
Escribe: Ljubica Vodanovic, socia de Vodanovic
Las criptomonedas nacieron con la promesa de transformar el dinero, pero su alta volatilidad y falta de respaldo frenaron su adopción masiva. En los últimos años, sin embargo, han emergido activos digitales que combinan innovación con estabilidad: las denominadas “stablecoins”. Se trata de monedas digitales que mantienen su valor anclado a una divisa tradicional (como el dólar o euro), ofreciendo transacciones globales, rápidas y seguras, sin la volatilidad de las criptomonedas. Son, además, un riel alternativo en el mundo de pagos, que puede ayudar a incluir a más personas.
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Hoy más del 99% del valor de las stablecoins en circulación —unos 280 mil millones de dólares— está vinculado al dólar americano (USDC), según The Economist. Por ello, EEUU ha aprobado en julio 2025 la “GENIUS Act”, una ley que regula la emisión de stablecoins para darle no solo un marco legal sino mantener la hegemonía del dólar en la nueva economía global basada en blockchain.

Mientras tanto, China tomó un camino distinto. Ha prohibido el comercio de criptomonedas, pero observa con cautela cómo Hong Kong se convierte en un laboratorio financiero para desarrollar Stablecoins bajo reglas claras. Allí, los emisores deben contar con respaldo total en activos líquidos y someterse a auditorías. Esta competencia geopolítica muestra la importancia que los países le dan al dinero digital. Ahora bien, la tokenización o representación digital en blockchain de activos tradicionales, se perfila como el siguiente paso. Bancos globales como JPMorgan ya utilizan stablecoins, reduciendo costos y tiempos operativos. Lo que antes tomaba días, ahora puede resolverse en segundos.
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En el Perú, el BCP acaba de abrir una lista de espera para su piloto con bitcoin y USDC, dentro del sandbox regulatorio de la SBS. El piloto, limitado a 5 mil clientes, permitirá comprar y vender activos digitales, con custodia internacional y trazabilidad. Los requisitos —saldo mínimo de tres mil dólares, historial crediticio normal y aprobación de un test sobre criptomonedas— muestran una fase de aprendizaje más que una apertura masiva. El propósito sería evaluar cómo las stablecoins pueden integrarse al sistema financiero formal, ofreciendo nuevas alternativas para ahorro, pagos y remesas. Esta iniciativa, junto al marco experimental de la SBS, coloca al Perú en una posición destacada en América Latina, junto a Brasil y Colombia con pruebas similares.
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El reto ahora será diseñar una regulación que asegure transparencia y protección al usuario, sin frenar la innovación. La experiencia internacional muestra que las Stablecoins pueden convivir con el sistema financiero tradicional, potenciándolo en lugar de reemplazarlo. En palabras de “The Economist”, la revolución digital del dinero ya no estará en la especulación, sino en la infraestructura (riel alternativo). Las Stablecoins no buscan reemplazar las monedas nacionales, sino modernizar la forma en que circulan. Si Perú logra consolidar un modelo de adopción responsable, será un referente regional en combinar estabilidad, inclusión y tecnología. Así, la próxima revolución financiera no dependerá solo de innovaciones tecnológicas, sino de la confianza que sepamos construir sobre ellas.
