
César Puntriano
Socio principal del Estudio Muñiz
Es indudable que en pleno siglo XXI, los algoritmos y la inteligencia artificial (IA) tienen un gran impacto en diversos estadios de la relación laboral, desde la selección de trabajadores, la gestión del desempeño, la determinación de condiciones de trabajo, el control y vigilancia de la actividad laboral, el despido, entre otros.
Para ello, las empresas recurren a la “dirección algorítmica”, entendida como el proceso mediante el cual el uso de algoritmos y datos permiten la ejecución de dichas medidas. En lo que a selección de trabajadores se refiere, los algoritmos analizan el contenido de los currículos que presentan los candidatos empleando para ello un menor tiempo y costo, tomando como fuentes de información lo que se encuentra a su alcance de manera pública en internet como las redes sociales, para conocer hábitos, gustos, etc., descartando a quienes tengan comportamientos incompatibles con la empresa a la que postulan.
La IA puede determinar el número de trabajadores necesarios en un determinado establecimiento para la atención al público, asignar horas de trabajo, decidir rutas, evaluar desempeño, controlar al personal mediante sistemas de videovigilancia, drones, programas espía, GPS, entre otras medidas. Pero también puede reemplazar la mano de obra humana al asumir la ejecución de procesos automatizados, repetitivos, que no requieren mayor complejidad. Aunque en el futuro seguramente también irán ganando terreno en actividades complejas.
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Es positivo que la IA haya ingresado en la gestión de la fuerza laboral desde diversos ámbitos, pues facilita la ejecución de labores, en tanto opere como instrumento del ser humano, pero no en vez de él, sin embargo, no debe perderse de vista que su uso puede impactar negativamente en los derechos fundamentales de los trabajadores, discriminándolos o afectando su derecho a la protección de datos personales. El trabajo decente supone que el trabajador no sea objeto de discriminación, lo cual puede ocurrir al programarse al algoritmo introduciendo sesgos discriminatorios (raza, género, edad, origen), lo cual distorsiona la igualdad entre los trabajadores desde el proceso de selección, cuando se les evalúa con criterios diferentes o al cese, favoreciendo a unos en perjuicio de otros.
Debe tomarse acción para evitar afectaciones arbitrarias a derechos fundamentales. Para ello la supervisión de los sistemas de IA y su transparencia ante los trabajadores, informando acerca de los criterios utilizados para los distintos procesos es fundamental.
Recientemente se ha publicado el D.S. No. 115-2025-PCM, reglamento de la Ley 31814, Ley que promueve el uso de la IA en favor del desarrollo económico y social del país, el cual recoge, como principios rectores a la no discriminación, privacidad de los datos personales, protección de derechos fundamentales (DDFF), así como la supervisión humana para corregir el funcionamiento de los sistemas basados en IA, con el fin de prevenir abusos y fortalecer la transparencia.

El reglamento señala que el uso de un sistema basado en IA para seleccionar, evaluar, contratar y cesar trabajadores, o postulantes, así como fijar condiciones laborales es clasificado como de alto riesgo, pues supone un riesgo para la vida humana, la dignidad, la libertad, la seguridad física y los DDFF de las personas, como los derechos laborales. Ello no significa que el sistema no pueda emplearse para fines laborales, sino que deben cumplirse ciertas condiciones o controles, como la transparencia algorítmica, que implica informar al trabajador o postulante, de forma previa, clara y sencilla, sobre la finalidad o uso del sistema basado en IA, sus funcionalidades principales y el tipo de decisiones que puede tomar.
Asimismo, deben establecerse políticas, protocolos y procedimientos claros, que permitan preservar la seguridad y la privacidad, promover la transparencia, fomentar la educación y concientización interna de los trabajadores sobre los riesgos asociados con el uso de la IA y su adopción de forma responsable y ética conforme a la Política institucional aprobada por la empresa
Resulta fundamental que, en los sistemas basados en IA de riesgo alto, como el laboral, se implementen mecanismos de supervisión humana en la toma de decisiones, garantizando que el personal se encuentre debidamente capacitado en la materia a fin de no sesgarse por los resultados del sistema basado en IA, y tenga la capacidad de detener, corregir o invalidar las decisiones del sistema que afecten DDFF.
La influencia de la IA en las relaciones laborales supone una serie de retos tanto para las empresas como para los trabajadores, e indudablemente para el Estado, debiendo este último garantizar una buena conectividad, brindar capacitación sobre la forma óptima de emplear sistemas basados en la IA con respeto de los DDFF laborales, actuando también de esta última manera cuando asuma el rol de empleador.








