
Escribe: Francisco Pantigoso Velloso da Silveira, catedrático de las Universidades del Pacífico y UPC.
Una estrategia tributaria sólida se construye sobre tres pilares fundamentales: la visión de negocio, el análisis normativo y el entendimiento profundo de la conducta de la Administración Tributaria. Esta tríada permite anticipar contingencias, optimizar cargas fiscales de manera legítima y evitar prácticas que puedan ser calificadas como elusivas o incluso evasivas.
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Mientras el cumplimiento implica declarar y pagar tributos correctamente, una estrategia busca integrar las decisiones fiscales en la planificación general de la empresa. Esto incluye, por ejemplo, definir la política de dividendos en función de la situación de capitalización, estructurar operaciones financieras respetando criterios de sustancia económica y analizar los efectos fiscales de reorganizaciones societarias antes de su ejecución.
Anticiparse a la interpretación de la Sunat
La Sunat y el Tribunal Fiscal no solo aplican normas, sino que desarrollan criterios que deben ser monitoreados por cualquier equipo tributario serio. Una estrategia debe incluir el seguimiento de tendencias jurisprudenciales, benchmarking fiscal, consultas vinculantes y uso inteligente del derecho comparado.
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Herramientas como el presupuesto fiscal multianual, la analítica de datos aplicada al monitoreo de riesgos y la obtención de criterios vinculantes permiten que las decisiones tributarias se alineen con los objetivos financieros y de gobierno corporativo.
La Norma XVI: ¿obstáculo o impulso para planificar mejor?
La Norma XVI incorpora la cláusula general antielusiva en el ordenamiento peruano. Su existencia ha sido objeto de críticas, particularmente por la posible inseguridad jurídica que podría generar al otorgar a la Sunat la facultad de reconfigurar actos jurídicos cuando considere que se han utilizado formas jurídicas para eludir el pago de tributos.
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No obstante, desde una perspectiva estratégica, la Norma XVI también puede considerarse como un incentivo para construir estructuras sólidas, con sustancia económica y documentación robusta. El principio de causalidad, la razón económica de los actos y la coherencia con la realidad operativa son ahora no solo buenos hábitos contables, sino escudos frente a posibles cuestionamientos.
En ese sentido, la Norma XVI obliga a elevar los estándares de diseño y ejecución tributaria. Ya no basta con apegarse formalmente a la ley; es indispensable que las decisiones empresariales tengan lógica económica, no simulen realidades inexistentes y estén debidamente documentadas. Esta es, de hecho, una oportunidad para profesionalizar la función tributaria.
Sustancia sobre forma
Uno de los principios clave en la aplicación de la Norma XVI es la primacía de la sustancia sobre la forma. Esto implica que Sunat podrá desestimar actos jurídicos si concluye que su única finalidad ha sido obtener una ventaja tributaria, sin una verdadera justificación económica o de negocio.
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Frente a ello, una estrategia tributaria efectiva y basada en la “economía de opción” debe partir de un análisis funcional de las operaciones. El mapeo de la cadena de valor, la evaluación de los impactos financieros, el test de sustancia económica y la consistencia documental entre lo declarado y lo ejecutado son prácticas que fortalecen la posición del contribuyente.
La estrategia fiscal como activo de largo plazo
El entorno tributario actual exige una transición del enfoque reactivo hacia uno proactivo. La estrategia tributaria no se reduce a una respuesta frente a posibles reparos del fisco, sino a una herramienta de gestión que genera eficiencia, disminuye contingencias y añade valor.
Normas como la XVI no deben ser entendidas solo como amenazas regulatorias, sino como parte del marco de incentivos que obliga a tomar decisiones fiscales de manera responsable, sustentada y orientada al largo plazo.
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Lejos de inhibir la planificación, la sofisticación normativa empuja hacia una mayor profesionalización de las decisiones fiscales.
En definitiva, construir una estrategia tributaria implica mirar más allá de un formulario virtual que simplemente describe números. Es un ejercicio que vincula la visión empresarial con el conocimiento jurídico y el análisis económico, convirtiéndose en un activo intangible clave para la sostenibilidad del negocio, siempre evitando la elusión, simulación y evasión fiscales.

Catedrático de las Universidades del Pacífico y UPC. Director de la Maestría en Tributación de la UPC