
Los directores ejecutivos advierten que el precio de todo —desde KitKat y pañales hasta automóviles—aumentará a medida que trasladan los costos de los aranceles y productos básicos a los compradores.
Los aumentos amenazan con desacelerar aún más la demanda de los consumidores en todo el mundo y acelerar la inflación, lo que supondría un desafío político para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y otros líderes.
Las perspectivas dependen en gran medida de cuánto trasladarán las empresas el aumento de los costos a los consumidores. Con márgenes ganancia cercanos a niveles récord, las empresas estadounidenses pueden amortiguar el golpe en cierta medida.
Procter & Gamble Co., estimó el jueves que los aranceles actuales y propuestos podrían añadir entre US$ 1,000 y US$ 1,500 millones a sus costes anuales. El gigante de bienes de consumo planea contrarrestar esta situación, en parte, subiendo los precios de sus productos.
“Los aranceles son intrínsecamente inflacionarios”, dijo el director ejecutivo de P&G, Jon Moeller, a CNBC.
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Unilever Plc y Nestlé SA ya han comenzado a subir los precios para hacer frente al aumento de los costos de las materias primas. Los ejecutivos de ambas empresas afirmaron que subirán los precios aún más si los aranceles hacen que los costos sean aún mayores.
“Estamos tratando de absorber la mayor parte del precio posible, sin perder de vista la respuesta del consumidor en un entorno competitivo”, dijo el director ejecutivo de Nestlé, Laurent Freixe, a los periodistas.
PepsiCo Inc. anunció que ofrecerá versiones más baratas de algunos de sus productos más populares para atraer a los consumidores que están recortando sus gastos. Sin embargo, en algunos casos eso significa reducir el tamaño del producto, lo que en esencia supone un aumento del precio por unidad para los consumidores.
Fabricantes de automóviles como Ford Motor Co. han advertido que se están preparando para subir los precios de los vehículos que salgan de las cadenas de montaje a partir del mes que viene si el presidente Trump no cumple con la rebaja de aranceles que ha insinuado para los fabricantes de automóviles.
Otros fabricantes son más cautelosos: José Muñoz, director ejecutivo de Hyundai Motor Co., prevé aumentos graduales de los precios, pero ha afirmado que el fabricante de automóviles surcoreano está dispuesto a absorber parte del impacto de los aranceles a corto plazo para proteger o incluso aumentar su cuota de mercado, mientras que otras empresas automovilísticas suben los precios o abandonan segmentos poco rentables.
Otras empresas están adoptando una postura más cautelosa. Los ejecutivos de Tractor Supply Co. afirmaron que, aunque algunos de sus proveedores están subiendo los precios, la empresa está evitando repercutirlos a los consumidores por ahora para evitar una ralentización de la demanda.
“Hay demasiada incertidumbre”, dijo el director ejecutivo de Tractor Supply, Hal Lawton, a los analistas: “Una vez que haya mayor certeza, esperamos tener conversaciones muy productivas con nuestros socios proveedores y el resto de nuestra red de suministro”.
En P&G, el potencial aumento de costos debido a los aranceles podría requerir alzas de precios de entre el 1% y el 2% en promedio, según sugirió Andrea Teixeira, analista de JPMorgan, al director financiero de P&G, André Schulten, en la presentación de resultados de la empresa.
Schulten se mostró de acuerdo con el análisis, pero advirtió que los aumentos definitivos variarán en función del tipo de producto, la marca, el país en el que se venda y las materias primas utilizadas.
Los economistas prevén que la inflación vuelva a repuntar a causa de los aranceles de Trump, y los responsables de la Reserva Federal están muy atentos para asegurarse de que las presiones sobre los precios no sean persistentes. El gobernador de la Fed, Christopher Waller, reiteró el jueves en Bloomberg TV que cree que el impacto será temporal, aunque muchos de sus colegas se muestran más cautelosos.
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Los hogares no se muestran especialmente optimistas. Las expectativas de inflación a corto y largo plazo de los consumidores se dispararon a principios de abril hasta alcanzar máximos de varias décadas, según la Universidad de Michigan.
Aunque las perspectivas de inflación para el próximo año aumentaron en una encuesta independiente realizada en marzo por la Reserva Federal de Nueva York, las expectativas de crecimiento de los precios a tres y cinco años se mantuvieron estables.
Aunque los datos indican que el gasto se mantiene hasta ahora, las perspectivas son menos prometedoras. Las ventas minoristas en EE.UU. aumentaron en marzo gracias al repunte de las compras de automóviles y otros bienes, como los productos electrónicos, lo que sugiere que los consumidores se apresuraron a adelantarse a los aranceles.
Sin embargo, los economistas esperan que los estadounidenses se retraigan a medida que suban los precios y se debilite el mercado laboral, lo que amplificará los temores de recesión.
A pesar de las crecientes preocupaciones económicas tanto de los consumidores como de las empresas, Trump ha tratado de minimizar los efectos de su creciente guerra comercial. En una publicación en Truth Social el jueves por la mañana, escribió: “Los precios de la gasolina y los alimentos están MUY BAJOS, tal como dije que ocurriría”.