
Las inundaciones mortales en Asia y las primeras tormentas de nieve en Estados Unidos están señalando el retorno de un fenómeno de La Niña capaz de alterar el clima: un enfriamiento de las aguas del Pacífico que puede trastocar economías y desencadenar desastres en todo el mundo.
En los últimos años de La Niña, las pérdidas globales han oscilado entre US$ 258,000 millones y US$ 329,000 millones, según Aon, un corredor de reaseguros y firma de análisis de datos. Pese a las variaciones anuales en los daños totales, la trayectoria general es clara: el clima extremo está impulsando pérdidas más elevadas.
El fenómeno de La Niña suele vincularse con sequías en California, Argentina y Brasil, y con las inundaciones destructivas que barrieron recientemente el Sudeste Asiático. Este tipo de catástrofes se ha convertido en un factor más relevante para establecer condiciones para aseguradoras, agricultores y proveedores de energía.
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La Niña puede intensificar tanto sequías como aguaceros, alimentar tormentas más activas en el Pacífico tropical y fortalecer huracanes en el Atlántico. Durante episodios previos, el patrón pudo haber contribuido a los incendios de Los Ángeles en enero y al huracán Helene, que mató a más de 250 personas en el sur de EE.UU. en 2024. No todos los fenómenos extremos pueden atribuirse directamente a La Niña, pero los científicos dicen que las señales son familiares.
“La Niña es como un agente de tráfico en plena hora punta, facilitando el flujo de autos o sistemas meteorológicos en ciertas direcciones preferidas”, dijo Michelle L’Heureux, pronosticadora del Centro de Predicción Climática de Estados Unidos. También la ha comparado con “la directora de una sinfonía climática” o una mariscal de campo del fútbol americano que llama las jugadas.
Aunque La Niña suele seguir un patrón general, L’Heureux señala que cada evento es distinto y otros factores pueden influir en el resultado final. La Niña normalmente no tiene una gran influencia en el clima de Europa, dijo L’Heureux.

El actual fenómeno de La Niña es el quinto en seis años, parte de una inclinación más amplia hacia más episodios de La Niña que de El Niño (el calentamiento de las aguas del Pacífico) en el último cuarto de siglo. Los científicos aún estudian este cambio. Algunos sugieren que el cambio climático puede influir en el ciclo, mientras que otros lo atribuyen a la variabilidad natural, dijo L’Heureux.
Los efectos colaterales pueden llegar incluso a los mercados globales. La Niña suele asociarse con rendimientos más bajos para maíz, arroz y trigo, según una investigación publicada en la revista Environmental Development. La demanda de energía por lo general aumenta a medida que las temperaturas más frías se asientan sobre las partes septentrionales de EE.UU., China y Japón, incrementando el consumo de combustible y presionando a las empresas de servicios públicos. Estos resultados pueden simultáneamente elevar los precios de algunas materias primas mientras reducen otros.
El impacto en Asia
Incluso una manifestación débil de La Niña puede dejar una profunda huella. El patrón meteorológico probablemente formó parte de la combinación que provocó una secuencia de ciclones tropicales e inundaciones destructivas que mataron a más de 1,600 personas y causaron al menos US$ 20,000 millones en pérdidas en el sur y el sudeste de Asia, según un equipo de investigadores que estudió la tormenta como parte de un análisis de World Weather Attribution.
Las inundaciones en Vietnam y Tailandia en noviembre y diciembre han matado al menos a 500 personas y causado más de US$ 16,000 millones en daños y pérdidas, según datos recopilados por Bloomberg. Aunque el rol de La Niña en estos desastres no es comprobable, el patrón es coherente con su comportamiento previo, dijo L’Heureux.
“La contribución de La Niña a lluvias por encima de lo normal en el Sudeste Asiático está costando vidas y dañando infraestructura”, dijo Bill Hare, director ejecutivo de Climate Analytics.
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China enfrenta sus propios riesgos. Temperaturas por debajo del promedio podrían amenazar la producción de trigo de invierno, dijo Luiz Roque, coordinador de inteligencia de mercado en Hedgepoint Global Markets. Esa amenaza, así como los impactos en otros lugares, probablemente se mitigarán por la debilidad del fenómemo actual.
