
Escribe: Franco Muschi, socio del área Laboral de Garrigues
Recientemente, se han presentado los Proyectos de Ley Nº 10133-2024-CR y Nº 10177-2024-CR, que buscan reducir el número de feriados en Perú para evitar que la productividad laboral se vea afectada por su exceso. Estas iniciativas responden al incremento (de más del 30%) en la cantidad de feriados durante los últimos cuatro años, justificado principalmente en el fomento del turismo interno y la conmemoración de fechas históricas.
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De una revisión de los proyectos de ley identificados, muchas de estas propuestas carecen de un análisis económico profundo sobre su impacto en la producción y competitividad laboral.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la mayoría de los países de América Latina establecen entre 13 y 14 feriados oficiales por año. Argentina lidera con 20 días, seguido de Chile con 19, mientras que países como Bolivia, Ecuador, Honduras y El Salvador cuentan con 11 días festivos.
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En cuanto a las vacaciones, en Perú, los trabajadores tienen derecho a 30 días calendario de descanso remunerado por cada año completo de servicios prestados. Esta cifra es superior al promedio regional, donde, por ejemplo, en Paraguay, los días de vacaciones varían según la antigüedad; y en Uruguay, donde se otorgan 20 días ininterrumpidos. Al comparar la cantidad de días de descansos pagados en la región, Perú encabeza la lista con un total de 46 días (entre feriados y vacaciones).
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Diversos estudios han señalado que cada día feriado adicional en Perú representa un costo significativo para la economía. Según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), por cada día feriado, la producción agregada sufre una contracción promedio de 0,04 puntos porcentuales del Producto Bruto Interno (PBI), lo que equivale aproximadamente a S/ 400 millones por día.
Aunque algunos sectores, como el turismo y el comercio, pueden beneficiarse de los feriados, estos beneficios no siempre compensan las pérdidas en sectores clave como la manufactura, la agricultura o la minería. Además, la acumulación de feriados adicionales incrementa los costos laborales, reduce la eficiencia del capital humano y desalienta la inversión extranjera.
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En países como Chile, se han propuesto iniciativas para reducir el número de feriados nacionales e incrementar el periodo de descanso vacacional, buscando un equilibrio entre el descanso de los trabajadores y la competitividad laboral. Una alternativa aplicada en algunos países de la región es planificar el calendario laboral, trasladando ciertos feriados a los lunes o viernes para crear “fines de semana largos”. Esta medida permite un balance entre el descanso y el fomento del turismo y el consumo, sin afectar significativamente la productividad.
Por lo general, los feriados entre semana no se aprovechan para realizar viajes o actividades que impulsen el turismo y el consumo. Por el contrario, estos días suelen afectar la productividad sin generar los beneficios económicos esperados. Por ello, una planificación adecuada del calendario laboral podría ofrecer mayor predictibilidad y optimizar el uso de los feriados sin perjudicar la economía.
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Es esencial que las decisiones sobre la creación o eliminación de feriados en Perú se basen en análisis económicos rigurosos que consideren tanto la necesidad de descanso de los trabajadores como la competitividad del país. Buscar un equilibrio adecuado permitirá mantener la productividad laboral y, al mismo tiempo, fomentar sectores como el turismo y el comercio de manera sostenible.
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