
El desarrollo del fenómeno de La Niña en el océano Pacífico está encendiendo las alarmas en Argentina, donde este patrón climático puede provocar olas de calor y sequías que afecten las principales cosechas de soja y maíz del país.
Si bien se espera que La Niña sea débil este año, su sola aparición representa un riesgo en la zona agrícola de la Pampa, donde los productores se preparan para la siembra.
Las sequías provocadas por La Niña en 2018 y 2023 contribuyeron a la caída de dos gobiernos anteriores en Argentina, el principal proveedor mundial de harina y aceite de soja y el tercer exportador global de maíz.
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Hay mucho en juego en esta temporada de cosecha. La actividad económica se ha debilitado sobre una base trimestral y el presidente Javier Milei, cuyo gobierno necesita desesperadamente divisas, dependerá el próximo año de los ingresos por exportaciones agrícolas que rondan los US$ 30,000 millones anuales.
“Habrá períodos secos”, dijo Germán Heinzenknecht, agrometeorólogo en Tandil, provincia de Buenos Aires. Pero añadió que los altos niveles de humedad en el suelo deberían ayudar a los agricultores.

Por supuesto, es imposible prever cómo se desarrollará la temporada a esta altura. Basta recordar la última cosecha argentina: La Niña parecía poner en riesgo los campos, pero finalmente las lluvias llegaron y salvaron la soja.
“No es una buena noticia que se avecine La Niña”, dijo Leonardo De Benedictis, meteorólogo de la consultora agrícola AZ Group en Buenos Aires. “Pero cuanto más débil sea, mejor”.
No solo en Argentina
Además de las regiones agrícolas de Brasil y Argentina, el fenómeno climático La Niña también aumenta el riesgo de sequías en California y traerá frío al Medio Oeste de EE.UU. y un invierno más templado a Nueva York y la costa este del país.

La cíclica La Niña, que ocurre cuando la superficie del Pacífico se enfría y la atmósfera reacciona en consecuencia, se formó el mes pasado y probablemente se mantendrá hasta febrero de 2026, según el último informe del Centro de Predicción Climática de EE.UU. divulgado el jueves.
No se prevé que el fenómeno sea intenso, por lo que sus efectos típicos podrían ser limitados.
“Como esperamos que este evento sea débil, también anticipamos que los cambios en el océano Pacífico tropical tal vez no logren modificar de forma tan efectiva la circulación global”, explicó por correo electrónico Michelle L’Heureux, científica del Centro de Predicción Climática.

La Niña puede alterar el clima de manera significativa, afectando la agricultura y los mercados energéticos a nivel mundial.
El fenómeno aumenta las probabilidades de condiciones secas en el sur de California y en partes de Sudamérica, con riesgo de que la sequía se extienda por el sur de Brasil y Argentina, perjudicando el rendimiento de los cultivos.
También puede generar un clima más frío en Japón, el noroeste de Canadá y las Grandes Llanuras y el Alto Medio Oeste de Estados Unidos. Las temperaturas más bajas influyen en la demanda de calefacción y, por ende, en los mercados de gas natural.

Durante algunos inviernos de La Niña en Estados Unidos, las trayectorias de tormentas se desplazan hacia el noreste, generando más lluvia y nieve en zonas del interior. Para ciudades como Nueva York y Washington, esto puede traducirse en tormentas invernales más lluviosas y con menos nieve a lo largo de la temporada.
El pronóstico actual anticipa un invierno más templado a lo largo de la costa este, en línea con las tendencias de largo plazo.
En los últimos años, La Niña ha aparecido casi el doble de veces que su contraparte cálida, El Niño, señaló L’Heureux. Desde aproximadamente 1980, las condiciones similares a La Niña han sido más frecuentes en el Pacífico tropical. El ciclo conocido como Oscilación del Sur-El Niño (ENSO, por sus siglas en inglés) es el nombre científico que abarca ambos fenómenos.
“Es difícil determinar cuánto del cambio de largo plazo se mezcla con las variaciones estacionales del ENSO que experimentamos y notamos, pero sé que es un área activa de investigación”, añadió L’Heureux.
Elaborado con información de Bloomberg