Los productores de aceite de palma en el Sudeste Asiático podrían ver lluvias más intensas que interrumpan la cosecha y el transporte, afectando la producción mensual y las tasas de extracción de aceite, dijo Kang Wei Cheang, corredor agrícola en StoneX Group Inc. en Singapur. Al mismo tiempo, la mayor humedad podría beneficiar los cultivos dentro de cinco a doce meses al promover la recuperación de los árboles y la formación de racimos.
Perspectiva en EE.UU.
En América del Norte, La Niña suele generar condiciones más frías y con más nieve en el oeste de Canadá, el noroeste del Pacífico, las Montañas Rocosas del norte y la región de los Grandes Lagos, dijo Abby Frazier, profesora de geografía en Clark University. Este año, Chicago ya registró su día de noviembre más nevado de la historia, y en el centro y norte de Nueva Inglaterra ya cayeron cerca de 20 centímetros en amplias zonas e incluso en algunos lugares la nieve caída alcanzó los 30 centímetros, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Según la medida de heating-degree day, un método para rastrear la demanda de energía impulsada por la temperatura, noviembre fue más frío que el año pasado pero más cálido que el promedio de diez años, dijo Matt Rogers, presidente de Commodity Weather Group. El vastamente poblado noreste de EE.UU. estuvo más frío de lo normal.
Las condiciones más frías y nevadas en el norte de EE.UU. están siendo ayudadas por La Niña, dijo Paul Pastelok, pronosticador de largo plazo en AccuWeather Inc. “Está ayudando, no es la razón total, pero está ayudando”, dijo.
La influencia de La Niña en el suroeste de EE.UU. normalmente se inclina hacia la sequía, un patrón que puede extenderse al sur de California, dijo Frazier de Clark University. Sin embargo, existen casos en que otros patrones meteorológicos, como olas de calor marítimas intensas a través del Pacífico, pueden trastocar las expectativas, según Jennifer Francis, científica climática en el Woodwell Climate Research Center.
“Un excelente ejemplo fue el invierno de 2022-23, el tercero consecutivo con condiciones de La Niña”, dijo Francis. “Ese invierno fue el más húmedo en California en más de dos décadas”.
Riesgos globales
Brasil, el mayor exportador de soja del mundo, está atento a señales de que La Niña podría reducir las lluvias en partes de sus regiones del sur. El pronóstico indica lluvias irregulares en el centro y sur del país, dijo el meteorólogo Marco Antonio dos Santos, quien agregó que las preocupaciones son menores por ahora porque no hay señales de períodos prolongados de sequía de más de 20 días.
En el estado más meridional del país, Rio Grande do Sul, la siembra de soja está levemente retrasada pero avanza, dijo el agrónomo Alencar Paulo Rugeri. “La tensión es que podríamos tener un diciembre más seco, pero dependerá de la intensidad” de la sequía, agregó.
Se espera que las condiciones en el continente se tornen secas en diciembre mientras las lluvias continúan en Vietnam, según pronósticos del equipo comercial Ignitia.
Las lluvias erráticas pueden ayudar algunos campos y perjudicar otros, pero el riesgo surge cuando los aguaceros llegan fuera de temporada o esquivan periodos clave de crecimiento, “convirtiendo una actividad profesional en un juego de lotería con malas probabilidades”, dijo Andreas Vallgren, director científico de Ignitia.
La capa climática
Si bien La Niña es un ciclo natural, sus impactos están “siendo modificados y amplificados por el calentamiento global”, según Hare de Climate Analytics.
“Aunque son distintos de la tendencia de calentamiento de largo plazo causada por actividades humanas —especialmente la continua quema de combustibles fósiles, que está impulsando cambios devastadores en extremos de temperatura y lluvia en todo el mundo—, están modulando y en cierta medida exacerbando las tendencias subyacentes del calentamiento global”, dijo Hare.
En cuanto a actual fenómeno de La Niña, es probable que esté alcanzando su punto máximo ahora, o lo hará en las próximas semanas, y luego las condiciones en el Pacífico ecuatorial caerán a neutral, dijo. Incluso si el Pacífico vuelve a un estado más normal, eso no significa que terminarán los cambios en el clima global. Las condiciones de La Niña pueden persistir durante meses.








