
El Canal de Panamá planifica construir dos puertos por US$ 2,600 millones para 2029, en medio de la incertidumbre por el futuro del concesionario hongkonés Hutchison Holdings, informó este lunes la autoridad que gestiona el paso.
El plan prevé la construcción y concesión de dos terminales, Corozal en el Pacífico y Telfers en el Atlántico, para aumentar la capacidad de movimiento de contenedores de 9.5 millones de unidades al año a 15 millones.
El proyecto se anuncia en momentos en que no está claro el futuro de los puertos de Balboa (Pacífico) y Cristóbal (Atlántico), operados por la compañía Panama Ports, filial de Hutchison.
“Pensamos que si no se hace aquí en Panamá se va a ver en otro lugar en la región y tenemos que tomar una decisión si queremos mantenernos competitivos”, dijo el vicepresidente de Finanzas de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Víctor Vial, en rueda de prensa.
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Vial hizo estas declaraciones tras reunirse con una veintena de empresas interesadas en el proyecto, entre ellas la hongkonesa Cosco Shipping Ports, la singapurense PSA International, la taiwanesa Evergreen, la alemana Hapag Lloyd y la danesa Maersk.
El canal prevé invertir más de US$ 8,500 millones en la próxima década para ampliar y diversificar su negocio. Entre los proyectos figura la construcción de los dos puertos, un gasoducto y un nuevo embalse.
La ACP pretende adjudicar los contratos para los nuevos puertos antes de finales de 2026, para iniciar las operaciones en ambas terminales en 2029.
Los cinco principales puertos de Panamá están próximos al canal interoceánico y son operados por concesionarias de Estados Unidos, Taiwán, Hong Kong y Singapur.
Recientemente el jefe de la ACP, Ricaurte Vásquez, señaló que estos cinco puertos operan “prácticamente a su límite”.
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El proyecto se anuncia en medio del demorado proceso de venta de los puertos de Hutchison.
Esta compañía quiere vender su participación en las terminales panameñas a un conglomerado liderado por la estadounidense BlackRock, como parte de un gran paquete de venta mundial valorado en US$ 22,800 millones.
Esta operación es vista con buenos ojos por Estados Unidos, cuyo presidente Donald Trump ha amenazado con recuperar el Canal de Panamá bajo el argumento de que está controlado por China.
Sin embargo, Pekín muestra desconfianza ante un acuerdo que podría perjudicar sus intereses.







