
Los bonos de Telefónica Móviles Chile SA se desplomaron a fines del mes pasado por temores de que la empresa fuera a ser dividida y vendida, para luego repuntar cuando se reveló que detrás de una oferta potencial estarían dos de las mayores firmas de telecomunicaciones de América Latina.
Primero, la caída.
Los bonos con vencimiento en 2031 cayeron 9 centavos por dólar hasta 52.3 centavos en cuatro jornadas de negociación hasta el 1 de octubre, después de que REDD Intelligence informara que la española Telefónica SA podría dividir a su filial chilena como parte de su proceso de venta. El temor era que los tenedores de bonos de la endeudada y deficitaria empresa quedaran en los últimos lugares para ser atendidos.
Después, la subida.
El jueves, fuentes dijeron a Bloomberg News que América Móvil SA y Empresa Nacional de Telecomunicaciones SA habían presentado una oferta conjunta. Se trata, respectivamente, de la mayor compañía de telecomunicaciones de América Latina y del mayor operador de telefonía móvil de Chile, ambas con calificación de grado de inversión. Al cierre del viernes, los bonos 2031 se negociaban a 62.5 centavos por dólar, 10 centavos por encima de los mínimos de la semana, según precios de Trace.
“Tanto Entel como América Móvil son percibidos como buenos pagadores, lo que otorga mejores perspectivas de pago total de las acreencias”, señaló Jorge García, director de inversiones de Nevasa.

América Móvil, que ya opera en Chile a través de ClaroVTR, estaría interesada en el negocio de telefonía móvil, mientras que Entel tomaría el segmento de línea fija, según las fuentes, que pidieron no ser identificadas porque las conversaciones son privadas. Las acciones de Entel saltaron 13% entre jueves y viernes, mientras que las de América Móvil avanzaron 1.4%.
En la oscuridad
Los bonos de Telefónica Chile sufrieron su primera gran caída en mayo, tras reportes de que la matriz española había encargado a Citigroup Inc. gestionar la venta de su unidad chilena. Los bonos 2031 se desplomaron 13 centavos por dólar en apenas dos días.
Y luego, nada. Ni Telefónica España, ni Telefónica Chile ni los bancos involucrados hicieron comentarios oficiales, dejando a los inversores operar durante cuatro meses solo con rumores y especulación.
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Con el paso del tiempo, los tenedores de bonos se pusieron cada vez más nerviosos. Después de todo, Telefónica Chile acumula 11 trimestres consecutivos de pérdidas en medio de la feroz competencia en el mercado local de telefonía móvil. No estaba claro si alguien quería comprarla.
La venta evocó recuerdos de la salida de Telefónica de Perú, donde la empresa española se desprendió de su filial local por apenas 3.7 millones de soles (alrededor de US$ 1 millón).
En ese contexto, REDD Intelligence informó que la compañía podría dividirse, citando a tres analistas y a un conocedor de la industria.
“La caída en el precio de los bonos viene por ventas esporádicas, desde que se empezó a especular que la venta de la compañía se haría por partes, no como una fusión o una venta total”, dijo la semana pasada César Fernández, socio de Alpha Credit Advisors Ltd., cuando los bonos se desplomaron. “En un escenario donde se vende la compañía por partes, la distribución de los bondholders puede ser mas complicada”.
El prospecto de los bonos 2031 advierte que los tenedores no están protegidos en caso de un cambio de control, señalando que la empresa es libre de entrar en cualquier transacción que pueda afectar negativamente a los tenedores de los bonos.
Consolidación en la industria
Una venta de Telefónica Chile a América Móvil y Entel no solo introduce a inversionistas con bolsillos profundos en la ecuación, sino que también abre la posibilidad de una consolidación en el saturado mercado chileno de telefonía móvil.
Telefónica es una de las cuatro grandes compañías que compiten por la supremacía en el mercado. Un rival, WOM, salió recientemente de la bancarrota, mientras que ClaroVTR —la unidad de América Móvil— recibió una nueva inyección de capital de sus dueños mexicanos, lo que amenazaba con desatar otra ronda de competencia que pocas podían costear. Entel es la mayor empresa del mercado y ha permanecido rentable en medio de toda la turbulencia.
Aun así, analistas advirtieron que las otras tres empresas de telecomunicaciones en Chile son demasiado grandes para absorber por sí solas a Telefónica Móviles sin despertar preocupaciones de competencia en el regulador.
Mientras tanto, Telefónica Chile sigue siendo una carga para su matriz. Reportó una pérdida de 43,900 millones de pesos (US$ 45.3 millones) en el segundo trimestre, frente a una pérdida de 22,500 millones en el mismo periodo del año pasado. Eso tras registrar pérdidas en 2024 por segundo año consecutivo.
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Fitch Ratings rebajó en junio la calificación de Telefónica Chile a BB- desde BBB-, con perspectiva negativa, debido al fuerte aumento del apalancamiento neto.
A junio de 2025, Telefónica Chile tenía una deuda neta de 1.32 billones de pesos (US$ 1,380 millones). La compañía enfrenta vencimientos de deuda de alrededor de US$ 79.7 millones este año y US$ 238.6 millones el próximo, según datos recopilados por Bloomberg. Parte corresponde al bono en pesos chilenos con vencimiento en diciembre de este año.
Los bonistas siguen en vilo, pero los peores escenarios —una venta fallida o el desmembramiento de la empresa y de sus deudas— podrían finalmente estar quedando atrás.
“Una eventual adquisición conjunta de la unidad chilena de Telefónica por América Móvil y Entel —ambas con grado de inversión— podría ser positiva para los bonos de Telefónica Móviles Chile, ya que existe la posibilidad de que se transfieran a una de las entidades compradoras como parte del acuerdo”, señaló la analista de Bloomberg Intelligence Sharon Chen.