
Escribe: María Julia Sáenz, socia líder de Tax & Legal de KPMG en Perú
En los Estados Unidos, el proyecto de ley conocido como Big Beautiful Bill o One Big Beautiful Bill Act ha generado un gran interés y debate público. Este proyecto propone una serie de medidas fiscales que podrían transformar significativamente el panorama tributario del país.
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El proyecto de ley busca implementar el mayor recorte fiscal en la historia de Estados Unidos, ofreciendo reducciones permanentes de impuestos, incluyendo una baja de hasta el 15% para ingresos entre $ 30,000 y $ 80,000. Además, las exoneraciones contenidas en la Ley TCJA (Tax Cuts and Jobs Act) del 2017, previstas para vencer a fines de este año, serían prorrogadas.
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En cuanto a las deducciones personales, se propone exonerar de impuestos a las propinas y horas extras hasta finales del 2028, beneficiando a trabajadores de servicios y empleados con jornadas extendidas. También contempla la deducción de intereses de préstamos automotrices hasta el 2029 y el aumento del crédito fiscal por hijo, requiriendo para ello un número de seguro social válido para reclamar el beneficio, lo que excluiría a niños ciudadanos estadounidenses con padres en situación irregular.
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Entre las propuestas se incluye una deducción para personas de 65 años o más, con un ingreso bruto ajustado que no exceda los $ 75,000 para individuos y $ 150,000 para parejas que declaran conjuntamente, entre el 2025 y el 2028. Se busca aumentar la exención del impuesto a la herencia a $ 15 millones, con ajuste por inflación, y elevar el límite de la deducción por impuestos estatales y locales para ingresos de hasta $ 500,000, con ajustes graduales en los años siguientes.
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En relación con las deducciones empresariales, el proyecto contempla la deducción inmediata de los costos de investigación y desarrollo (I+D) nacionales, el restablecimiento de la depreciación acelerada del 100% (bonus depreciation) para maquinaria, equipo y otros activos calificados, aumentando el límite de la deducción para éstos y para aquellos negocios adquiridos por traspaso, en forma permanente. También se amplía la deducción de intereses empresariales.
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El proyecto no sólo incluye recortes fiscales, sino también la creación de nuevos impuestos y algunas otras modificaciones. En cuanto a lo primero, se propone la creación de un impuesto a las remesas equivalente al 3.5%, sobre los pagos en efectivo enviados por ciudadanos no estadounidenses a sus familiares en sus países de origen. Además, se introduce un aumento impositivo de hasta el 21% sobre algunas dotaciones universitarias y se elimina el impuesto fijo de 200 dólares sobre los silenciadores de armas de fuego.
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Para financiar estos recortes fiscales, el proyecto sugiere una reducción significativa en Medicaid, introduciendo nuevos requisitos de elegibilidad y verificaciones bianuales, lo que podría retirar a millones de personas del programa, incluyendo la eliminación del acceso para 1.4 millones de inmigrantes en situación irregular. También prohíbe el uso de fondos de Medicaid para planificación familiar y deroga o elimina gradualmente varios créditos fiscales relacionados con energía y producción limpia.
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Se estima que las medidas tributarias del proyecto agregarían aproximadamente $ 3.8 billones al déficit federal durante la próxima década (años fiscales 2025-2034). La mayor parte de los beneficios de estos recortes fiscales se concentrarían en hogares con ingresos más altos.
La Big Beautiful Bill busca realizar cambios profundos en el sistema fiscal estadounidense, ofreciendo tanto beneficios como nuevos desafíos. Si bien las reducciones de impuestos y exoneraciones prometen alivio económico para muchos, las nuevas imposiciones y recortes en programas sociales generan preocupaciones sobre su impacto a largo plazo. La implementación de este proyecto podría definir el rumbo económico del país en los próximos años.
