Los censos nacionales son una herramienta fundamental que proveen datos estadísticos necesarios en el diseño de las políticas públicas y la asignación eficiente de los recursos para mejorar la provisión de servicios esenciales como la educación y la salud en todo el país.
En agosto de este año se realizará el próximo Censo Nacional en el país, el cual viene siendo motivo de discusión por la posible y cuestionable decisión del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) de excluir las categorías “mestizo” y “blanco” como alternativas de respuesta a la pregunta de autoidentificación étnica. Los encuestadores ya no leerán estas opciones, aun cuando representan a más del 60% de la población nacional, según las cifras del último Censo Nacional realizado en el 2017, y cuyo cuestionario incluía dentro de las opciones de respuestas, las etnias mencionadas.
Este posible cambio en el cuestionario ha generado que diversos congresistas de distintas bancadas pidan explicaciones al INEI sobre las razones de esto. Según se ha denunciado, este cambio estaría influenciado por intereses políticos de grupos radicales que buscan politizar un instrumento esencial en la identificación de la población nacional y la toma de decisiones para el país. Su objetivo sería lograr que el grupo identificado como “indígena” sea artificialmente el más numeroso, al forzar que la población “mestiza” y “blanca” se reparta dentro de otras categorías.
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“Esperemos que el sector privado y autoridades regionales puedan ser convocados por el INEI, de forma que puedan expresar sus opiniones y aportar a que este importante censo se lleve de la mejor manera posible”.
Las consecuencias pueden ser graves, afectando seriamente las políticas públicas y la asignación de recursos. De contar con estadísticas erróneas no se podría identificar óptimamente dónde está la verdadera población indígena y en qué sectores están las principales brechas que les afectan. El desarrollo de grandes proyectos públicos y privados en el país también podría verse afectado por la posibilidad de que el censo arroje erróneamente áreas con mayoría indígena, lo que podría generar un uso indiscriminado de la consulta previa por grupos radicales para frenar proyectos de inversión y cancelar concesiones y otros permisos. Además, este argumento erróneo podría ser utilizado para solicitar cuotas en diversos espacios del Estado bajo el pretexto de la subrepresentación.
No podemos permitir la politización del Censo Nacional. Su importancia radica en la información que provee para poder tomar mejores decisiones de política pública, por ello, es necesario que todos los actores del desarrollo del país estén incluidos en la elaboración y validación del censo. Así, esperemos que el sector privado y autoridades regionales puedan ser convocados próximamente por el INEI, de forma que puedan expresar sus opiniones y aportar a que este importante evento se lleve de la mejor manera posible.
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