
Ariel Szarfsztejn no solo se subió al escenario. Se convirtió en el centro de atención. El director ejecutivo entrante del gigante del e-commerce y la tecnología financiera MercadoLibre Inc. se paró bajo las luces de neón azules y amarillas que parpadeaban desde imponentes réplicas de las cajas de delivery características de la empresa.
Szarfsztejn se sentó junto al CEO y cofundador Marcos Galperin para encabezar el evento del 10 de septiembre, que reunió a unos 8,000 vendedores, socios y empleados de MercadoLibre. Vestidos con camisetas negras con un discreto logo corporativo, jeans y sneakers, el dúo hacía su primera aparición pública importante desde que la empresa anunció el cambio de liderazgo en mayo.
Szarfsztejn, un argentino de 44 años aficionado al tenis, se comportó con el entusiasmo de un fundador de una startup – balanceado con el peso de la responsabilidad de ser el sucesor de la empresa más valiosa de América Latina. En una entrevista meses antes de asumir el cargo en enero, planteó expectativas ambiciosas sobre el futuro de la empresa, aunque evitó dar pronósticos específicos.
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“MercadoLibre crece a tasas de startup. Somos la compañía más grande de Latinoamérica y crecemos a tasas de una compañía mínima que está arrancando”, Szarfsztejn dijo luego del evento. “No hay límite de crecimiento”.
Con una capitalización de mercado que se acerca a los US$ 120,000 millones, MercadoLibre procesó casi US$ 200,000 millones en pagos el año pasado y envió una cifra récord de 1.8 millones de artículos a 18 países de América Latina. Continúa invirtiendo miles de millones en la región.
“Las oportunidades para los próximos 26 años son iguales o más grandes que las que vivimos en los primeros 26 años”, dijo Szarfsztejn, quien ha pasado ocho años dirigiendo la división de e-commerce de la empresa.

El ejecutivo millennial tendrá que usar toda su energía para aprovechar el éxito de MercadoLibre. Y cuando se trata de las grandes empresas tecnológicas, no hay que ver más allá de Apple Inc. y Dell Technologies Inc. para observar una transición difícil del fundador estrella a un sucesor más discreto.
Pero los analistas se muestran inmensamente optimistas. Neha Agarwala, de HSBC, afirma que MercadoLibre no tiene el riesgo de depender de una única persona clave como en el caso de Elon Musk, que es uno de los ídolos de Szarfsztejn.
“No será fácil reemplazar a Galperin, ya que convirtió a MercadoLibre en la plataforma de e-commerce más grande de Latinoamérica”, dijo Dan Wasiolek, analista sénior en Morningstar. “Pero creemos que el liderazgo y la experiencia de Szarfsztejn lo convierten en la opción lógica para mantener la sólida ventaja de red de la compañía”.
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En el escenario en la Ciudad de México, el CEO saliente aludió a una transición natural. “Le paso las llaves a Ari en el mejor momento”, dijo Galperin, de 53 años, quien se convertirá en presidente ejecutivo el 1 de enero. “Trabajamos muy bien con Ari los últimos ocho años y ahora toma mi rol porque es un gran exponente de nuestra cultura”.
MercadoLibre comenzó en 1999 como un sitio web de subastas y pasó de ser un sitio de anuncios clasificados a convertirse en un marketplace robusto. En 2003 lanzó una división de pagos para facilitar las ventas en línea, y luego se expandió para abarcar servicios financieros que ahora van desde tarjetas de crédito hasta cuentas de ahorro de alto rendimiento, préstamos y criptomonedas.
Fundada en Argentina y con sede actual en Montevideo, Uruguay, MercadoLibre emplea a más de 100,000 personas, desde las apenas 15,000 que tenía en 2020, cuando la pandemia de COVID-19 impulsó la adopción del e-commerce y las aplicaciones de pagos digitales por parte de los consumidores. Tan solo en 2025, la empresa se comprometió a invertir al menos US$ 13,200 millones en toda la región a lo largo de sus distintas divisiones.

Un rápido ascenso
A diferencia de Galperin y el grupo de ejecutivos que fundaron MercadoLibre y siguen ocupando cargos altos, Szarfsztejn no participó en sus inicios. Tras un par de años de trabajar en Boston Consulting Group, Szarfsztejn lideraba la unidad de hoteles de la agencia de viajes en línea Despegar.com Corp. cuando el entonces director financiero de MercadoLibre, Pedro Arnt, le ofreció un puesto estratégico. Al principio, le parecía como dar un paso hacia atrás.
“Vienen laburando como equipo hace 20 años juntos, se conocen con los ojos cerrados, ¿qué les puedo aportar yo contándoles cómo y qué hay que hacer, qué puedo opinar? No puedo sentarme en esa mesa”, recordó haberle dicho a Arnt en ese momento en un podcast. “Yo sabía de la calidad y el calibre de la gente, pero no me convencía la silla”.
Pero después de casi una docena de reuniones informales, se sintió atraído por la filosofía de la empresa, que valora las ideas por encima de los títulos o la jerarquía. Szarfsztejn se incorporó en 2017 como jefe de estrategia y dice que supo que había tomado la decisión correcta desde “el segundo día”.

