
Marruecos afirmó que casi 300 policías y civiles resultaron heridos y más de 400 personas fueron detenidas en el último día de protestas lideradas por jóvenes contra los deficientes servicios gubernamentales y el gasto excesivo para la Copa Mundial de fútbol masculino de 2030.
Las manifestaciones, que comenzaron el fin de semana, se extendieron a nuevas zonas del reino norteafricano a última hora del martes.
Los choques se produjeron tras el cuarto día de protestas no autorizadas convocadas por el grupo GenZ 212. El movimiento nació en la plataforma Discord y se describe a sí mismo como un “espacio de debate” sobre “cuestiones que afectan a todos los ciudadanos, como la salud, la educación y la lucha contra la corrupción”.
El Ministerio del Interior marroquí afirmó el miércoles que al menos 263 miembros de las fuerzas de seguridad y 23 civiles resultaron heridos en las protestas que se produjeron la noche anterior en 17 ciudades. Añadió que unas 409 personas fueron detenidas.
Las manifestaciones derivaron el martes en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en ciudades como Oujda, en el este, e Inzegane, en las afueras de Agadir, una ciudad del sur del país.

Las protestas empezaron precisamente en esta localidad tras la muerte de ocho mujeres embarazadas que habían sido admitidas en un hospital público para que le practicaran cesáreas.
Las siguientes manifestaciones denunciaron la degradación de los servicios públicos en el país. “Los estadios están ahí, pero ¿dónde están los hospitales?”, gritaron en los últimos días algunos jóvenes, en alusión a la Copa Africana de Naciones que se celebrará a finales de año en Marruecos y al Mundial de 2030, coorganizado por España y Portugal.
El portavoz del Ministerio del Interior, Rachid El Khalfi, indicó que, durante las violentas manifestaciones del martes, algunas personas “usaron armas blancas, cócteles molotov y piedras”.
Una agitación de esta magnitud es poco habitual en Marruecos, un país muy apreciado por los inversores y considerado un faro de estabilidad en Medio Oriente y el norte de África. Se produce en un momento en que las autoridades prevén un gasto en infraestructuras de unos US$ 35,000 millones en los próximos años, parte del cual se destinará a instalaciones para coorganizar el máximo evento futbolístico con España y Portugal.
Este gasto ha enfurecido a muchos en este país de 38 millones de habitantes situado a las puertas de Europa, donde el desempleo juvenil es rampante y las instalaciones de salud y educativas languidecen. Un grupo sin líderes y experto en tecnología llamado GenZ212 ha encabezado la oposición, organizando manifestaciones a través de las redes sociales.

El funcionario informó de 263 heridos entre las fuerzas de seguridad y 23 entre los manifestantes. También precisó que 409 personas fueron detenidas tras estos enfrentamientos, en los que se incendiaron más de 140 vehículos policiales y 20 automóviles particulares.
Nuevas marchas están previstas el miércoles por la noche en una decena de ciudades.
En Marruecos, las desigualdades sociales siguen siendo un problema importante, con grandes disparidades regionales y una brecha entre los sectores público y privado.
El recrudecimiento de los disturbios refleja las recientes protestas de la “Generación Z” en países como Madagascar, donde el presidente Andry Rajoelina destituyó a su gobierno esta semana tras varios días de protestas.
‘La atención médica es lo primero’
“La atención médica es lo primero, no queremos el Mundial”, coreaban los manifestantes durante una concentración en una zona comercial de Rabat, el 29 de septiembre.
El Ministerio acusó a los manifestantes de una “escalada peligrosa” y alegó que utilizaron cuchillos y bombas incendiarias. “Todas las personas que hayan cometido actos o comportamientos que entren en el ámbito de aplicación de la ley serán tratadas con firmeza y rigor”, afirmó en un comunicado.
La AMDH, la principal organización de defensa de los derechos humanos de Marruecos, estima que más de 1,000 personas han sido detenidas desde el sábado. Solo en la capital, Rabat, 148 manifestantes se han enfrentado a cargos que van desde atentar contra la seguridad pública hasta cometer actos de violencia.
Damir, un destacado grupo de defensa, instó al gobierno a reconsiderar sus prioridades de inversión nacional y a “respetar estrictamente” el derecho constitucional de los ciudadanos a expresar sus opiniones de forma pacífica.
En un comunicado, lamentó “la respuesta desproporcionada de las autoridades públicas a estas manifestaciones, rechaza el uso excesivo de la fuerza y condena el uso de la violencia por parte de intrusos en las protestas”.
Elaborado con información de AFP y Bloomberg








