
Escribe: Patricia Merino, consultora asociada en LHH DBM Perú
No podemos cambiar la manera en la que trabajamos si primero no cambiamos la manera en la que pensamos. Vamos a enfrentar desafíos a los que nunca antes nos hemos expuesto y la velocidad del cambio hace que estemos aprendiendo todos juntos y a la vez. Debemos desarrollar actitudes, una de ellas, la apertura al aprendizaje continuo como una nueva forma de vida y la adaptabilidad ante nuevas ideas. En el libro El Futuro del Trabajo, escrito en conjunto con Patricia Canepa, mencionamos algunas mentalidades:
LEA TAMBIÉN: Nuevo régimen de las mypes y sus aspectos tributarios
1. Mentalidad camaleónica: Se refiere a la capacidad de adaptarse rápidamente a las circunstancias y cambios del entorno, asociados a una era disruptiva. Es una habilidad clave en el trabajo colaborativo y en el mundo laboral actual, donde la persona es un lector rápido del escenario.
LEA TAMBIÉN: El plan fiscal de Trump y su potencial impacto en los activos financieros
2. Mentalidad tribu: Los desafíos actuales exigen un trabajo colaborativo de múltiples especialistas, en el que la solución es el producto del aporte de diversas perspectivas, donde el trabajo colaborativo marca la diferencia en la calidad y velocidad del resultado final. Se refiere a una forma de pensar orientada al trabajo en equipo, donde el éxito es colectivo antes que individual. Hoy, las empresas buscan personas que sepan trabajar en equipo. Los líderes tienen que aprender a salir de sí mismos y tener la apertura para escuchar a los demás, para entender y no para imponer sus ideas, y enfocarse en llegar a la mejor solución aprovechando el colectivo.
LEA TAMBIÉN: Asesinos de nuestro futuro
3. Mentalidad del eterno aprendiz: Es la actitud de aprender continuamente, sin importar la edad, experiencia o nivel profesional. Todos debemos abrazar esta mentalidad porque es una de las más valiosas, ya que te mantiene en constante evolución, abierto a nuevas oportunidades y facilita la adaptabilidad a escenarios cambiantes. La velocidad de los cambios hace que nos actualicemos de forma permanente. Todos los días se producen cambios tecnológicos que generan nuevas condiciones, nuevas herramientas y debemos estar abiertos a dejar atrás lo que sabemos para tomar lo nuevo que se viene.
LEA TAMBIÉN: No perdamos el ancla fiscal
4. Mentalidad exponencial: Es la que permite escalar un negocio al comprender las oportunidades que ofrece la tecnología y estar abierto a romper paradigmas de crecimiento lineal. Adoptar una mentalidad exponencial implica evolucionar en la ambición, cuestionar modelos mentales tradicionales y abrazar nuevas formas de pensar. Esto requiere creatividad, salir de la zona de confort y entender el potencial de la tecnología. No es necesario conocer o usar todas las herramientas tecnológicas, pero sí comprender para qué sirven y cómo pueden contribuir al crecimiento e incorporar en nuestros equipos a personas que puedan aportar nuevos conocimientos.
LEA TAMBIÉN: Turismo con exoneraciones, pero sin pistas ni carreteras
Finalmente, salir de nuestra zona de confort y de la propia área de trabajo permite construir conexiones valiosas y comprender cómo colaborar para generar valor. También implica estar atento a lo que sucede en otras redes y ecosistemas, identificando qué se puede aprender, adoptar y aportar. En este contexto, el profesional que trabaja dentro de una red será más valioso que aquel que opera de manera aislada o únicamente dentro de su empresa.