
El petróleo subió hasta un 13% después de que Israel lanzara ataques aéreos contra Irán, lo que aumenta los temores de una guerra más amplia en una región que representa un tercio de la producción mundial de crudo.
Los futuros del crudo Brent treparon por encima de los US$78 por barril en un momento dado, el mayor aumento intradía desde marzo de 2022, durante la invasión de Ucrania por parte de Rusia, antes de recortar las alzas y situarse en US$ 74.95 por barril.
El precio del gas natural europeo, también una importante exportación de Medio Oriente, se disparó y la demanda de valores de refugio empujó al oro a niveles cercanos a máximos históricos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó a Teherán a llegar a un acuerdo “antes de que sea demasiado tarde” en una publicación en Truth Social. Los próximos ataques que ya se están planeando serán “aún más brutales”, afirmó.
Israel lanzó otra ronda de ataques contra varios puntos de Irán, entre ellos la central nuclear de Natanz y Tabriz. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó anteriormente que los ataques tenían como objetivo los programas nucleares y de misiles balísticos de Irán y que la operación continuaría hasta que se eliminara la amenaza.
Horas después de los primeros ataques israelíes, Teherán lanzó más de 100 drones, según las Fuerzas de Defensa de Israel. Israel espera que Irán responda con misiles y nuevos ataques con drones, según una fuente militar.
La rápida subida del petróleo borró las pérdidas acumuladas en lo que va de año, provocadas por las tensiones comerciales mundiales y la acelerada reactivación de la producción de la OPEP+. Aun así, la reacción del mercado no sugería que los operadores anticiparan el peor de los escenarios.
“El nivel actual del Brent no refleja un riesgo significativo de que se produzcan daños o interrupciones importantes en la infraestructura petrolera y las exportaciones de Irán como consecuencia de los bombardeos en curso”, señaló SEB AB en un informe. “No se ha tenido muy en cuenta el riesgo de interrupciones de las exportaciones a través del estrecho de Ormuz. Tampoco se ha tenido muy en cuenta el riesgo de que estalle una guerra más amplia en Medio Oriente”.
JPMorgan Chase & Co. advirtió recientemente que los precios podrían alcanzar los US$ 130 por barril en caso de un bloqueo de los flujos a través del estrecho de Ormuz o de una conflagración más amplia en Medio Oriente.
Los ataques aéreos nocturnos de Israel contra Irán también provocaron un aumento de las tarifas de transporte marítimo, y los contratos de flete a plazo para julio —apuestas sobre el coste futuro del transporte de crudo de Medio Oriente a Asia— subieron un 15%, ubicándose en US$ 12.83 por tonelada métrica, según datos de la corredora Marex Group Plc.
Frontline Ltd., uno de los mayores operadores de petroleros del mundo, se muestra ahora “mucho más reticente” a ofrecer sus buques para transportar cargamentos desde el Golfo Pérsico, según declaró por teléfono Lars Barstad, director ejecutivo de la empresa gestora de Frontline.
“Por ahora, se trata de una prima de riesgo: los armadores se abstendrán de enviar buques al Golfo como si nada hubiera pasado”, afirmó Anoop Singh, director global de investigación marítima de Oil Brokerage Ltd. “La amenaza de guerra en Oriente Medio es importante para las tarifas de flete”.
¿Cómo reaccionó la OPEP?
La OPEP aseguró este viernes que el mercado mundial de petróleo está bien abastecido y no requiere en estos momentos intervenciones “adicionales”, pese a que los precios del crudo se están disparando por el conflicto entre Israel e Irán.
“Actualmente no hay novedades en la oferta ni en la dinámica del mercado que justifiquen medidas innecesarias”, afirmó el secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Haitham Al Ghais, en un comunicado publicado en X.
El mensaje es una reacción a las declaraciones efectuadas hoy por el director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, a quien Al Ghais tilda de alarmista por haber planteado la posibilidad de recurrir a las reservas estratégicas de petróleo en caso de escasez.
“La AIE está vigilando activamente el impacto de la situación entre Israel e Irán en los mercados petroleros. Los mercados están bien abastecidos hoy, pero estamos listos para actuar si es necesario”, escribió Birol, también en la red X.
Su breve mensaje concluye recordando que “el sistema de seguridad petrolera de la AIE cuenta con más de 1.200 millones de barriles de reservas” creadas solo para casos de emergencia en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Ese sistema “ha demostrado ser vital para salvaguardar la economía mundial”, concluye.
Según el secretario general de la OPEP, esas afirmaciones de Birol “generan falsas alarmas y proyectan una sensación de temor en el mercado al repetir la necesidad innecesaria de utilizar potencialmente reservas de emergencia de petróleo”.
Al Ghais arguyó que “valoraciones similares realizadas en casos anteriores, el más reciente en 2022, contribuyeron a aumentar la volatilidad del mercado y condujeron a liberaciones prematuras de reservas que, en última instancia, resultaron innecesarias”.
“Es crucial que los comentarios sobre las condiciones del mercado se basen en datos verificados y análisis sólidos, especialmente durante situaciones geopolíticas delicadas”, insistió el alto funcionario de la organización de doce ‘petroestados’ con sede en Viena.
Tanto el mensaje de la OPEP como el de la AIE llegan cuando los precios del petróleo subían entre el 7 y el 8 por ciento en pocas horas, impulsados por temores a problemas de suministro desatados después de que Israel bombardeara en la madrugada del viernes instalaciones nucleares y militares de Irán, a lo que este país respondió lanzando drones al territorio israelí.
Hacia las 12.00 GMT, el barril del crudo Brent, la referencia en Europa, rondaba los 74,4 dólares, un 7,2 más que al cierre de ayer (69,36), mientras que el del petróleo intermedio de Texas (WTI) rozaba los 74 dólares, sumando 5,87 dólares, o un 8,6 %, al valor del jueves.
Este encarecimiento del ‘oro negro’ es el más importante desde que Rusia inició la invasión de Ucrania, en febrero de 2022, conflicto que generó una escalada de los precios energéticos.
Los inversores petroleros temen que una escalada militar conlleve una posible interrupción del suministro de petróleo, según dijo a CNBC Andy Lipow, presidente de Lipow Oil Associates.
Irán, un país miembro de la OPEP, “sabe perfectamente que el presidente (estadounidense) Donald Trump quiere bajar los precios de la energía”, declaró Lipow, quien subrayó que las acciones de Irán afectan a los suministros de petróleo de Medio Oriente y, en consecuencia, hacen aumentar los precios de la gasolina y el diésel para los estadounidenses.
El analista jefe de la firma de servicios financieros Hargreaves Lansdown, Derren Nathan, dijo que no solo preocupan las perspectivas de las exportaciones iraníes “sino también la posible interrupción del transporte marítimo en el estrecho de Ormuz, en el Golfo Pérsico, una ruta clave para aproximadamente el 20 % del flujo mundial de petróleo y una proporción aún mayor del transporte de gas natural licuado”.
La OPEP y sus diez naciones productoras aliadas, entre ellas Rusia y México, anunciaron a principio de junio su intención de aumentar en julio la producción petrolera en 411.000 bd por tercer mes consecutivo.
Se espera que la organización actualice el próximo lunes, en su informe mensual, sus estimaciones sobre la evolución del mercado petrolero mundial en este y el próximo año.
Con información de Bloomberg y EFE