
La multinacional estadounidense Kimberly-Clark Corp. acordó comprar Kenvue Inc. por aproximadamente US$ 40,000 millones. La operación le permitirá adquirir las históricas marcas del fabricante de Tylenol y catapultar al productor de Kleenex al grupo de elite del sector de salud y bienestar para el consumidor.
Kimberly-Clark aceptó pagar US$ 21.01 por acción de Kenvue, lo que representa una prima de 46% respecto al precio de cierre del fabricante de Tylenol el viernes. El acuerdo valora a Kenvue en US$ 48,700 millones en valor empresarial, informaron las compañías.
La transacción expone a Kimberly-Clark a riesgos legales y políticos. Kenvue ha tenido dificultades financieras desde que fue escindida de Johnson & Johnson en 2023, y enfrenta una creciente batalla con el gobierno de Donald Trump por la seguridad de su producto más importante, Tylenol (paracetamol). Las acciones de Kenvue habían caído casi 33% en lo que va del año.
La operación combina efectivo y acciones y se espera que la transacción se concrete en el segundo semestre de 2026.
Este acuerdo se traduce en la reunión en una sola empresa de marcas como Huggies, Kleenex, Band-Aid y Tylenol.
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“Esta transacción une a dos emblemáticas compañías estadounidenses para crear una cartera combinada de productos complementarios, que incluye diez marcas multimillonarias, presentes en casi la mitad de la población mundial en todas las etapas de la vida”, anota hoy en un comunicado Kimberly-Clark.
“Nos entusiasma unir a dos empresas emblemáticas para crear un líder mundial en salud y bienestar”, declaró en el comunicado Mike Hsu, presidente y director ejecutivo de Kimberly-Clark, quien anotó que, en los últimos años, su empresa ha emprendido una transformación significativa para orientar su cartera “hacia negocios de mayor crecimiento y mayor margen”.
Por su parte, Larry Merlo, presidente del Consejo de Administración de Kenvue, anotó que el proceso se realizó tras “una exhaustiva revisión por parte del Consejo de las alternativas estratégicas para Kenvue” y que la unión de las dos empresas “crea un líder mundial en salud del consumidor con una posición única y un abanico más amplio de nuevas oportunidades de crecimiento”.
En las operaciones electrónicas previas a la apertura de Wall Street, las acciones de Kimberly-Clark se desplomaban casi un 15%, mientras que las de Kenvue subían más de un 18%.
Proyecciones
Kimberly-Clark señaló que la fusión creará una compañía con ingresos por US$ 32,000 millones, lo que le permitirá superar a Unilever Plc y convertirse en el segundo mayor vendedor de productos de salud y bienestar, solo detrás de Procter & Gamble Co.
Los ejecutivos proyectan que la integración de ambas compañías generará ingresos adicionales de US$ 1,400 millones dentro de los cuatro años posteriores al cierre. Kimberly-Clark podrá aprovechar la red de distribución de Kenvue en India, explicó el director ejecutivo Mike Hsu durante una llamada con analistas.
La escala combinada de la empresa, con productos que abarcan el cuidado infantil, la salud femenina y el envejecimiento, la convertirá en “un actor global líder en salud y bienestar, con la capacidad para competir, impulsar una inversión significativa y ganar”, dijo Hsu en la llamada. “Atenderemos a un rango más amplio de consumidores en todas las etapas de la vida”.
Las acciones de Kimberly-Clark se desplomaron hasta 14% en Nueva York, su mayor caída intradía desde 2000. En tanto, Kenvue subió hasta 20%, a US$ 17.18, aún por debajo del precio ofrecido.
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Kimberly-Clark planea financiar la operación con efectivo, la emisión de nueva deuda y la venta de su negocio internacional de papel tisú por US$ 3,400 millones. JPMorgan Chase otorgará un préstamo puente de US$ 7,700 millones para facilitar el acuerdo, según un documento presentado ante las autoridades.
“Los inversionistas de Kimberly-Clark serán cautelosos ante el acuerdo, dados los crecientes riesgos legales que enfrenta Tylenol”, escribió Adam Crisafulli, de Vital Knowledge, en una nota.
Agregó que existe preocupación por si el fabricante de Kleenex podría estar “metiéndose en una situación tipo Bayer-Monsanto”, en referencia a la adquisición de Monsanto por parte de Bayer AG en 2018, que cargó a la farmacéutica alemana con enormes costos legales.
Hsu aseguró el lunes que el directorio de Kimberly-Clark analizó cuidadosamente los riesgos de litigios antes de aprobar la operación.
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El presidente Donald Trump afirmó en septiembre que las mujeres embarazadas no deberían tomar Tylenol, alegando que podría causar autismo. El estado de Texas demandó la semana pasada a Kenvue y Johnson & Johnson, acusándolas de ocultar los riesgos de autismo y otros trastornos en niños cuando las madres consumen Tylenol durante el embarazo.
Kenvue sostiene que “la abrumadora mayoría de la evidencia” contradice cualquier afirmación de que el medicamento represente un riesgo de trastornos del desarrollo neurológico. Las fiebres y dolores no tratados, recordó la compañía, sí constituyen riesgos conocidos durante el embarazo.
En el tercer trimestre, los problemas de Kenvue persistieron. La empresa informó en un comunicado separado el lunes que las ventas orgánicas cayeron 4.4%, más de lo previsto. Su unidad de autocuidado —que incluye Tylenol— lideró las bajas. Kenvue mantuvo su proyección de una caída de ventas de un dígito bajo para este año.
El portafolio de Kenvue también incluye la loción Neutrogena, el enjuague bucal Listerine, el antihistamínico Benadryl y los apósitos Band-Aid. Se espera que la operación se cierre en la segunda mitad de 2026, y Hsu permanecerá como director ejecutivo de Kimberly-Clark.
Elaborado con información de EFE y Bloomberg








