
Escribe: Octavio Espinosa, consultor internacional en propiedad intelectual
En 1980 el Perú se adhirió a la Organización Mundial de Propiedad Intelectual — la OMPI, una agencia de las Naciones Unidas especializada en derechos intelectuales sobre bienes intangibles como las marcas, diseños, invenciones y obras artísticas. Desde hace más de 45 años el Perú implementa una acertada política de vinculación a diversos tratados internacionales sobre propiedad intelectual que benefician directamente a los empresarios peruanos y a la economía del país. La mayoría de estos tratados los administra la OMPI.
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La participación del Perú en el sistema global de propiedad intelectual es congruente con la apertura comercial del Perú hacia el mundo que ha generado una parte sustancial de su crecimiento económico en los últimos 30 años, ha acelerado la modernización del aparato productivo e impulsado la eficiencia de las empresas. Las cifras del MINCETUR y del INEI muestran que los acuerdos comerciales han provocado una transformación económica al elevar los estándares de gestión y calidad, imponer innovación, fortalecer cadenas productivas y consolidar al Perú como un actor competitivo en varios sectores relevantes.

La propiedad intelectual (PI) es un factor inseparable del desarrollo económico y comercial del país. Es por ello que los tratados de comercio incluyen capítulos de PI como un tema económico ineludible.
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El Perú está asociado a 22 de los 28 tratados internacionales de propiedad intelectual que maneja la OMPI. La participación en estos tratados acredita ante el mundo un alto nivel de respeto por la propiedad intelectual con procesos estandarizados que garantizan a peruanos y extranjeros el disfrute de sus bienes intangibles dentro del país. Esta imagen ha facilitado al Perú suscribir una serie de tratados de libre comercio bilaterales, trilaterales y regionales que conforman desde hace más de 25 años la base de sus relaciones económicas con el resto del mundo.
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A fin de perfeccionar su inserción en el comercio global el Perú debería adherir a los tratados restantes en la OMPI. Dos de ellos son especialmente notables por su impacto directo en favor de los empresarios peruanos y extranjeros que operen en el Perú pues facilitarían decisivamente la protección de las marcas y los diseños de los empresarios: (i) el Protocolo de Madrid sobre el registro internacional de marcas, y (ii) el Arreglo de La Haya sobre el registro internacional de diseños industriales.
El Protocolo de Madrid protege las marcas
Este tratado ofrece a las empresas un registro internacional para sus marcas. Actualmente asocia a más de 130 países, incluidos los principales socios comerciales del Perú como son Estados Unidos, la Unión Europea, Japón, China, Corea, India, los países del ASEAN y Brasil, Colombia, Chile y México en nuestra región.
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El Protocolo de Madrid ofrecería a los empresarios peruanos una opción flexible y económica para registrar sus marcas en los países miembros que elijan. Todo funciona en forma virtual y a un costo que hace al registro internacional más rentable que registrar marcas país por país. Además, permite al empresario administrar su cartera internacional de marcas de modo centralizado.
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Ese tratado también facilitaría que las empresas e inversionistas extranjeros registren sus marcas en el Perú resguardando el valor de sus intangibles y con ello el flujo de sus eventuales inversiones directas hacia el país. El efecto multiplicador se daría por nuevas licencias, franquicias, acuerdos de distribución y de representación, entre otros.
Es algo a tener en cuenta por los gremios, cámaras y asociaciones empresariales del Perú.
El Arreglo de La Haya: más opciones para los diseñadores
El Arreglo de La Haya facilita la protección internacional de los diseños, dibujos y modelos de productos de toda índole como ropa, papelería, vehículos, artefactos electrónicos, herramientas, muebles, joyería y accesorios de moda. En todos los países hay artistas diseñadores que producen novedades continuamente y el Perú no es una excepción.
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El Arreglo de La Haya ofrecería a los diseñadores peruanos una vía opcional para registrar sus diseños en el Perú y a nivel internacional en casi 100 países, mediante un solo trámite. Además, los diseñadores extranjeros podrían proteger sus diseños en el Perú creando la base de futuros negocios de licencias, producción, importación y distribución.
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Tratándose de diseños novedosos el éxito o fracaso de una operación puede depender de la rapidez con que se aseguren los mercados. El Arreglo de La Haya resulta especialmente valioso para los diseñadores individuales y PYMES que necesitan proteger inmediatamente sus diseños para negociar acuerdos de producción, licencia, distribución o financiamiento.
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La adhesión al Protocolo de Madrid y al Arreglo de La Haya consolidaría la imagen del Perú como un país fiable y serio en materia de propiedad intelectual, inversión y comercio. El beneficio de la participación del Perú en estos tratados se medirá tanto por el incremento de peruanos que salen al exterior con sus marcas y diseños como por la expansión del comercio e inversiones que llegan al Perú gracias a ese respeto a estándares internacionales reconocidos.
Por lo anterior merece reconocimiento y aliento la labor profesional que desarrollan las autoridades nacionales en pro de esta apertura global, en particular las del INDECOPI, el MINCETUR y la Cancillería peruana.







