
Escribe: Percy Alache, Socio Líder de Servicios Laborales de PwC Perú
En el escenario actual, donde las crisis operativas, los accidentes laborales y las amenazas digitales pueden desestabilizar en minutos lo que tomó años construir, el rol del CEO exige mucho más que visión estratégica. Hoy, liderar implica anticipar riesgos, tomar decisiones bajo presión y proteger no solo los resultados, sino también a las personas que hacen posible la operación. En cada una de estas dimensiones, la participación del CEO es indelegable. A continuación, detallaré estos puntos:
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1. Gestión de siniestros operativos: liderazgo en momentos de crisis
Cuando ocurre un siniestro operativo, ya sea una interrupción grave en la cadena de suministro, un incendio en planta o una falla tecnológica crítica, el CEO debe actuar con rapidez, claridad y autoridad. Es su responsabilidad asegurarse de que existan planes de contingencia bien diseñados y equipos entrenados para ejecutarlos. Además, debe liderar la coordinación entre las áreas de operaciones, legales, gestión humana y comunicación, asegurando una respuesta integrada para mitigar daños y restablecer la continuidad del negocio. En estos momentos, el liderazgo visible y activo del CEO es decisivo para mantener la confianza interna y externa.
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2. Accidentes de trabajo: cultura de seguridad desde la alta dirección
La prevención de accidentes laborales no puede dejarse solo en manos del área de Seguridad y Salud en el Trabajo o similares. El CEO tiene la obligación de promover activamente una cultura de seguridad, integrándola en la estrategia y en la gestión del desempeño. Esto implica asegurar la inversión en infraestructura segura, la capacitación continua, la realización de auditorías internas y la aplicación rigurosa de protocolos. Así, cuando ocurre un accidente, se debe garantizar una respuesta inmediata, transparente y orientada al aprendizaje integral y no solo al cumplimiento legal.
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3. Ciberseguridad y protección de datos: una nueva frontera del riesgo
En un entorno digitalizado, los ciberataques y las fugas de datos representan una amenaza real y creciente. Estos eventos pueden paralizar las operaciones y dañar irreversiblemente la reputación de una empresa. El rol del CEO incluye respaldar inversiones en infraestructura segura, exigir planes de respuesta ante incidentes y garantizar la formación del personal en buenas prácticas digitales. Incluso, debe asegurar el cumplimiento de normativas de protección de datos y liderar con transparencia ante cualquier brecha, pues la ciberseguridad, hoy, es una responsabilidad del más alto nivel.
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El peso del mando implica gestionar de forma directa los riesgos que amenazan la continuidad del negocio y la seguridad de las personas. La gestión de siniestros, la prevención de accidentes laborales y la protección digital requieren un liderazgo presente y comprometido. Estos frentes no admiten delegación: exigen la acción visible y decidida del CEO.