Esta decisión marcó el inicio de un rápido ascenso en la cadena corporativa. En menos de un año, se le encomendó la dirección de la división de envíos, liderando una iniciativa logística que resultó en inversiones de millones de dólares, desde almacenes y centros de distribución de alta tecnología hasta aviones y flotas de vehículos eléctricos para optimizar los envíos.
Durante su rol encabezando la red logística, el equipo se multiplicó de 60 a 70,000 personas. En 2021, Galperin le pidió al cofundador Stelleo Tolda que dejara el puesto más alto de la división de e-commerce para poner a prueba a Szarfsztejn, observando su potencial.
MercadoLibre enfrenta competencia por todos lados.
En el e-commerce, Amazon.com Inc. se ha abierto camino en Brasil y México, los dos mercados más importantes de MercadoLibre. En los últimos años, plataformas de e-commerce chinas como Temu están inundando la región con productos ultrabaratos, alterando las expectativas de precios y llevando a gobiernos desde México hasta Chile a imponer nuevos impuestos a las importaciones.

“La amenaza sigue ahí, a menos que las intervenciones gubernamentales con aranceles nivelen el campo de juego”, afirmó Poonam Goyal, analista de Bloomberg Intelligence.
Szarfsztejn afirmó que la empresa se adapta con agilidad a las nuevas regulaciones y que, incluso con los nuevos impuestos, las ventas siguen siendo elevadas en mercados clave como México. Asegura que hay margen para un crecimiento exponencial. “Hay espacio para que el e-commerce se duplique o triplique en no tantos años, depende de nosotros poder ejecutar”, dijo.
Szarfsztejn, que se describe a sí mismo como introvertido, estudió economía en la Universidad de Buenos Aires y luego obtuvo un MBA en Stanford, al igual que Galperin. Vive en Buenos Aires con su esposa y sus dos hijas y le gusta leer biografías deportivas. Es fan de Rafael Nadal.

Hasta ahora, los inversionistas han tomado con calma la transición en el liderazgo, y las acciones de la compañía se han mantenido estables en alrededor de US$ 2,300 por acción desde el anuncio en mayo. Después de que la empresa registrara unos ingresos anuales de aproximadamente US$ 21,000 millones el año pasado, los analistas afirman que es el momento adecuado para un cambio en la cúpula directiva.
“El mercado está contento con el momento de la transición porque viene desde una posición de fortaleza y no de debilidad”, dijo Agarwala de HSBC. “Es reconfortante contar con alguien que está conectado con el sector del comercio y entiende cómo generar ingresos con las fintech”.
El negocio fintech se considera la mayor oportunidad de crecimiento para MercadoLibre. La unidad MercadoPago se ha convertido en una de las billeteras digitales más populares de la región, con 68 millones de usuarios activos al mes.

Sin embargo, competidores como Nubank de Brasil amenazan sus mercados clave, mientras que las fintechs emergentes de la región compiten por captar a su gigantesca población no bancarizada y los bancos tradicionales invierten recursos en sus plataformas digitales.
Aún así, Szarfsztejn no se desanima. “El negocio de fintech es un negocio que admite varios ganadores, a diferencia del negocio de e-commerce donde típicamente hay uno o dos grandes ganadores en cada mercado”, dijo.
La empresa está probando nuevos proyectos para determinar su potencial. En Brasil, está poniendo a prueba una plataforma farmacéutica. En Argentina, ofrece un servicio de entrega de comida que compite con Uber Eats y la aplicación colombiana Rappi Inc., mientras que en México, la empresa se centra en los servicios de envío de remesas. También está explorando formas de optimizar la inteligencia artificial para ofrecer una experiencia al cliente más ágil.

“Sabemos que el core de nuestro negocio es donde está el crecimiento”, dijo Szarfsztejn. “Pero la oportunidad hacia adelante nos obliga a seguir explorando y tratando de probar cosas nuevas todo el tiempo”.
Operar en la región puede ser difícil, dijo. “Latinoamérica presenta desafíos en todas las dimensiones. Primero por la volatilidad geopolítica que hay en la región, la infraestructura y la logística es un desafío grande. Y la seguridad también”.
MercadoLibre rara vez realiza adquisiciones, prefiriendo “construir nuestro software sin tomar atajos”, dijo Szarfsztejn. Pero eso requiere mucho talento. “Nuestro mayor desafío en MELI no es poder hacer cosas o tener ideas, sino poder tener el músculo para desarrollarlas, porque nuestro activo más escaso son los desarrolladores”. Añadió que es fundamental elegir cómo distribuir el tiempo de los 20,000 desarrolladores de la empresa.
Szarfsztejn afirmó que las oportunidades son tan amplias dentro de la población latinoamericana, que asciende a más de 650 millones de personas, que es “muy poco probable” que busquen expandirse hacia otros mercados. “Mi visión es que sería un mal uso de nuestros recursos tratar de ir a buscar otros mercados. ¿Por qué iríamos a buscar compradores en otro mercado si queda tanto por hacer en la región?”