
En setiembre, cuando nadie imaginaba la caída del desastroso régimen de Dina Boluarte, el PBI nacional creció 3.94%, respecto del mismo mes del año pasado, una tasa relativamente alta pero que, en general, no fue respuesta a la política gubernamental dictada desde Lima –pues básicamente no había–. Por ejemplo, agro y pesca se expandieron debido a las buenas condiciones climáticas, mientras que construcción registró una tasa de 10.24%, principalmente debido al componente privado (11.15%), en tanto que las obras del sector público avanzaron 8.55%, aunque gracias a la inversión de gobiernos regionales y locales, pues la del Gobierno nacional, que incluye a ministerios y sus programas de gasto de capital, se desplomó (20.44%).
LEA TAMBIÉN: Estrategia sindical: la mirada de la alta dirección
Sin embargo, las ineficaces medidas de seguridad ciudadana y combate a la delincuencia y el crimen organizado, anunciadas por los sucesivos y numerosos ministros del Interior de Boluarte, han contribuido perversamente sobre algunos sectores económicos. El informe del INEI menciona dos: servicios prestados a empresas y comercio. En el primero, señala que entre las actividades que registraron aumento figuran resguardo personal, seguridad en eventos musicales y conciertos, consultoría integral en seguridad, custodia de valores y traslado de dinero. Por su parte, el comercio al por menor fue impulsado, entre otros, por las mayores ventas de alarmas y equipos de seguridad.
LEA TAMBIÉN: Los indicadores que importan en la era de la inteligencia artificial
Empresas y familias que cuentan con recursos para hacerlo, están desviando gastos en otros bienes y servicios para destinarlos a reforzar su seguridad. Y eso de ninguna manera fue un logro de Boluarte, sino el resultado de su gestión frívola e inoperante. Otra actividad que sufrió las consecuencias del aumento de la inseguridad es restaurantes, que viene decayendo desde junio. Si bien este subsector –que forma parte del sector alojamiento y restaurantes– tuvo un resultado positivo en setiembre (2.22%), fue debido al buen desempeño de actividades como suministro de comidas para empresas mineras, pesqueras, cementeras y aerolíneas, entre otros, así como catering. La inseguridad continúa desanimando a las personas a salir a comer a la calle.
LEA TAMBIÉN: Sin grandes proyectos no hay desarrollo: las reformas que el Perú ya no puede postergar
Con respecto al mercado laboral a nivel nacional. El incremento de la población en edad de trabajar pero que no lo hace ni busca empleo (No PEA) volvió a superar al aumento de la PEA en el tercer trimestre. ¿Será que muchos No PEA se han integrado a las economías ilegales? Y si la PEA crece menos, se debe en parte a que miles han decidido emigrar. Mientras tanto, el PBI, el empleo y los ingresos del sector público siguen boyantes.







