesario, criticando la gestión del gobernador de California, Gavin Newsom, de los destructivos incendios en Los Ángeles a principios de este año.
Los Ángeles se está preparando para acoger aproximadamente 800 eventos relacionados con los Juegos Olímpicos.
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“Si pensara que Los Ángeles no va a estar debidamente preparada, la trasladaría a otra ubicación”, afirmó Trump. “Gavin Newsom tiene que ponerse las pilas”.
Se espera que la Copa del Mundo genere una bonanza económica única en una generación, ya que es el evento deportivo con mayor asistencia en suelo estadounidense, y los partidos que se disputarán en la zona de Boston aportarán un impulso estimado de US$ 1,000 millones a la economía de la región, según los responsables de turismo.
La alcaldesa Wu describe con frecuencia a Boston como una de las ciudades más seguras de Estados Unidos, citando la tasa de homicidios más baja registrada el año pasado.

En una audiencia del Congreso celebrada en marzo y centrada en las políticas de las llamadas “ciudades santuario”, Wu afirmó que el enfoque de Boston en materia de inmigración protege contra la aplicación injusta de la ley y contribuye a reducir las tasas de delincuencia al fomentar la confianza entre la comunidad y los agentes de policía.
Tanto Wu como la gobernadora de Massachusetts, Maura Healey, han condenado las recientes ocupaciones de las calles. Dos adolescentes de Rhode Island fueron detenidos tras un incidente ocurrido este mes en el South End de Boston que, según la policía, provocó que un coche patrulla fuera alcanzado por fuegos artificiales. Healey ha afirmado que en Massachusetts hay “tolerancia cero” para este tipo de conductas.
Deja vu
El mes pasado, Trump planteó la posibilidad de cambiar sedes en el marco de su despliegue de la Guardia Nacional en urbes gobernadas por demócratas, que justifica por los niveles de criminalidad y las protestas contra su campaña de deportaciones masivas.
La FIFA recordó entonces que la elección final de las sedes es decisión suya, pero este martes el mandatario republicano volvió a mencionar esta posibilidad.
“[Gianni] él lo haría”, dijo Trump a periodistas en la Casa Blanca cuando se le preguntó si los partidos podrían moverse de Boston, una de las ciudades anfitrionas.
“Muy fácilmente él lo haría”, reiteró.
La FIFA no respondió a los pedidos de comentarios de la AFP sobre estas declaraciones.
Los comentarios de Trump se produjeron un día después de que se reuniera con su amigo Infantino en Egipto durante la cumbre sobre el alto el fuego en Gaza.
El jefe del organismo rector del fútbol mundial estuvo entre los invitados a esta crucial reunión sobre la paz en Oriente Medio, a la que acudieron más de dos docenas de líderes mundiales.
Elaborado con información de Bloomberg y AFP