
El Gobierno de la presidenta Dina Boluarte nunca se ha caracterizado por tener buenas relaciones con la prensa. No solo ocurre que, al igual que Pedro Castillo y a diferencia de la mayoría de quienes lo antecedieron, casi no ha dado entrevistas. Más grave aún, en más de un episodio, las palabras y formas utilizadas por la presidenta y por sus ministros al referirse a la prensa –sobre todo frente a quienes la investigan a ella, al Gobierno o a su entorno– han sido esquivas, victimistas o hasta agresivas. Es por ello que, por ejemplo, hace solo unos meses, Zuliana Lainez, presidenta de la Asociación Nacional de Periodistas (ANP), denunció que existe “un ataque sistemático y una franca escalada”.
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Dicho esto, en el caso específico del nuevo ministro de Justicia y exministro del Interior, Juan José Santivañez, sus reacciones ante las investigaciones periodísticas que lo involucran –a él y a Nicanor Boluarte– han superado ya todo límite aceptable, incluso desde que ocupaba la cartera del Interior.
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Apenas en julio, Santivañez –quien había tenido que salir del Gabinete de Ministros tras ser censurado en marzo, pero se mantenía vinculado al Ejecutivo como asesor– denunció penalmente a cuatro periodistas de Latina Televisión por el presunto delito de “reglaje”. La insólita acusación, que incluye a la conductora Mónica Delta, surgió luego de que en dicho canal se publicara el reportaje “Con quiénes se reúne Santiváñez en Palacio”. Como si fiscalizar el trabajo de las altas autoridades no fuera parte esencial de la libertad de prensa.
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En marzo, mientras era entrevistado en ‘Cuarto Poder’ por Sol Carreño, a propósito de una investigación por presuntos sobornos a jueces, Santiváñez intentó minimizar el tema y reveló que había tenido acceso al texto del reportaje antes de ser emitido. Al ser consultado sobre cómo había obtenido ese documento, dijo que se lo había pasado “su jefa de prensa”, pero esta luego negó que lo hubiera hecho, lo que sembró dudas sobre cómo entonces logró acceder a la información del programa.
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Este fin de semana, como si todo lo anterior fuera poco, la periodista Karla Ramírez de ‘Panorama’ ha hecho saber que, según información que ha obtenido su equipo periodístico, se estaría planificando un atentado personal contra ella y su familia desde el propio Ministerio del Interior. Esto luego de una serie de investigaciones reveladas por Ramírez y ‘Panorama’, sobre Santiváñez y Nicanor Boluarte.
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Atacar a la prensa que te investiga, en lugar de responder con transparencia a sus preguntas, es propio de líderes débiles, autoritarios y cobardes, que personalizan el poder y lo utilizan para su propio beneficio. Ese poder, sin embargo, nunca es eterno. Haría bien el Gobierno en recordarlo.







